Diecisiete 🌺

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Jungkook termino de quitarse la camisa, la tiro a un lado sin importancia, y se arrodilló sobre el colchón. Retiró las sábanas que cubrían a su omega y descubrió que este se había desnudado y aliviado él solo, restos de semen cubrían su abdomen. Pero con Jungkook en la cabaña y su aroma por todos lados, el alivio no duró mucho y una nueva oleada de calor lo atravesó.

—¡Alfa... me duele!—Jimin estaba tan necesitado que lloriqueaba casi al borde de la locura, se mordía los labios y se retorcía, lo miró resignado.—¡Está bien! ¡Tomaré mis supresores!

—Ya no vas a necesitarlos. Yo me haré cargo de tu celo.

—¿Lo... harás?—Jadeó.—¡Ya te estabas... tardando!

Jimin fue silenciado por un par de labios que se unieron con los suyos en un roce húmedo y tibio, el alfa era exigente y esa lengua rasposa exploró cada rincón de su boca, embriagandolo.

Jungkook quería ir despacio con Jimin, después de todo era su primera vez, pero el omega no estaba para delicadezas. Como un experto giró la situación y lo tumbo de espaldas, acomodándose en su regazo mientras frotaba su redondeado y voluptuoso trasero contra la erección del Alfa, la lubricación de Jimin le empapaba el pantalón, el instinto dominando sus acciones.

El chasquido de los besos no cesó mientras el omega luchaba por quitarle el pantalón, cuando tuvo el miembro de Jungkook a la vista, se mordió el labio, imaginando cómo se sentiría ser llenado y quedar saciado hasta el cansancio. Bajo su boca y lamió todo el glande, saboreándolo.

Jungkook se inclinó hacia delante con una maldición y aferró las sábanas entre sus puños. Jimin se rió contentísimo al ver la reacción que tuvo, así que animado, intentó averiguar si el falo le cabía en la boca y descubrió que le llegaba hasta el fondo de la garganta.

Hizo una nota mental de que a su alfa le gustaba, lo sabía por los gemidos roncos que llegaban a sus oídos, lo saco de su boca con un suave "pop" y un hilo de saliva cubriendo la punta. Se arrastró sobre su alfa y lo beso, ansioso por tenerlo en su interior.

—Alfa déjame montarte...—Lo sedujo Jimin depositando besos húmedos por toda su barbilla y acomodando su miembro en su lubricada entrada.

Engatusado por los pequeños amagues que Jimin hacia moviendo las caderas, Jungkook se sintio a punto de explotar. Deseaba con desesperación estar dentro de esa caliente humedad, lista para recibirlo. Un movimiento y estaría enterrado entre los muslos cremosos de Jimin...

Gruñó en cuanto comprendió las intenciones del omega. Para los alfa era una cuestión sumamente importante ser los dominates durante el sexo, ellos siempre iban arriba. Que un omega te montara viéndote frente a frente, se consideraba dominación, era algo así como que el Alfa aceptaba someterse ante el omega.

—No, eso no, Jimin.

Había cosas que no le permitiría, ni siquiera en esos momentos tan acalorados. Con un agilidad cambio posiciones y lo tuvo debajo de él otra vez.

—¡Déjame montarte, Kookie!—Lloriqueó Jimin encaprichado.

—¿Así que tu plan era someterme, bebé?—Jimin negó con la cabeza, mordiéndose el labio inferior.—Mentiroso.

Jungkook se contuvo de reír, su omega era tan tierno y astuto.

Con las mejillas sonrojadas, una capa de sudor sobre su frente y los labios hinchados y brillantes, era sin lugar a dudas, la criatura más hermosa que alguna vez haya visto. Ninguna experiencia anterior era comparable a estar con Jimin. 

Un Alfa para mis días de celo||•Kookmin (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora