Capitulo 6

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  • Dedicado a Karla Zecchinelli
                                    

COMO SÉ QUE DEBIA DE VER PUBLICADO... CREO QUE TRES CAPITULOS PERO BUENO SOLO PUBLICARE DOS Y EL QUE SIGUE HASTA LA SIGUIENTE SEMANA. COMO SIEMPRE. ESPERO QUE DISFRUTEN LOS CAPITULOS Y ESPERO SUS COMENTARIOS. GRACIAS Y BESOS.

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CAPITULO 6

Abrí la puerta de mi cuarto por la insistencia de él que estuviera detrás de esta. Había decidido no ir a la cena. Sin cita… no quería ir a causar más escándalo del que ya.

-Voy- me puse mis pantuflas y abrí la puerta.

-Mmm… 

Estaba vestido con un muy elegante traje gris, unas flores, margaritas para especificar, y una caja negra.

-No es esto como pensaba que te vestirías para la cena pero aun así supongo que tienes estilo- me sonrió.

Llevaba puesta mi pijama. Un lindo camisón blanco de un mona que decía: “Just let me sleep”. Encantador y debajo de este llevaba un bóxer rosita. Estoy segura que no es la forma en que quería que me viera.

-Pensé que no lo ibas hacer.

-Soy un caballero, no podía dejarte sola.

-¿Cómo sabias que iba a ir sola?

-Por el hecho de que nadie más te lo pregunto

-¿Y eso lo sabes porque…?- encogió los hombros mostrando inocencia

-Pregunte.

-Ósea… que lindo

-Bueno te vas a cambiar o en serio piensas ir así- me sonroje al acordarme de mi pijama.

-Yo…- me metí a mi cuarto dejando la puerta abierta para que pasara.

-Se supone que no debería estar aquí- cerró la puerta.

-¿En serio?- me quite las pantuflas y busque en mi armario un vestido –No creo que eso te importe y tampoco creo que sea la primera vez que lo haces.

-Sí pero son las ocho. Hay reglas Aria- cogí un vestido entre azul y gris para combinarlo con su traje y me fui al baño a cambiarme. 

-Por cierto- cerré la puerta del baño con seguro, solo por si las dudas –Si no llegamos en… veinte minutos no va a servir de nada que te hayas cambiado.

-Ok- me quite mi pijama y me puse el vestido -¡Rayos!

-¿Estás bien? Mira que prefiero llegar tarde y que estés completa.

-No te preocupes, se me doblo una uña- me lave mi meñique ya que me salía sangre y me dolía.

Me solté el cabello y me termine de arreglar el vestido. Tenía problemas en terminar de subir el cierre, no podía creer que iba a hacer esto. Abrí la puerta del baño. Me voltee de espaldas a Dustin y levante mi cabello.

-¿Puedes?- se metió al baño y me termino de subir el cierre –Gracias.

-Fue un placer. Lindo vestido.

-¿Puedes pasarme el gloss de mi tocador?- dije en lo que me veía en el espejo de mi baño y me pintaba los ojos.

No vi cuando se fue pero cuando lo necesitaba estaba ya junto el rímel y el lápiz.

-Gracias

-Dos veces. Debo ser afortunado

-Jaja- revisé que gloss me había pasado.

 Era de manzana. Casi nunca me lo ponía porque lo amaba y ya no había más en las tiendas. Al menos no lo he encontrado.

-¿Por qué este?- le pregunte y después me lo puse.

-Me gusto el olor de ese, aparte de que me gusta la manzana- mire su reflejo por el espejo y me estaba sonriendo… había más en su sonrisa que no logre descifrar.

-Claro- me voltee

-Toma- me dio unas zapatillas grises –Supuse que tendrían que combinar ¿no?

-¿Has estado viendo mi ropero?- me las puse y ya solo me faltaban unos cuantos centímetros para estar de su altura… como cinco.

-Sip- lo dijo sin ningún signo de culpa

-No lo vuelvas a hacer- salí del baño y fui otra vez a mi ropero.

Saque una torera gris y me la puse. Fui al tocador saque un anillo de plata con un zafiro en forma de corazón y unos aretes. Tome un collar que combinara con los aretes y me lo puse.  

-Lista- le dije a Dustin volteándome.

-Hermosa- se acerco a mí con la cajita negra que antes había visto en sus manos y me la entrego –Es solo un pequeño regalo.

-¿Aparte de las flores?- las cuales descansaban en mi cama.

-Sí, espero que te guste.

-Gracias pero no debiste com…- lo abrí y me quede callada. Era un collar de oro blanco con un diamante blanco en forma de corazón. A pesar de que era muy sencillo apuesto a que no es nada barato –No puedo aceptarlo.

-Oh claro que puedes- saco el collar de la caja –Voltéate. 

-Pero Dus…-me volteo.

Me quite el collar que me había puesto y lo puse en el tocador. Después me recogí el cabello y Dustin me puso su collar. Era muy hermoso pero aún así no justificaba el hecho de quedármelo.

-No puedo quedármelo- dije tomándolo con mis dedos, se sentía frio y muy frágil.  

-Puedes y lo harás. Vámonos- tomo mi mano y enlazo sus dedos con los míos.

DESPERTAR   El principio (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora