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El panorama no cambiaba. Dama, Aida y yo seguíamos esperando a Isaac, mientras que los otros chicos seguían en un estado total de euforia gritando que debíamos irnos a la ciudad de fiesta.

Por mucho que les decíamos que era mala idea y que era mejor quedarse, no nos hacían ningún caso.

En ese momento alguien picó a la puerta; ese era Isaac. Aida bajó corriendo a abrir y en efecto era él.

Lo primero que hizo Aida fue explicarle el percal que había en esa casa. A Isaac no le hizo falta nada más que verles para darse cuenta de que lo pasaba.

La chica le contó también lo que estaban intentando organizar de irse a la ciudad y eso. Isaac suspiró, pensó un rato que hacer y se acercó a hablar con ellos.

Después de un rato de conversación Isaac se dio por rendido y volvió con Aida.

- No hay forma de hacerles entrar en razón. Quieren ir a la ciudad de fiesta y es imposible pararles.

- Entonces, ¿qué hacemos?- preguntó ella.

- Tu, Ariana y Dama meteros en el coche.

Aida se quedó blanca.

- ¿Qué hagamos qué?

- Escucha Aida, no van a parar hasta que consigan lo que quieran. Así que vamos a dárselo. Vamos a ir a la ciudad, perooooooo 1) yo conduzco y 2) cuidamos de ellos en todo momento. Ahora coge a las chicas y meteros en el coche, solo será un rato.

******

Vale, vale, vale. Isaac iba al volante (miedo me daba), Raúl estaba de copiloto, Aida iba atrás encima de Puertas, Dama lo mismo pero encima de Rodri y al lado yo.

Si nos pillaba la poli estábamos muertos.

Pasados unos quince minutos más o menos llegamos a la ciudad. Isaac aparcó cerca de una gran discoteca, probablemente la más grande de allí, ya que era a dónde querían ir los chicos.

Bajamos del coche y nos acercamos a la puerta del recinto. No nos pidieron ni el DNI, entramos sin problemas. Aquello era enorme y estaba lleno de gente, nunca había visto una discoteca de ese tamaño, era increíble.

- Vale a ver lo mejor es separar a los tres, que no estén juntos porque sino va a ser un caos ya lo estoy viendo.- dijo Isaac.

- ¿Estas tonto? Vienen aquí para estar juntos- respondió Dama a su para nada fantástica idea.

- A todo esto... ¿Do donde están?- pregunté.

Se habían ido. Y a saber en qué parte de la discoteca se encontraban, mierda joder.

Ahora sí que había que separarse, pero no ellos, sino nosotros. Nos dividimos y empezamos a buscar por el recinto. No veía a ninguno.

******

Aida se chocó con alguien mientras que buscaba a los chicos.

- Eh, eh, eh. No tan rápido que me tiras el cubata- dijo un chico entre risas-  Soy Chris encantado.

- Yo... Aida, oye me suenas un montón.

Y en efecto, claro que le sonaba. Chris no era de la ciudad, sino de un pueblo cercano al nuestro e iba a nuestro mismo instituto, por esa razón le sonaba.

- ¿Estás bien? Pareces preocupada- dijo él.

- Ya, eso es porque he perdido por aquí a unos amigos que van colocados y probablemente en estos momentos también borrachos.

Chris abrió mucho los ojos.

- Te ayudo.

*****

Ahí estaba Rodri. Entre toda esa gente, al fondo de este pasillo de encontraba Rodri, estaba solo, fumando. Que raro para él.

Empecé a empujar entre la gente para abrirme paso entre ellos. Alguno que otro me daba algún empujón o algún codazo, otros no eran tan burros y se apartaban para que pudiese pasar.

Llegué al final del pasillo y me acerqué tranquilamente a Rodri.

- Hey, ¿Qué haces aquí solo? ¿Y Puertas y Raúl?- le pregunté.

- Han salido fuera, por lo visto Raúl conoce a un camello de aquí e iban a pedirle algo de esa mierda sabes. Me dijeron que me quedase aquí, que no tardarían.

¿QUE HABÍAN HECHO QUÉ?

Saqué el móvil y escribí rápidamente a Aida para contárselo.

- Oye mira - empecé a decirle- Tu y yo también vamos a salir de aquí. Y ahora.

Primero opuso resistencia pero acabo por ceder.

*****

Aida leyó mis mensajes y le contó a aquel chico, Chris, lo que pasaba. Ambos empezaron a correr y salieron de la discoteca.

Una vez fuera no se veía a nadie, solo coches pasar o algún veinteañero borracho por ahí.

- Chris, por lo que hemos hablado antes ahí dentro tú pasas mucho tiempo aquí ¿Si quisieses reunirte con un camello donde lo harías?

El chico se tomó un tiempo para pensarlo.

- Vale creo que ya sé dónde. Ven conmigo.

******

Isaac me encontró al salir de la discoteca con Rodri y nos metimos los tres en el coche, mientras que esperábamos a Dama y a que Aida trajese al resto. Estábamos listos para marchar, no íbamos a dejar que pasasen ni un minuto más allí, se acabó la diversión por hoy.

- Oye, Aida está sola y no va a poder con los dos, debería ir a buscarla- dijo Isaac - ¿Sabes donde se iban a reunir Rodri?

El chico asintió. Sí lo sabía y en el momento que se lo dijo Isaac no tardó ni un segundo en salir del coche.

Rodri y yo nos quedamos a solas.

-¿Y... Dama dónde está?- me pregunto él.

Yo resople.

- Está bien. Esta de camino, ya he hablado con ella.

En efecto. Justo en ese momento la puerta del coche se abrió y Dama entró en él.

*****

Aida y Chris llegaron a un pequeño parque casi a oscuras, ya que no había apenas farolas que alumbrasen. No parecía a ver nadie en aquel parque, pero Aida tenía el presentimiento de que estaban allí.

Chris la llevó más a dentro del parque, doblaron una esquina y llegaron a un callejón más a oscuras todavía. Y ahí se encontraban Puertas y Raúl, quiénes parecían haber acabado ya su compra y estaban fumandose unos petas bien tranquilos.

- Se acabó- dijo Aida bastante seria- Nos vamos. Y nos vamos YA.

****

Rodri y Dama estaban dentro del coche y fuera apoyados, nos encontrábamos Isaac y yo esperando al resto, a los que ya se les veía llegar.

En cuanto llegaron Aida metió a Puertas y Raúl en el coche.

-¿Quién es este tío?- preguntó Isaac señalando con la cabeza al nuevo "amigo" de Aida.

- Este es Chris. Es un amigo... De por aquí.

Después de eso Aida y Chris se alejaron un momento para hablar.

- Bueno, pues fin de la aventura- dijo el chico.

Ella se rió.

- Gracias por ayudarme, no ha sido tarea fácil.

Esta vez fue él quien se rió.

- Cuenta conmigo para lo que sea. Ya sabes donde encontrarme. Me ha encantado conocerte.

Tras esas palabras el chico le dio un suave golpecito en el brazo a Aida a modo despedida y volvió a dentro de la discoteca.

Al cabo de unos cinco minutos, Isaac por fin arrancó el coche. Volvíamos a casa.

PRETTY GOSSIP #Wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora