Astrid
Son las nueve y media de la mañana cuando me levanto de la cama, me preparo para la carrera matutina y el ejercicio de después con Noel. Cuando me visto voy a la cocina y ahí está Isabel despierta con un café. Eso me sorprende y mucho.
Cuando me mira hago el gesto de ir hacia atrás con sorpresa.
—No tiene gracia. –Empiezo a reír. Me preparo el café:
—¿Qué haces despierta a estas horas?
—Tu querido hermano quería que lo acompañase para comprarse un sofá, algo que puede hacer solo.
—Mujer querrá tu opinión.
—Sí, y otra hora para ir también.
—Bueno así aprovechas el día. –Ella asiente con cara dormida todavía.
Terminamos de beber nuestro café y me despido de ella para ir a correr hasta el parque.
Ahora disfruto corriendo después de varios días entrenando que, incluso este recorrido se me hace corto. Cuando llego al parque ya está ahí Noel esperándome en una mesa.
—Hola guapo. –Le saludo con un abrazo.
—Hola preciosa, ¿y esto?
Me alejo y me encojo de hombros:
—Creí que necesitarías uno hoy. –Sonría y me tira de la mano para abrazarme de nuevo.
—Gracias, creo que necesitaré varios hoy.
—Bueno aquí estoy. –Nos sonreímos.
—Gracias.
—De nada, ¿nos ponemos a ello?
—Claro.
Nos ponemos a hacer los ejercicios, pero cuando llegamos a la máquina para trabajar los brazos me dice:
—Vaya, ya tienes los brazos más duros eh, no hay carne flácida. –Toca con un dedo mi brazo para puntualizar.
—Oye, que yo ya estaba bien como para que me digas esas cosas. –Le enseño el dedo corazón.
—Era broma. –Sonríe.
—Ya, claro.
—De verdad. –Me coge de las manos, me acerca a él. —Tú ya eres perfecta. —Y me da un beso.
—Claro, ahora intenta quedar bien. –Me río y me alejo.
Continuamos hasta que hemos pasado por todas las máquinas.
—Bueno me tendré que ir ya. –Le digo.
—¿No tomas un café conmigo? –Me pone cara de pena y me derrito. Es tan adorable.
—Creo que no es bueno tanto café hoy, luego tienes una cita.
—Vale vale, ¿y un zumo?
Me acerco y le doy un beso largo en la boca.
—Otro día. –Pone otra vez cara triste, pero esta vez no me detengo. Le beso de nuevo.
—Vale, hasta mañana. –Se despide.
—Hasta mañana. –Me despido.
Vuelvo para casa de Isabel, esta vez andando.
Llego a casa y me encuentro a Isabel y a mi hermano dándose el lote en el sofá.
—Oh dios mío. –Grito y me vuelvo rápidamente hacia la puerta. Espero olvidar pronto esta imagen.
—Lo sentimos, pensábamos que ibas a llegar tarde, como después vas a la cafetería.
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Reserva [Añejo #2]
RomanceEs la continuación de Añejo, donde Noel, dolido por como ha terminado con Astrid, decide esperarla y que se recupera para poder demostrarle que están hechos el uno para el otro,. Pero no todo será fácil con Astrid dolida por lo que le he pasado. ¿Se...