EXTRA: Operación sálvese quién pueda

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La voz suave de Jimin cantando una canción de cuna provenía de la habitación, a medida que se acercaba el aroma dulce de su pareja y de su pequeño hijo se hacía más fuerte, llenandolo de un inmenso sentimiento de orgullo y satisfacción. No había mejor cosa para un alfa que saber que su amada familia estaba a salvo. Jungkook sacudió el biberón que le preparó a su cachorro minutos antes y entró a la estancia. La imagen que lo recibió casi lo puso de rodillas. Jimin estaba recostado en la cama con su cachorro en brazos, amamantandolo mientras le cantaba. Cuando su omega lo vio, sonrió con inocencia.

Jungkook se cruzo de brazos.

—Jimin.

—Jungmin tenía hambre, no te iba a esperar para siempre. —Al ver que el semblante de su alfa no se suavizaba se mordio el labio inferior. —¡Será la última vez, lo prometo!

Jungkook se acercó y no se pudo controlar, tuvo que besar a su amada pareja.

—Ya escuché esa promesa antes. Lo estás malcriando.

Pero no es como si Jimin fuese el único responsable de malcriar al cachorro. Su Jungmin recibía tanto amor y atención por parte de sus amigos que el pequeño estaba acostumbrado a salirse con la suya todo el tiempo. Además, una de las cosas que su omega amaba era cuidar de su bebé. Era su trabajo de tiempo completo dedicarse al cachorro. Jungkook no se interponia a ninguna de las decisiones de Jimin entorno a su hijo pero estaban teniendo unos pequeños problemas con que lo amamantara, los pezones de su omega estaban inflamados y le causaba dolor. Debían hacer que Jungmin aprendiera a tomar su biberón pero seguía prefiriendo los pezones de Jimin.

Y Jimin tampoco ayudaba con amamantarlo a escondidas.

—Sabes que debe tomar su biberón.

—Jungmin odia el biberón.

—Tú odias el biberón.

—Nada se compara con que yo lo alimente, es mi bebé. Sé lo que necesita, Jungkook.

—Pero tus pezones... —No se ánimo a decir nada en contra por la mirada que recibió del omega. —Bien, se hacen las cosas como tu digas.

Jungkook no tenía nada que decir cuando su omega se transformaba en ese lobo celoso y protector con su cachorro. Así que se limitó a acurrucarse junto a ellos en la cama, sosteniendolos entre sus brazos con amor. Su hijo soltó un gorgojeo feliz cuando sintió el aroma de su padre alfa rodeandolos, eso le daba más tranquilidad y seguridad de la que ya sentía. Bien alimentado y seguro pronto se quedó dormido. Jimin lo apartó de su pecho y tras arroparlo con sus mantitas lo deposito en los brazos de Jungkook.

El alfa acomodo a su bebé en su pecho y lo arrullo dándole palmaditas en la espalda y su pequeño trasero.

—¿Que crees que sea?

—¿Te refieres a alfa u omega?

—No es territorial conmigo, los alfas son territoriales con su padre omega cuando son bebés.

—Podría ser beta como Jin y no tengo problema con eso.

—Tampoco yo. —Jimin le dio un beso a su alfa y luego uno a su bebé y se levantó de la cama. —Dame el biberón.

Jungkook observó como Jimin tomaba el biberón como si fuera la cosa más asquerosa del mundo, abrió la ventana y lo lanzó hacia el bosque con desprecio. Muy lejos de la cabaña. Luego volvió a la cama como si nada, dispuesto a dormir. Riendo, Jungkook lo recibió y los tres se acurrucaron debajo de las mantas, listos para dormir en la comodidad de su nidito familiar.

Todo iba bien hasta que llegó la media noche.

—"Bomba sexy" y "El Domador" llamando a "Pezones Sensibles" ¿Estas ahí? ¡Cambio!

Un Alfa para mis días de celo||•Kookmin (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora