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No eran pocas las mañanas que te despertaba en Valdilla con nuevas noticias de cualquier tipo. Un día se podían quemar las bodegas, otro día un amigo tuyo puede atravesar una puerta, tu mejor amiga se tira a un río, llegan vecinas nuevas o... Miles de cosas más. Porque al fin y al cabo Valdilla no era una ciudad normal, una ciudad tranquila y monótona que no hace más que seguir la rutina. Al contrario Valdilla era especialista en salirse de las vías del tren y volver tu vida una completa montaña rusa que iba a dar muchas, pero que muchas vueltas y que iba a terminar por marearte.

Cualquier persona normal y sobretodo proveniente de una gran ciudad ignoraría esta pequeñita con nombre de flan, feucha y apagada por ahí perdida en la que apariencia no pasa nada. De todas formas no se puede negar que es la sensación que da, sin embargo, una vez que te adentras en ella no es lo que parece.

Valdilla es una ciudad de tonos pastelosos llena de gente, familias (muchas familias, familias enormes de hecho) felices, alegren que adoran y quieren al resto de personas que viven en ella, pero que también aman marujear más que cualquier otra cosa. Es esa ciudad en movimiento, un movimiento turbio y amenazante, lleno de constante drama y personas que se enredan en historias que dan mucho de que hablar.

Quizás hoy fuese el comienzo de una nueva historia (o quizás no), pero todo apuntaba a que no sería poco lo que este hecho nos iba a aportar. El primo de Puertas se había acercado a Valdilla y no de visita precisamente, sino que venía para quedarse un tiempo mientras sus padres estaban de vacaciones.

Fuese cuanto fuese el tiempo que iba a quedarse estaba claro que iba a dar mucho de que hablar.

"Jorge" había dicho el misterioso chico al presentarse esta mañana.

Así se llamaba el primo de Puertas.

Era un chico distinto, bastante distinto. Tenía una forma de ser bastante intrigante. Podría decirse que era un mix de personalidades.

El intrigante chico de cabellos negros, ojos verdes y con un impactante piercing en la mejilla resultaba muy misterioso. No era que se apartase de nosotros sino que no dejaba a su presencia notarse, pero de las pocas horas que lo habíamos conocido esta mañana cada vez que se dejaba notar lo hacia de forma potente.

Tan pronto tenías a Jorge en silencio entre las sombras con su aureola de misterio haciéndote que te mordieras las uñas por saber más de él, como tan pronto estaba chillando, brincando y haciendo de cualquier situación un puñetero desastre.

Si a veces tenías ganas de conocerle y descubrir sobre él, también a veces daba la sensación de que su primo tenía ganas de matarlo.

****
Estábamos Ruth y yo sentadas a la mesa comiendo con nuestra familia.

- ¿Así que Puertas tiene un primo?- pregunto mi madre.

Mi prima y yo asentimos.

- ¿Y cuánto tiempo va a quedarse sabéis?

Ruth tomó la palabra.

- Es indefinido, pero no creo que mucho. Sus padres están de vacaciones y se quedará con Puertas hasta que vuelvan del viaje.

-¿ Y de dónde es ese chico decíais?

Aquello parecía un interrogatorio.

Por lo visto Jorge no era como nosotros y no estaba acostumbrado a la vida en una ciudad pequeña y retorcida como Valdilla, sino que venía de una ciudad grande llena de dinamismo, arte y sitios increíbles. El afortunado primo de Puertas era de Bilbao.

- Anda... ¿Y se está adaptando bien a Valdilla?

Esta vez hablé yo.

- No lo sé mama. Hemos estado con el un par de horas, acabamos de conocerlo- dije con un tono un tanto irónico.

Al acabar la comida el casi rey de Roma nos llamó. Por lo visto Puertas quería salir a dar un paseo con todos o a tomar algo ya que su primo le insistía en conocer la ciudad y el ritmo de vida.

****

Eran las cinco de la tarde, se había quedado un día ciertamente soleado, con el cielo azul cian y casi ninguna nube dibujada en el cielo.

Estábamos en la terraza de The Blue Bird tomando algo de manera tranquila, para que así Jorge viera como era el ritmo de vida de la ciudad una tarde normal y conociese un poco a la gente. Ya que de ese bar solo entraban y salían personas conocidas.

Paula que estaba sentada al lado del chico le susurró algo y todos nos quedamos un poco confusos.

Jorge miro hacia abajo como pensando que decir y acto seguido le susurró algo muy corto, después saco un cigarro y se puso a fumar.

Paula, quien desgraciadamente también fumaba, sacó también un cigarro y le echo una sonrisa de lado a lado.

El chico la miró y siguió a lo suyo.

- Si quieres - comenzó a decir Paula - podemos acercarnos a fumar a otro lado para que no les vaya todo el humo a la cara y no les moleste.

Jorge simplemente negó con la cabeza y se limitó a decir: "Estarán bien"

No es que fuese borde, lo único que no era una persona de muchas palabras y de ahí que mantuviese esa sensación de misterio que le caracterizaba.

Paula empezó a hacerle preguntas con la intención de sacarle conversación o quizás conocer algo más de él, pero él se limitaba a responder con simples monosílabos que nos dejaban indiferentes.

- ¿No hacéis nada entretenido aquí?- preguntó él - Un poco de marcha en vez de estar aquí de cháchara no.

- Anda primo, que marcha ni que narices sí a ti te va más ir emporrao en una nube sin hacer nada que otra cosa - añadió Puertas.

- No, que va. Ya no. Lo deje, después de lo que pasó... Lo deje. Ahora sólo zumitos.

Puertas se rió. Él sabía a qué se refería con "después de lo que pasó". Por desgracia a nosotros Jorge nos seguís dejando llenos de incógnitas.

Jorge se levantó para ir al baño y Paula aprovecho para entrar a pedir otra consumición al bar. Dentro de encontraron e incluso entablaron algo de conversación.

- Qué, ¿cómo ves Valdilla? ¿Te mola el rollo? ¿Te esperabas otra cosa? ¿O cómo?- La chica seguía decidía en saber más de él y tener más contacto.

- Sí no sé. Osea está bien, pero supongo que todavía me queda mucho por conocer ¿No? - adelantó un paso y erguido con un tono prepotente pero desenfadado añadió- Todavía tengo que ver vuestro otro lado ¿No es así?

Ella entre hipnotizada por esos ojos e intimidada por Jorge en si dio un paso hacia atrás y asintió lentamente.

- Bien - dijo él - Porque estoy deseando que me lo enseñéis.

Jorge la guiño un ojo y con cierta chulería salió de vuelta a la terraza.

PRETTY GOSSIP #Wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora