Dieciséis 🌹

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Un alfa de cabello negro estaba atrapado debajo del fuerte agarre de un pequeñito omega rubio de mejillas sonrojadas que intentaba desnudarlo a toda costa. Jimin ronroneaba mientras dejaba un reguero de besitos húmedos en la mandíbula de su alfa, cada vez que Jungkook intentaba apartarlo, lo mordía.

—Minnie, no puedo hacerlo...—Jimin frotó su trasero sobre la dura erección del Alfa, se rió burlándose de él cuando Jungkook soltó un gemido ronco.—Esto no es gracioso...

—Alfa...

Jimin ronroneó mientras pasaba sus manos sobre el pecho fuerte y cálido de su alfa, en la neblina del celo estaba ansioso por sentir las fuertes y poderosas manos de Jungkook recorrer su pequeño cuerpo, y que lo llenara de caricias sensuales. Estaba en celo y tenía a su alfa. ¿Porque no estaba gimiendo y lloriqueando de placer aún? Ese alfa testarudo se la estaba poniendo difícil, pero el omega no era de los que se rendía. Ya que Jungkook no estaba interesado en desnudarse, lo haría por él.

—¡No me desabroches el pantalón, Jimin!

Intentó apretar las manos de su omega y recibió un gruñido. Esta faceta de Jimin era nueva para él. El omega era una bolita de ternura, sabía que no era sumiso, pero está agresividad lo tomó por sorpresa.

—¿Donde guardas tus supresores?—Jimin se encogió de hombros, indiferente.—Estoy hablando enserio, dime dónde están.

El omega se cruzó de brazos haciendo un puchero y dio una cabezada, enfadado, en dirección del baño. Jungkook logró desenredarse de los brazos de Jimin y fue por el frasco de pastillas, bajo a la cocina por un vaso de agua y cuando regreso con la intención de hacerle tomar algunos, Jimin aventó el frasco al suelo.

—¡Deja de ser un caprichoso y tomate los supresores!

Jimin negó con la cabeza y le saco la lengua.

Jungkook dio un suspiro exasperado. El aroma de Jimin estaba a punto de llevarlo al borde, su lobo le exigía que domara al pequeño caprichoso. No quería que la primera vez de su omega fuera así y que cuando la semana pasara, Jimin se sintiera ultrajado por haberse aprovechado de la situación. O peor aún, que le temiera de nuevo.

—Minnie anda, tomate los supresores.—Jimin giró la cabeza, dispuesto a ignorarlo si seguía mencionando los fastidiosos supresores. ¿Tan difícil era entender que lo que deseaba era que su alfa le quitara el calor?—Te daré un beso si lo haces.

Jimin entrecerró los ojos, dudó unos segundos, pero sonrió y aceptó.

Después de darle dos pastillas, el omega se acercó y le rodeó el cuello con los brazos. Quería su beso. Ahora. Jungkook se encontró ronroneando al sentir el olor característico de su omega. Incapaz de resistirse, le dio un beso que tenía la intención de ser suave y tranquilo, pero el omega no estaba de acuerdo. Pronto se encontró exigiendo que profundizara el beso, dio un suave gemido cuando la lengua del Alfa exploró su boca.

—Minnie tenemos que parar...—El omega chillo en protesta.—Estás en celo y no recordaras con claridad lo que pase. ¿Quieres que nuestra primera vez sea así?

En respuesta Jimin lo volvió a besar. Ah demonios, a quien quería engañar se moría por enterrarse en aquel trasero suave y redondo.

Pero no podía aprovecharse de Jimin. Se arrepentiría después. Se obligó a alejarse y como recompensa recibió una mordida de parte de un frustrado y enojado omega.

Un Alfa para mis días de celo||•Kookmin (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora