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Jaebum.

Otra clase odiosa de literatura comenzaba, pero al menos veía a Youngjae.

Queria conocerle mejor, me gustaba, pero no podía decir si sentía algo mas que solo eso.

Llegue a clase y allí estaba él, además de todos los alumnos, sentado donde siempre.

Me sente a su lado y sonreí.

-Hola-me saludo.

Al menos, ahora no lo había asustado.

-Me dijiste que te ayudara con la chica del juego, ¿has descubierto algo mas que nos pueda ayudar a encontrarla?-me pregunto.


-No, ya no estoy interesado en encontrarla.

Él asintió, no parecía afectado por la noticia. Supongo que le daba igual.

Continuo escribiendo en su cuaderno.

-¿Que estas haciendo?

-Los deberes, para cuando llegue a casa no tener que estar tanto tiempo.

Iba a contestar, pero vino otro profesor a informarnos.

-Vuestro profesor de literatura ha faltado por motivos personales. Como es ultima hora, podeis decidir si iros a casa o os quedais aquí estudiando. Sois mayores, asi que no tengamos que llamaros la atención--después de eso se marcho.

Yo recogi mis cosas emocionado por volver antes a casa, almorzaría mas temprano y tendría mas tiempo para jugar. Muchos compañeros se fueron corriendo de la clase antes que cambiaran de opinión.

Yo iba a hacer lo mismo, cuando vi a Youngjae continuando haciendo sus deberes.

-¿No te vas?-le pregunte, con la mochila ya en mi hombro

Youngjae negó.

-¿Porque?-volvi a preguntar.

-Asi me concentro mas con los deberes. Igualmente tengo que esperar a mi madre para comer-me dijo.

-Puedes hacer los deberes en casa mas cómodamente.

Mire a mi alrededor y ya solo estábamos nosotros dos.

Youngjae suspiro.

-Se me olvidaron las llaves. No puedo entrar a casa, hasta que llegue mi madre.-dijo dejando el bolígrafo a un lado.

-Aah. Puedes quedarte a comer a mi casa-le propuse.

Youngjae se lo pensó. Me encantaría que aceptara.

-No puedo,no me gusta dejar que mi madre coma sola-contesto.

Solte mi mochila y me sente a su lado.

-¿no te vas?-me pregunto

-No. No quiero dejarte solo en clases-le dije- asi te ayudo con los deberes, mientras yo hago los mios.

Asi estuvimos toda la hora, la clase totalmente para nosotros, hasta que terminamos los deberes y nos pusimos a hablar hasta que termino la hora, sonando el timbre.

-Gracias por quedarte conmigo.

Lo acompañe hasta su casa, y yo segui caminando, ya que mi casa estaba mas lejos.

Habia almorzado y ahora me disponía a jugar, me había quedado mirando la televisión como dos horas, no me había dado cuenta que eran las cinco y media, ya estaba empezando a atardecer.

-Hijo, ¿puedes ir a comprar unas cosas para la comida de mañana?-me pidió mi madre.

Ya que realmente no era una pregunta, me lo estaba ordenando sutilmente.

-Claro-le conteste.

Me dio la lista con dinero, y me marche.

Camine hacia el supermercado.

Desde lejos, vi la casa de Youngjae y me pregunte que estaría haciendo.

Cuando pase por delante de la puerta, lo vi sentado en las escalera. Aun vestido como esta mañana y la mochila a su lado.

-Youngjae-lo llame.

Él se asusto como era costumbre. Creo que se estaba quedando dormido.

-¿Aun estas aquí?-le pregunte- ¿no has almorzado?

Él negó.

-Mi madre me llamo que llegaría tarde. No quise molestarla diciéndole que no tenia llave.

Debe estar hambriento.

-¿Quieres acompañarme al super?-le pregunte.

Youngjae asintió.

Iba a ponerse la mochila en sus hombros, pero se la quite y él me sonrio.


¿Quien eres? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora