Veintitrés 🌼

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Jungkook no supo en que momento fue expulsado de la camioneta. Ahora era arrastrado por la corriente del río, las rocas del fondo y las ramas goleando su cuerpo, el agua lo cubría, ahogandolo por segundos. Si no lograba salir, estaría muerto pronto.

En medio del aturdimiento logró divisar una rama en el extremo del río, sacando fuerzas de su lastimado cuerpo, nadó contra corriente para llegar a ella. Su cuerpo se estrelló violentamente contra la madera, varias astillas se clavaron en su piel. Pero no importaba, la corriente ya no lo arrastraba. Ahora a salvo, buscó con desesperación a Hoseok y a Yoongi. Encontró a Hoseok sostenido de una enorme roca que sobresalía del agua.

—¡Hoseok!

El otro alfa alzó la vista y maldijo al verlo.

—¡Jungkook! ¿Estás bien?

Jungkook asintió, a pesar de que sentía la sangre caliente bajar por su rostro. Su bienestar poco le importaba, en cuanto los otros también estuvieran a salvo.

—¡Tienes que nadar hasta aquí, Hoseok! ¡Así lograremos salir del caudal!

—¿¡Estás loco!?—El alfa soltó una carcajada nerviosa.—¡Esta roca me salvó de morir, en cuanto la suelte mi Omega quedará viudo!

—¡Serás idiota!—Jungkook se movió a lo largo de la rama hasta llegar al extremo más cercano de Hoseok.—¡Nada lo más rápido que puedas, te atraparé!

Aunque desconfiado, Hoseok lo obedeció. Tomo aire y se zambullo de nuevo entre las furiosas aguas, la corriente amenazaba con arrastrarlo, pero nadó con todas sus fuerzas y logró sostener la mano de Jungkook. Juntos, se arrastraron a través de la rama y lograron salir del agua. Se tendieron sobre la tierra mojada, respirando agitados y con el cuerpo palpitando de dolor.

—¡Por un momento pensé que dejaría a mi Tae solito en este mundo!

—Conociendo a tu Omega, se las arreglaría para traerte de la muerte de ser necesario.

—Tienes razón.—En medio de la tragedia, Hoseok rió.— Mi Tae no me dejaría descansar en paz sin su permiso.

Jungkook divisó un cuerpo flotando boca abajo siendo arrastrado por el rió. Se levantó de inmediato, alarmado.

—¿Yoongi?—El alfa ni siquiera levantó la cabeza. ¿Acaso estaba...? Su corazón se aceleró, tenía que rescatarlo. Miro a Hoseok.—Busca algo que podamos usar como soga. Voy a sacarlo del agua.

Sin pensarlo dos veces, Jungkook se zambullo de nuevo en el agua, luchó para llegar a Yoongi, a pesar de que el alfa era arrastrado cada vez más lejos, logró alcanzarlo.

—¿Yoongi?—El alfa entrecerró los ojos.—Se que estás herido, mi amigo, pero necesito que me ayudes y nades. ¿De acuerdo?

Yoongi asintió y a como pudo, logró mover su cuerpo.

—¡Jungkook, sujetate! —Hoseok había improvisado una soga con lianas que arrancó por ahí. Se sujeto y Hoseok tiró con fuerzas, arrancándolos de las furiosas aguas. Cuando los tres estuvieron a salvo, de derribaron en el suelo. Completamente agotados.

Jungkook nunca había estado mas agradecido con la naturaleza por haberlos hecho tan fuertes y resistentes. Estaban gravemente heridos, exhaustos, pero vivos. A pesar de la lluvia que caía como dardos sobre ellos, el viento que les congelaba los huesos y la humedad de la tierra debajo de sus traseros, regresarían a casa. En cuanto lograrán ubicarse se pondrían en marcha, ya podía sentir la calidez de los brazos de Jimin cuando volviera, su pequeño Omega había tenido razón. Nunca debió salir de casa con este clima. Ahora lo único que deseaban era estar en su cama y con su pareja acurrucados bajo las mantas, protegidos del clima y olvidados del resto del mundo. Gracias a la luna, estaría de vuelta entre los brazos de Jimin, este lo llenaría de besos mientras lo regañaba, y eso era lo único que le importaba en ese momento.

Miro a los otros alfas, se veían tan exhaustos como él. Hoseok tenía rotos los pantalones y la sangre corría por sus piernas. Yoongi tosia, expulsando el agua de sus pulmones, su brazo derecho estaba torcido en un ángulo bastante extraño.

—¿Qué tan mal están?

—Sobreviviremos.—Yoongi se recostó sobre la tierra, el agua golpeando su rostro.—¿Alguien sabe donde rayos estamos? He patrullando por años nuestro territorio y no reconozco este lugar.

—Es porque éste no es su territorio. —La voz de un alfa se elevó por encima de la tormenta.

Pronto se vieron rodeados por un grupo de al menos diez lobos furiosos. Un hombre viejo y furioso fijo sus ojos en Jungkook.

—Un gusto volver a verte, Joven alfa. Arruinaste mis planes cuando te interpusiste entre mi hijo y ese estúpido Omega. Pero ahora estás en mi territorio.—Le dió una sonrisa malvada y letal.— Y tienes una ofensa que pagar.

El hombre tomo forma animal, transformándose en un enorme y furioso lobo gris.

Un Alfa para mis días de celo||•Kookmin (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora