LOVERS 🌹 Camren

NUEVO PERFUME

Subiré los capítulos lo más rápido posible, tengo escuela y es algo complicado, vota y comenta.
Disculpa las faltas...

— Te ves hermosa — Dijo atacando mis labios.
Cierra la puerta y me encamina al sofá con mi mano entrelazada.
Me sienta y besa mi frente.
Esta más cariñosa que otras veces, algo pasa. Nunca la había sentido así.
— Esto ... Es para ti.
Esa rosa ya estaba allí , no la noté, pero se encamino a entregarla de nuevo en mis manos.
Su olor se filtro y me encanto.
Esto gestos y sus ojos encantadores no tenían ese deseo, estaba oculto y yo le Sonreí de manera diferente, no sé explicar exactamente lo que vi en ellos, un matiz de ¿Tristeza?

Eso era lo que tal vez sentía, no la veía del todo bien, ella se veía cansada.
— Te ves.. Algo ... Mal..
Me acerque a ella y antes de que yo tuviera las manos sobre su frente ella me tomo de las muñecas y me sonrió apenas con una emoción extra.
— Oh no, no.
— Pero ...
— Estoy bien Camila.
Ella se acomodo entre el hueco de mi cuello y suspiro tranquila, pausado y pesado a la vez.
Me abrazo una vez más como aquella vez que lo hizo y ahora estaba en las mismas, ella no me quería aquí para lo de siempre.
— Pensé que no vendrías.
No de hecho no podía pero en un momento también me ira.
— No tengo mucho tiempo.
Ella se aparto y asintió en forma positiva.

Me atrevía a decir que yo no tenia ganas de venir, realmente no lo hacia, ella se enojaría o algo por lo que no podía mantenerla así
Mire en dirección a la pared para evitar la llamada en sus potentes ojos verdes, profundos.
Me mataba cuando me miraba así.
— Entonces ... Tendré que ser rápida.

Me llevó a la otra habitación del fondo y comenzó por mis botones.
Besaba con cuidado de no chocarse a mi cuerpo.
Pero la tela de lo suyo seguía muy junta, el punto de todo esto es que en si no sentía su calor como otras veces, era delicada en sus movimientos tan rápidos .
Cuando me di cuenta yo esta expuesta y ella cómodamente se recostó encima mío con su ropa puesta.
Beso mi mejilla, después de otra, y enseguida fueron mis labios, con paciencia y delicadeza.
Sus brazos pasaron atrás de mi y me abrazo en el acto, yo le correspondí al enredar mis brazos en su cuello.
Poco a poco bajo hasta mi estomago y me besaba y mordía.
— Hey! No.
Ella aparto mis brazos y asintió sonriendo.
Hoy más que nunca quería mi cuerpo sin marcas.
Me concentre en este momento y ella de notaba lejana.
Sus labios y su tela se sentía diferente y excitante sobre mi piel erizada.
Estaba respirando agitadamente cuando se detuvo a la medida de mi cintura, su respiración a centímetros de mi piel.
Y yo baje la vista... Estaba contenta, desearía que este momento durase mucho más pero creo que no tenía mucho tiempo, sus ojos esperanzados y oscuros me decían que planeaba estar mucho más tiempo así.
Mierda no, ahora no.
— Lau no hagas esto.
Lleve mi mano a mi cabello pasándolo con irritación.
— Hace tiempo que no te veía así.
Lamió una vez en dirección sur ...
— Me temo que yo no tengo mucho tiempo.
La atraje a mi y la bese, mi lengua delineo la suya, tal sabor me hacia querer más.
Me separe y bese su cuello, esto es lo que quiere ... Pues entre más rápido mejor.
Ella llevó sus manos a su prenda y yo le dije en un susurro que no.
— ¿Qué? ¿Por qué?
Me miro y acaricio mi rostro.
— No será necesidad.
La empuje ahora quedando ella sobre las sabanas, ella se dejo hacer y me apresure a sus labios.
Ella toco mi espalda rasguñandola suave.
No, Lauren, ahora no.
Aparte sus manos de nuevo y ella me miro confundida pero seguí besándole.
Paso su palma sobre mi sexo y yo cerré los ojos y mi respiración se altero más.
— Lern..
Su pulgar se presiono y con otra mano libre me sentó sobre ella.
— Te extrañe...
Su ritmo había cambiado y no pude responder que yo también lo había hecho, en menor cantidad pero lo hice.
Sus fuentes movimientos se acompasaron con los mios que me hizo soltar ahogados suspiros.
Ella solo utilizaba una mano para esto, que bien me parecía único.
De pronto su índice y medio estaban haciendo lo suyo.
— Vamos nadie puede oírte.
Me sostuve de sus brazos y con el fuerte apretón seguramente arrugue su camisa.
No parecía importarle ya que tiro de mi labio, su cercanía era tal que su aroma podía esparcir y llenar una y otra vez la ruidosa habitación.