CAPITULO 13: ¿Crees en el destino?

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Todos bebían de vasos desechables. Había música electrónica saliendo por toda la casa, chicas y chicos bailando. También estaban los chicos de cada club del colegio, algunos de primer año y todo el equipo de fútbol masculino y femenino. Gael se separó de nosotros al ingresar, lo perdí con la multitud. Ileana saludó a unas chicas muy lindas que también acababan de llegar, luego regresó con nosotros. Héctor sostenía una funda de regalo como si aquello fuera algo de importancia para el gobierno o el Estado.

—Hoy nos divertiremos. —manifestó Héctor mientras pasaba su brazo por mis hombros. Realmente él estaba esperando por este día, por conocer la casa de Jade, por sorprenderla.

Se veía tan convencido de sí, por sea lo que sea que había planeado.

—¡Chicos! —gritó una voz muy familiar. Era Jade—. Pensé que no vendrían.

Ileana y yo la felicitamos por su cumpleaños. Mi querido amigo la miraba como si no la haya visto en un largo tiempo, le dió un abrazo tímido.

—Estas hermosa. —soltó Héctor, luego le entregó el regalo—. ¡Feliz cumpleaños! adelantado.

—Gracias. —respondió con timidez ella—. Eres el único con regalo aquí. Gracias. —agregó por segunda vez, sonrió y tomó el regalo.

—Tu casa es grande. —estaba admirada de lo inmensa que era, lo solté como un cumplido. Cada parte de la casa se veía sumamente sofisticada, era como si viera la casa de papá multiplicada por seis.

—Gracias, aunque mis padres creen que no es lo suficientemente grande para mi hermano y yo. —susurró Jade esbozando una sonrisa.

No me digas.

—Iré por una cerveza.— Ileana corrió a lo que parecía ser la cocina.

No parecía gustosa estando junto a Jade, se había estado removiendo durante la casi platica entre Hector y Jade.

Un chico tomó por el brazo a Héctor, quien lo abrazó afectivamente.

—Ly, te presento a Matías. Es el presidente del club de lectura y teatro. —habló cerca de mi oído para que lo pudiera escuchar entre todo el ruido.

Matías era alto y de piel muy pálida, con un cabello de tonalidad rojiza. Estaba segura que luego olvidaría su nombre.

—Mucho gusto, Héctor me habla mucho de ti, te sorprendería lo tanto que te conozco. —habló Matías para mí.  Sonreí como respuesta.

—Chicos, me robaré a Leah por unos minutos. —interrumpió Jade sujetándome del brazo con delicadeza y arrastrándome lejos de ellos dos.

Su casa era inmensa, no recuerdo cuantas puertas conté hasta llegar al patio donde se hallaba un montón de chicas y chicos junto a la piscina. Diego el capitán del equipo masculino estaba junto a Gael fumando muy cerca de la piscina.

No creí que Gael fumara.

—Hola caballeros. —su voz sonó sensual al gesticular la última palabra, Jade los saludaba con un abrazo—. Diego, te presento a Leah, ella es la nueva integrante del equipo femenino.

Presentarme con Diego era un tanto extraño ya que hace varios años eso había sucedido, no hacía falta presentación, nosotros tenemos mucho tiempo en que sabemos quienes somos. Básicamente toda mi vida.

—La conozco. —pestañeó sonriéndome y acercándose para besar mi mejilla. Diego llevaba el abrigo del colegio recogido en las mangas.

Se parece un poco a su hermano, excepto por el cabello, el de él es castaño.

La única excepción en el mundo, ERES TÚ ✔️[REESCRIBIENDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora