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La semana de examanes termino. Mañana saldrían juntos, además de Jin Young y Bambam. Ambo estaban nerviosos. Youngjae se recordaba una y otra vez que no era una cita, que no se hiciera ilusiones, ya que si fuera una cita no irían sus amigos.

Jaebum por otro lado maldecía que aparecieran los otros dos fastidiándole la salida con Youngjae.

Además, que a penas se vieron, al menos no como antes, ya que regreso el profesor de literatura y ya no estaban esa hora juntos. Solo el descanso, la llegada al instituto y el camino a casa. Faltaba un a hora en la que estaban sentados juntos.

Pero hoy Youngjae, aprovechando que habían terminado los exámenes y no estaba su madre, decidio conectarse un rato al juego y desconectar de la realidad un tiempo.


-¡Hey Ars!

-¡Oh por dios!-se asusto Youngjae, ya que mas que conectarse Jaebum le saludo- ¿Cómo sabias que estaba aquí?

-Pues acabo de conectarme y estábamos juntos antes de guardar el juego.

Youngjae asintió. Tenia razón.

-¿y ahora donde vamos?-pregunto Jaebum ya que seguía a Ars sin saber a donde se dirigía.

-Al ultimo templo-constesto.

-¿Ya tan rápido? ¿Estamos preparado para enfrentarlo?-pregunto desconfiando Jaebum.

-Seguro que si, mientras caminamos hacia el desierto conseguiremos experiencia-respondio.

-¿Desierto?-volvió a preguntar.

Youngjae le entrego la siguiente pista.

"Id a la ciudad sin vida, donde los muertos aun se creen vivos. Deberéis hacer que acepten su sino"

-¿Y como sabes que es un desierto?

-Pues... ciudad sin vida y que es el único sitio del mapa que aun nos queda por ir.

Jaebum asintió. Tenia lógica.

Caminaron y mataron a los monstruos que encontraron por el camino, consiguiendo experiencias, nuevas armas, flechas y comida.

Poco a poco el terreno se fue convirtiendo mas árido y seco, además de que la vegetación también desaparecia.

Llegaron a la ciudad, en la cual, solo quedaban en pie tres casa, había una en el centro rodeado de muertos vivientes, se podrían decir zombies, pero tenían mas pinta de momias.

La casa del centro es la única que parecía que tenia mas vida que las demás, solo por la diferencia que sus colores eran mas llamativos. Tenia un molino, pero no pasaba agua, estaba todo seco. Sin vida

Evitando ser vistos por esos monstruos entraron en la casa.

Alli sonaba una canción, un tanto espeluznante. Youngjae tenia miedo, pero trataba que no se le notara. Pero la música no ayudaba.

-Aquí no hay nada-dijo Jaebum.

Youngjae negó y se fue hacia la puerta, hasta que vio la caja de música que tocaba esa canción infernal.

Decidio no tocarla, por si provocaba la furia de algún monstruos, fantasma o lo que sean.


Salieron de la casa y decidieron mirar en las demás. Hasta que Jaebum entro en una cueva. Youngjae se distrajo con una de las casa y no lo vio irse.


Primer error, separarse.

Jaebum entro en aquella cueva y parecía que ahí es donde nacia el rio, por donde estaba el molino, pero no había agua.

-¿Que haces aquí?-escucho una voz. - ¿Por qué siempre vienen a molestarnos?-siguio hablando- ¿quieres unirte a los nuestros?... esta bien.

Del pozo donde nacia el rio empezó a salir un liquido morado extraño, no era agua, pero mas que toco a Jaebum, comenzó a restarle vitalidad, además de paralizarlo sin poder gritar para que Ars lo ayudara.

-¡Defsoul!-grito Youngjae entrando en la cueva.

Se asusto al verlo paralizado y sin poder hacer nada, mientras su vitalidad bajaba lentamente.

Youngjae evitando el extraño liquido llego cerca de aquel fantasma, pero como volaba cerca el techo de la cueva no podía alcanzarlo. Además, era un fantasma no podía matarlo.

-¿Quieres unirte junto a tu amigo?

-¡No!-gritó.

Miro a su alrededor, debía de haber alguna manera de escapar. Entonces, lo vio. Habia algo escondido en la tierra, justo antes que el liquido alcanzara su mano recogio un papel.

Era una foto. La reconocio al instante, era la casa del principio, pero había dos personas y al fondo se veía la caja de música.

Youngjae recordó la canción y comenzó a tararearla.

Todo se quedo paralizado y en silencio en ese momento y Youngjae continuo.

-Esa canción-dijo asombrado el fantasma- hermano... te echo mucho de menos, ¿pero que estoy haciendo?

Como si de una maldición se tratase el agua cambio a azul y empezó a fluir como el rio que era hacia afuera. Devolviendo la vitalidad robada a Jaebum.

-Gracias por librarme de aquella maldición. Esa canción la compusimos mi hermano y yo. Debe estar esperándome.-dijo el fantasma antes de desaparecer.

-Wow, ha sido alucinante.

Ars asintió.

Ambos salieron de la cueva y vieron como los demás muertos vivientes regresaban a sus tumbas a descansar.

-¿Este es el final?

Youngjae no contesto, ya que el agua del rio alcanzo el molino, el cual comenzó a girar, reproduciendo la misma canción espeluznante, pero al añadirle la velocidad del rio, sonaba como una canción alegre y de celebración.

-No lo creo, aun no hemos vencido al monstruo.-Youngjae camino y entro en la casa.

-¿A donde vas?-pregunto Jaebum corriendo tras suya.

Ars puso la foto en el marco vacio junto a la casa de música y un estruendo sono en el exterior.

Salieron corriendo y vieron como un muro daba camino a lo que seria su siguiente templo.

-Ahora comienza nuestro ultimo templo y solo un monstruo para el jefe final.-anuncio Youngjae.


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