Veintiocho 💕

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Pasado unos días, luego del tifón que azotó la región, se hizo necesaria la ayuda de los para la reconstrucción de los techos de las cabañas que fueron dañadas por el viento y la lluvia, limpiar los caminos, los cultivos y demás percances que surgieron.

Para asombro de Jungkook, luego del accidente en el río y la pelea con el padre de Namjoon, los alfas que antes fueron sus amigos empezaron a hablarle de nuevo. Admiraban la fuerza y el coraje que tuvo para enfrentarse, aún herido, con el otro alfa. Además de que Hoseok y Yoongi se estaban encargando de difundir que él los había rescatado del río cuando estuvieron a punto de morir. Estaban exagerando las cosas, por supuesto, pero por mucho que él lo negaba, nadie parecía escucharlo.

Otra cuestión que generó un poco de empatía, pero ahora de betas y omegas, fue la noticia del embarazo de Jimin. Al principio ese emparejamiento no causó más que miradas de desaprobación y comentarios de mal gusto. Pero las opiniones de la gente cambian y tras los acontecimientos pasados y de ser testigos de la desesperación de Jimin por encontrarlo y de saber cómo luchó a su lado con valentía, la manada iba aceptando el emparejamiento. Además de que la noticia de que fueron bendecidos con un cachorro, cuya vida peligraba, ablandó el corazón de más de uno. Jungkook seguia siendo incriminado de complicidad por la matanza de cachorros. Pero se empezaba a dudar hasta que grado era culpable. Lo veían salir temprano de su cabaña, no le importaba que la tarea que le asignaran los ancianos fuera excesiva. Su actitud servicial tenía a todos encantados. Y la manera en la que siempre estaba atento de Jimin provocaba muchas envidias por parte de varios omegas. Jungkook parecía saber incluso cuándo Jimin necesitaría un pañuelo, mucho antes de que estornudara. No era afectivo, o al menos no en público, pero todos sabían del cariño y la debilidad del alfa por su pareja. Algunos hasta se atrevían a expresar sus sentimientos de pesar hacia Jungkook, sabiendo que el Omega era un caprichoso y consentido, no querían estar en su lugar ahora que esperaba una cría.

Fue un respiro de aire fresco, como si su reputación hubiese sido limpiada, al menos un poco. Nunca lo admitiría en voz alta, pero era honesto consigo mismo, el rechazo de su gente le dolía y necesitaba toda su fuerza de voluntad para salir de la cabaña y enfrentarse a las miradas de desprecio de todos los que no lo querían en la aldea. Lo único que lo motivaba a seguir adelante era demostrarle a todos que eran digno, en especial a Jimin. Quería que se sintiera orgulloso del alfa con el que se había emparejado. Qué fuera capaz de caminar libremente sin ser ignorado o criticado. Gozar de cierta aceptación por un pequeño grupo, era un alivio.

Así que todo estaba relativamente bien, por el momento.

—¡¡¡JUNGKOOK, TENEMOS UN CÓDIGO ROJO, REPITO, CÓDIGO ROJO!!! —El pobre alfa, que cortaba con una sierra de mano unas tablas de madera, se cortó la mano ante el sobresaltado que le causó la voz de Tae sonando estridente a través del radio—¡¡¡JUNGKOOK!!! ¡¡¡ES UNA EMERGENCIA!!! ¡¡¡CAMBIO!!!

—¡Maldición!—Jungkook envolvió su mano en un pedazo de camisa y salió corriendo, como alma que lleva el diablo, hacia su cabaña.

El grupo de alfas que arreglaba el techo de una cabaña junto a él negó con la cabeza.

—¿Que creen que sea esta vez?—Preguntó con diversión un alfa castaño.

—No lo sé, pero no quisiera estar en su lugar.—Se carcajeó otro.

Unos detuvieron lo que hacían para retomar el trabajo que Jungkook dejó a medias.

—¿Y si lo ayudamos?

—Si.—Estuvo de acuerdo uno llamado Huyngi—El pobre ya tiene suficiente con que lidear.

Aún riéndose de la desgracia del joven alfa, los demás se agruparon para ayudarle con su trabajo y reconstruir la cabaña que le tocaba.


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El capítulo es cortito pero, prepárense, se viene maratón. 🐾😉

Un Alfa para mis días de celo||•Kookmin (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora