Capítulo 29

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Nos estamos despidiendo de mis padres. Nos decimos que nos veremos en el juicio y mi madre me entrega la carta donde me cita.

Nos subimos los tres al coche, y estamos en silencio durante al trayecto hasta que Isabel me pregunta:

—¿Qué tal fue la charla? Aunque fue bien por como llegasteis del garaje.

—Estuvo bien, pero me ha dicho que, si quiere que acepte a Noel, tiene que venir a comer. –Esta respuesta tiene reacción por las dos partes.

La primera es León que se empieza a descojonar y la segunda es Isabel que se da la vuelta en su asiento para mirarme a ver si no estoy mintiendo.

—¿Enserio? –Me pregunta Isabel.

—Sí, hija si. –Me llevo las manos a la cara.

León sigue riéndose e Isabel le da un manotazo a su brazo:

—Tú calladito y sigue conduciendo. –Se calla y vuelve a mí para hablarme. – ¿Lo vas a llevar?

—Tendré que preguntarle a Noel.

Nos callamos y no tardamos mucho en llegar a casa de Isabel. Ellos se quedan en el salón y yo me voy a mi habitación. Cojo mi móvil y voy a enviarle un mensaje por Whatsapp a Noel:

'Lo he arreglado con mi Padre'

'Eso es genial J '

'Pero aún hay más. Me ha dicho que para que te acepte, tienes que ir a comer a su casa'

Noel me contesta con un emoticono de una cara que tiene miedo y empiezo a reír. Pero no tarda mucho en escribirme de nuevo:

'Bueno, si mi futuro suegro quiere que coma con él, lo haré'

'¿Futuro suegro?'

'Confío en mis posibilidades'

'Lo noto'

'Y más cuando te dé el regalo que tengo aquí'

Oh, ¿tiene un regalo para mí? No me lo esperaba, pero me hace mucha ilusión que haya pensado en mí de esa forma.

'Enserio?, lo quiero ya'

'Tranquila, la semana que viene te lo daré, quizás'

'Que malo'

Me pone un emoticono de un hombre con las manos levantada y con cara de circunstancia, y ahí, termina esta pequeña conversación.

Vaya vaya, está muy confiado en que seremos pareja, aunque tampoco nos vamos a engañar, si no ocurre nada inesperado, será así, pero me gusta darle juego.

Suelto el móvil y cojo un libro que no está empezado todavía. Es otro de historia, pero esta vez es de Egipto. Llevo como veinte minutos leyendo cuando escucho una notificación en mi móvil. Lo miro y es Noel:

'El lunes vas a correr?'

'Sí'

'Nos vemos a las 10:30 en el parque?'

'Vale J'

'Genial, nos vemos entonces'

Salgo de la habitación y me voy para el salón donde está Isabel y León sentados en el sofá viendo la televisión. Yo me siento en el sillón. Tengo que preguntarle donde tiene mis llaves de todo, creo que ya es hora si quiero que Noel cumpla el favor que le pedí, es donde tendremos intimidad.

—Isabel, ¿dónde están las llaves de mi casa y del coche? –Me giro para verla y la veo algo sorprendida.

—Están en mi bolso, espera. –Se levanta un momento y va a por mis llaves y me las da.

—¿Qué vas a ir ahora?

—Ahora no, pero si necesitáis intimidad, tengo mi casa para ir, y, además, así voy y limpio que tiene que estar lleno de polvo. Y quiero coger el coche también, que lleva un tiempo parado.

—Ah, me parece bien.

Y a mí, parece que no ha sospechado por mi excusa. Es cierto que tendré que ir a limpiar porque no voy a llevar a Noel allí y que esté todo lleno de polvo. Y el coche, bueno, quizás es hora que lo coja, aunque sea para ir a la compra con Isabel o ir a algún lugar con Noel.

Presiento que Isabel se va a enfadar mucho cuando se entere que voy para hacer contacto con Noel, pero ya me enfrentaré a ella en su día. La quiero mucho, pero no quiero volver aquí después de lo que pase allí y me acribille a preguntas. Querré mi espacio y aunque me lo dé después, antes me dará la tabarra. 

Reserva [Añejo #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora