LOVERS 🌹 Camren

LO HARE MEJOR NICK

CAMILA

— Buenos días — Esa voz... Nick.
Abrí los ojos y se conectaron con los avellana de Nick, él esta sonriéndome.
— Buenos días.
Mire a la ventana y era ya otro día, pude dormir, no sentí cuando el se durmió a mi lado, me hizo bien que lo hiciera.
— Te traje el desayuno.
Lo observe. Me incorpore en la cama y se veía genial, su risa era contagiosa.
— Nick... No debiste — Me sonroje.
— No te vi y creeme que de verdad me hiciste falta en días Camila.
Puso la mesa de madera en la cama y el se sentó dándome una vista de su entusiasmo.
— Gracias Nick. — Me sentía tímida.
— Bueno, tus padres llamaron hace unos minutos, quieren que pasemos la tarde  con ellos.
Asentí, si, iríamos.
— Ah ya veo, si, esta bien.
— ¿Estas bien?, parece que te enfermaras
Sacudió la cabeza negando, no sabes.
— No, claro que no. — le Sonreí .
Esto no será fácil pero voy a remediarlo Nick, te mereces que lo haga.
Con una alegría desayune y su risa al contarme que había hecho durante mi ausencia me hizo estar más contenta.
Sus expresiones y sus emociones cada que me decía algo gracioso, me hacia reír a mi también.
Lo amo, lo hago y no es justificación para lo que hice pero esa chica no significa nada para mi, él es mi novio y por algo llevo tanto tiempo a su lado.
— Bueno, andando que se nos hace tarde.
Sali corriendo al baño a darme una ducha y prepararme para ir a casa de mis padres.
Un atuendo cómodo y él algo casual, tremenda sorpresa que me encontré al ver a mis amigos allí también.
— ¡Chicos!
La tarde fue mejor, incluso diría que necesitaba esto, un aire acogedor y diferente, familiar.
Nada mejor que situaciones así, tomada d el la mano con Nick, con la comida de mi madre, las anécdotas de mi padre y las risas de mis amigos.
— Si, y entonces unas chicas aparecieron y nos invitaron a jugar un partido de Voleibol.
Me tense pero seguí escuchando atenta y los demás en la mesa igual.
— Todos perdimos contra ellas, eras muy buenas.
Dinah se reía con Mani, Ally y Siope, yo miraba a Nick dando la razón, de lo más tranquila pero ocultando que me moría de nervios, tome agua incontables veces.
Mis padres nos miraban sonrientes, mañana mismo iniciaría de nuevo el trabajo al lado de papá.
Otra vez sentía la esperanza de que mi vida tomara su camino.
Eso pretendía sinceramente.

— Hasta mañana, papá, mamá.
Un abrazo de cada uno y volvíamos al departamento.
La musica en el auto y me alegría contagiaba y hacia reír a mi chico.
— ¿Cómo la pasaste hoy? ¿Mejor?
Me miraba de vez en cuando mientras conducía, ni abrimos las ventanas puesto que hacia frío y no lleve una chaqueta.
No hizo falta que lo pensara, me sentía bien, me fue bien.
— Mejor, mucho mejor.
— Dime ¿el viaje no te hizo relajarte?
Menos mal que era de noche y por ende mi rostro no se apreciaba por completo gracias a que las luces de las calles a penas y si nos ayudaban.
— No, claro que lo hizo, yo ... Bueno, fue algo muy ... Bueno.
Las palabras exactas no eran esas, claro estaba, no sabia que decir respecto a eso, era un error pero eso no lo sabe.
De hecho esto era horrible, me hizo darme cuenta que al que quería era a él, que logre mucho y que definitivamente no era esa clase de chica.
Fue revelador.
— ¿Sabes? Estuvo bien — Busque y apreté su mano con la mía, él sonrió.
Que pena darme cuenta de esa forma de lo que podía perder pero no iba a permitirlo.
— No sabes cuanto me alegra escuchar eso.
El camino fue silencioso y cómodo, no podía quejarme.
Aparcó enfrente del departamento y me abrió la puerta, estas costumbres nunca las perdía, siempre era tan atento y gentil
Lo adoro.
Encendió las luces y pude lanzarme en el sofá a mirar la televisión en lo que restaba el tiempo para ir a dormir.
— Hasme un sitio — Se quejo y eso hice.
Me acurreque más a su pecho y de la nada se me ocurrió mirar sus facciones, más detenidamente que otras veces.
Su mandíbula se remarcaba bien, sus cejas en orden, sus pestañas largas pero no rizadas, y esos ojos cafés que miraban atento a la televisión.
No me di cuenta de mi expresión pero él si.
— Que te parece si salimos terminando esta semana.
— Pero si es domingo y aún no empieza.
Me reí.
— Por eso mismo, necesitamos hacer ese plan.
No me negué, hacia mucho que no salimos. Y lo necesitaba, más yo que él seguramente.
— Me parece perfecto
Lo bese lento y el llevó sus manos a mi cintura levantándole en borde de mi polera...