Noel
Estoy en mitad de camino a mi casa y sigo en shock todavía. Yo estaba haciendo mi rutina diaria, ir a correr por el mismo camino hasta la misma cafetería para tomarme mi café de siempre, pero hoy ha sido diferente. No me esperaba encontrarme a Astrid ahí en frente de la cafetería, estaba parada, preciosa con su camiseta azul que resalta esos preciosos ojos, unos pantalones negros y unos deportes Adidas negros y blancos. No sabía qué hacía ahí, sin Isabel y León hasta que se acercó. Nunca imaginé que tenía la consulta ahí, he tenido tantas oportunidades para verla y no lo sabía.
Ya me pareció increíble que se acercara a mí que, la invitación del café me dejo perplejo, sé que teníamos una cita pendiente, pero no sabía que se lanzaría hoy y sin su mejor amiga al lado. Me pareció valiente por su parte, así que acepté obviamente, no iba a perder esa oportunidad.
Acepté, pero, aun así, me sentí un poco perdido, no sabía de qué hablar o que tema tocar. No quería que se echara para atrás en la cita sorpresa, aunque, al paso de los minutos estuve más cómodo y ella también. Me encantó hacerla reír y que disfrutara un pequeño momento conmigo.
Se me pasó rápido el tiempo, pero no me quejo. Me gustó nuestra despedida, teniendo este pequeño secreto entre los dos y aceptando que esta cita no era la concretada. Quiere seguir viéndome y no pienso perder esa oportunidad o cagarla.
Con ese pensamiento llego a casa y me ducho a ritmo de Maroon 5 y su 'Girls like you', ojalá vernos de nuevo muy pronto.
Y pensando en verla, tengo que hablar con Patricia. Hoy me ha parecido verla de nuevo y no me gusta a dónde quiere llegar. Espero que no se acerque a mi hermana, eso solo serían problemas y no quiero ese tipo de problemas. Ya tiene suficiente mi hermana con la universidad.
Hoy siendo jueves, tiene que estar al llegar. Miro la hora y son las una menos cuarto, no está mal. Una vez que me visto, voy a la cocina y picoteo algo mientras empiezo a hacer la comida. Pongo la televisión en alto, 'La que se avecina', para tener algo de fondo que me haga compañía. Ahora que no está mi abuela, me siento sólo, y más ahora que mi hermana está en plenos exámenes que solo sale de la habitación para comer y darse una ducha.
Escucho la puerta y sé que es mi hermana. Giro la cabeza y la veo entrar por la cocina:
—Hola Noel. –Me da un beso en la mejilla y le correspondo. —¿Qué hay de comer hoy?
—Hay ensalada de pasta, ¿te parece bien? –La veo cogiendo agua y bebiendo antes de contestar.
—Sí sí. ¿Qué tal la mañana de hoy? ¿Lo mismo de siempre? –Yo sonrío un poco pero no se da cuenta ya que estoy mirando hacia la olla.
—Casi, he hecho lo mismo salvo que el café me lo he tomado con Astrid. –Escucho silencio, así que me giro para ver si no se ha ido un momento a la habitación, pero no, está ahí mirándome con los ojos abiertos.
—¿Hablasteis para veros?
—No, resulta que la consulta a la que va está justo en frente de la cafetería, y justo hoy la he visto salir. Y bueno y se acercó y me preguntó si sabía que ella estaba ahí y tal, y al final fue ella la que me dijo de tomar un café.
—Joder, todo este tiempo estabais cerca y no os habéis visto. –Empiezo a reír.
—¿Has visto eh? Todas las veces que la he podido ver y no lo sabía.
—Bueno, ¿y de que hablasteis? –Veo que mi hermana se ha sentado para escuchar la historia y para comer. Aunque todavía queda un poco.
—De nada importante la verdad, estuvimos hablando de la camarera que, según Astrid, le gusto y yo seguí con la broma. Estuvimos bien y bueno al final decidimos que esta no es la cita que íbamos a concretar y que sería nuestro propio secreto.
—Vaya, parece que Astrid está intentado seguir adelante, me alegro por ella. –Yo también hermanita.
—Sí, ah, por cierto, me envía saludos. –La escucho reír un poco y yo me giro un poco para verla.
—Después de todo se acuerda de mí y no es para mandarme a la mierda, después de lo que hice.
—No te martirices más, ella ha olvidado eso.
—Sí, lo sé.
Termino de cocer la pasta y añado las demás cosas para luego aliñarla. Mi hermana prepara la mesa y nos sentamos. Yo espero un poco a que esté algo más frío, pero mi hermana se ve que está hambrienta y no espera.
—¿Tienes hambre hermanita? –Me mira con la boca llena y comienzo a reír. Me pega un manotazo en el brazo.
—Calla.
Me río un poco más hasta hacer lo propio y callarme. Espero un poco más y me saco un poco de pasta y empiezo a comer yo también.
ESTÁS LEYENDO
Reserva [Añejo #2]
RomanceEs la continuación de Añejo, donde Noel, dolido por como ha terminado con Astrid, decide esperarla y que se recupera para poder demostrarle que están hechos el uno para el otro,. Pero no todo será fácil con Astrid dolida por lo que le he pasado. ¿Se...