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Jaebum

Mas que sali del castigo, inmediatamente fui a mi casa e ingrese al suelo.

Es entre semana asi que dudo que Ars este jugando.

Entro en el juego y mas empezar me llega una notificación.

"Su compañera también esta conectada"

Ese mensaje nunca lo vi, siempre soy el primero en entrar en el juego, pero esta vez Ars me gano.

Me teletransporto hasta donde esta ella. Es algo bueno de los compañeros, que puedo ir hasta ellos rápidamente. A no ser que estemos dentro del algún templo o luchando contra algún jefe.

Llego hasta ella y esta entrenando matando a algunos pequeños monstruos.

-Hola-le saludo. Ella me mira, para después seguir peleando- ¿Qué haces que estas jugando entre semana?

-Mi madre no esta. Asi que aprovecho.-contesto, mientras terminaba con la vida del ultimo monstruo- ¿Continuamos la aventura?

-Si-contesto.

-Encontre una carta

-¿Ya esta la siguiente misión?

-Si. En resumen cuenta, pide que vayamos a las montañas nevadas. Hay algún monstruo loco liándola-resumio.

-Pues vámonos.

Con los caballos que teníamos, nos fuimos hacia las montañas nevadas. Se veian desde lejos, parecían que estaban cerca, pero era mentira.

-¿Sabes que es lo malo que esta haciendo el monstruo?

-Pues es un monstruo de nieve y esta congelando a todo el mundo a su paso.

-Vaya-comente.

Estuvimos bastante tiempo en silencio, consiguiendo materiales de mientras.

-Y...

-¿que?-pregunte.

-¿Ya tienes pensado la siguiente pregunta?

-La verdad que ya me da igual. Ahora mismo tengo otra prioridad.

-¿El chico que te gusta?

-Si. No quiero distraerme.

Ars asintió.

-Si necesitas ayuda solo pídela-me dijo.

Después de esta conversación no hablamos en todo el viaje. Al menos hasta que llegamos donde comenzaba a haber nieve.

-Odio la ropa que siempre tienen las chicas en los juegos-comento Ars.

-¿Que ocurre?-pregunte.

-Mi personaje empieza a tener frio y eso esta comenzando a bajar mi vitalidad.

-Mierda.-comente.

Rápidamente me quite mi capa y se la puse en los hombros. Rápidamente como su personaje entraba en calor.

-Gracias-me dijo-creo que debería guardar ya.

-Esta bien. Nos vemos el fin de semana.

Y sin mas su personaje y caballo desaparecieron.

Yo decidi retirarme también. Deberia terminar todas las tareas.


Al dia siguiente estaba deseando ver a Youngjae.

De camino al instituto lo vi caminando y fui corriendo hacia él.

-¡Hola!-salude

-Ah-exclamo agarrándose el pecho- me asustaste- otro dia que le asusto- hola.

-Perdon. Tratare de no asustarte-dije, me apuntare acercarme a él con cuidado, se asusta fácilmente.

-¿Que tal tu castigo ayer?-me pregunto.

-Eterno-conteste en una sola palabra.

Youngjae se rio.

Por dios que hermosa risa. Otra nota, hacer reir a Youngjae mas a menudo.

Cuando se dio cuenta que se rio muy fuerte, se tapo la boca.

-¿porque te tapas?

-A muchos no les gusta mi risa

-¿Que? ¿Quién dice eso? Es hermosa. Conmigo no te cortes, rie tranquilo. Y con los demás tampoco, que piensen lo que quieran. Si no les gusta se aguantan. Seguramente tengan envidia.

Youngjae me sonrio.

Justo en ese momento escuchamos el timbre del instituto avisando el comienzo inminente de las clases.

-Nos vemos en literatura-dije.

Nos despedimos rápidamente y corrimos cada uno hacia su clase correspondiente.

Ya me esperaban tres horas deseando que fuera literatura. Y pensar que antes odiaba esa clase, aunque sigo odiándola, pero no a mi compañero.


¿Quien eres? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora