CONOCIÉNDOLA

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CAMILA

Todo era silencio y solo me tomo recordar al mirar a los lados que estaba en un lugar distinto.
El cuerpo a mi lado se había enredado con el mío, mientras dormía ayer se habíamos terminado de esta manera.
Jure que no sentía nada al verla a mi lado, se veía bien dormida pero más a allá de ternura no me inspiro nada más.
Pero como recompensa para Lauren, había tomado una ducha antes y salí de allí al ver que la puerta jamás se cerro y ahora podía ver el azúl de la mañana.
No sabía donde había colocado Lauren mi cambio de ropa así que me puse su camiseta y mi ropa interior, como no había nadie más que nosotros en ese solitario barco, di un recorrido, topándome con que la cocina estaba abajo.
Busque algo para almorzar y cuando estaba hecho, quise ir arriba para despertar a Lern.
El apodo se salió de mis pensamientos y dije que era mi nueva forma de llamarla.
Ella había encontrado el mío también.

Camine lento mientras que el barco se mecía pero era leve y suave, y me recargue en el marco de la puerta ... Ella ya no estaba en la cama pero si que salio del baño del cuarto cruzando la mirada conmigo y quedándose parada como si no creyera que estuviera allí.
— ¿Qué?
— Es ... Nada, pensé que estabas por ahí y iba ir a buscarte .
— Estaba abajo.
— Linda camiseta ... — Me sonrió diabólicamente y de un cajón había sacado su propio cambio y a propósito se quitó su toalla en mi presencia y no sé como abra quedado mi cara en estos momentos.
Solo veía sus movimientos al subirse sus shorts cortos y sabia que yo seguía allí, por lo que al girarse yo podía ver todo su cuerpo, mis ojos pasaban de abajo hacia arriba como en la playa, sus largas piernas y ese abdomen en donde se podía apreciar la mordida que le di.
Me sonroje ¿De verdad hice eso?
— Buenos días Camz — Se apresuró abrazarme y eso me tomo por sorpresa ...
— Buenos días Lauren.
Me separe y caminamos para bajar y allí estaba listo todo.
— Se ve bien — Junto sus manos y las frotó.
Se sentó y comenzó a desayunar, parecía una niña buena y hermosa. Su expresión de diversión sobre la mesa, así que yo hice lo mismo.
— ¿Y como está?
— Demasiado bien — Se río y me reí yo también.
— Dijiste que podía saber más de ti.
— Así es, estoy de buenas así que pregunta.
— ¿Por qué decidiste hacer lo tuyo apartado de tus padres?
Miro su plato y movió la cabeza, me volvió a mirar y sonrió.
— Porque tenia que hacerlo, no quiero estar presionada de nadie y yo puedo hacer lo que ses ahora.
— ¿No tienen una buena relación?
— Si, dentro de lo que cabe, estamos bien.
Me daba respuestas cortas y su semblante parecía serio y amable a la vez.
— Entiendo ... ¿Lauren?
— Sí.
— En estos tres meses, ¿Qué fue lo que hiciste?
Esta vez se relajo y prosiguió.
— Había hecho alguno que otro plan para poder intentar hacer algo nuevo con mi vida ¿Sabes? No sé si esta resultando.
— ¿Algún inconveniente?
— Si, muchos, pero ahora dejaré que las cosas marchen tranquilamente.
— Espero que marchen bien.
— Quiero que sepas que ahora lo que me importa es este momento.
¿Qué le contestaría? No sabia como reaccionar a eso. Recordé las palabras de Dinah.
— Lauren ...
— No, no, nada de sentimentalismo Camz.
— Que bueno que lo entiendes
— Sí. — En toda la tarde habíamos pasado el tiempo hablando de la otra frente al mar.
Me contó que le encanta el mar, que le encanta viajar y que su comida favorita de
Domingo es la pizza.
Nadie se reía de mis chistes pero ella tenía una risa genuina al escucharlos y al mirarme que me asuste un poco. No puede ser.
Ella estaba entusiasmada con alguna idea que se le cruzo por la cabeza.
Me hizo estar en camiseta todo el tiempo y ella si que estaba bien vestida.
De vez en cuando sus manos tocaban mis rodillas o en un tiempo me besaba la frente cuando yo hacia mis gestos.
— Ven a nadar conmigo ...
Me pidió y yo accedí. Lo que si es que no espero a que yo me pudiera tomar el tiempo ya que estaba muy fría pero me tomo entre sus brazos y nos lanzo al agua.
— ¡Lauren!
Jamás me soltó y no permitió que me ahogara, al contrario ella me beso con mucha intensidad y yo se lo devolvía de igual forma.
Me dejo nadar junto a ella por mucho tiempo, y me hacia reír al iniciar una guerra de agua y ella soltaba carcajadas.
Ella tocaba mi cuerpo con una delicadeza, no era como antes, era con cariño y sus verdes ojos estaban cerrados para cuando me abrazo en el agua, seguíamos flotando pero sin hacer nada más que eso, no pude evitar que mis lanzamientos fueran más allá de lo previsto...
Esta chica era hermosa, cariñosa pero mucho me temo que nadie puede borrar la evidencia de nuestras cabezas.
Por lo mucho que quiera quedarme así, no debería, sé que ella no tiene ni una pizca de respeto por mi relación y yo tampoco por lo visto, es descaro, ambas criminales de pensamiento.
Me separe y nade a las escaleras del barco para subir otra vez.
Ella se sintió llegar después de mi.
— Quiero que vayas a cambiarte ¿si Camz?
— ¿Algo especial?
— Sí, bueno ... Puede, ahora ve.
Me empujo y tome mi tiempo, no era incomodo pero suponía que ya deberíamos de regresar
Encontré mi ropa y tome una dicha, Lauren no lo haría o no estaba muy segura pero me advirtió que tardara lo que a mi me diera la gana, estaba muy cansada y a la vez feliz
Las 8:06 y decidí salir, la tarde todavía no de ocultaba y en la punta pude ver a Lauren.
Me sorprendí de lo ordenado que tenía todo y de que había una mesa redonda allí mismo, tenia un mantel blanco y en ella estaba una botella de vino, y casa lado la cena.
— ¿Qué es todo esto?
Me detuve y ella estaba sonriendo tan ampliamente que me ruborice.
— Esto es una cita ... A escondidas.
Hundió los hombros y me invito a sentarme.
Por lo visto ella se había secado con las horas y se veía de un buen humor, sirvió el oscuro líquido y se sentó frente a mi.
— Puedo saber ¿por qué? — Hable melódicamente y sujete su mano por encima de la mesa.
— Por que pienso que merecemos esto.
Dijo simplemente y comenzamos a cenar, tal vez adelantaría esto antes de regresar, era siempre todo tan rápido siempre.
Cualquier momento era contado aquí, y eso estaba bien, no mencione mucho durante el proceso, pero ella hablo manteniendo la conversación viva, y más que eso ... Rozaba su pierna por debajo de la mesa, todo lo que hacia era mirarme y de vez en cuando volver a rozarse conmigo, su mirada cambiaba conforme hablábamos.
— Sabes.. Tengo una debilidad por las cosas sexys.
Para cuando había terminado de probar la cena que muy bien la salió al prepararla, ella ya estaba más cerca de mi.
— ¿A si? — por que no seguirle el juego, esto estaba subiendo y arrimo su silla más cerca.
Sacó su teléfono y acercándose a mi. Pidió una foto.
Vamos ... Lauren ... Enserio.
— Ven, quiero conservar esto.
No preste mucha atención pero en cuanto me dijo que sonriera junto a su lado no me negué, su mano paso por mi espalda y dejo el teléfono en la mesa y giro su rostro.
— Lauren ...
— Se que debo guardarla bien, además no es que estemos haciendo algo malo ... Ahora.
Tomo de su copa un sorbo y yo me puse nerviosa, incomoda.
— Creo que es mejor irnos.
Antes de que me levantara ella me tomo del brazo y me robo un beso.
— Hueles sexy
Susurro en mi oído y procedí a cerrar los ojos.
— Antes de volver ... Quiero hacerlo Camz.
Me beso con ferocidad que la caracterizaba y pude sentir lo húmeda que estaba su ropa.
— Te vas a enfermar... — No tenía sentido
— Entonces puedes quitármela
Me condujo dentro de la habitación y en ella me coloco en el sofá extendido que estaba en la esquina del lugar.
Sus labios sabían a ese vino que me hizo probar y ella estaba demás deseable.
Debí admitir que desde la mañana pude contenerme de verla solo para mi.
Su pierna se situó entre las mías y me movió de una forma lenta, muy, muy lenta.
Provoco que la mirara suplicante y ella jugaba en mi cuello, respetando siempre que ninguna marca fuera vista, al menos no allí.
El sonido del mar era lo único que escuchaba y su respiración intranquila, la punta de sus dedos delineaban y pasaban de arriba y abajo mis brazos ...
Me erizaba la piel por lo frío que era, note que su ropa todavía se pegaba un poco a su cuerpo.
De inmediato baje a su borde y la saque de ella y se apartó de mi lo que me confundió.
— Quiero hacerlo diferente ... ¿No crees que es mi turno?
Utilizó las mismas palabras que yo la noche anterior y mi teléfono comenzó a timbrar.
— Oh no, que se joda, no vas a contestar.
Escuche atenta a sus palabras que me tenían idiotizada, ni siquiera tenía que pedírmelo, no iba hacerlo de todos modos, lo siento Nick...

LOVERS 🌹 CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora