2. Gemelos y Rubios° Roxas Pov's °
Quedaban veinte minutos antes de que mi tren llegara, tomaría uno hasta el centro de la ciudad y luego iría caminando a casa. Encuentro innecesarias las clases de doble turno, tenernos todo el día metidos de cabeza en el colegio, impidiéndonos hacer alguna otra cosa productiva como asistir a un curso de musica o quizás un taller de pintura. Pero estoy agradecido de que sea el último año de preparatoria. No más cambios de colegio, no más cambios de ciudad, no más cambios de casa y en definitiva no más cambio de compañeros de clases, eso se acabó.
¿Saben lo horrible que es ir de academia en academia siendo siempre el chico nuevo? Jamás tengo suficiente tiempo de adaptarme, y si lo hago, luego me encariño con las personas que dejo atrás y es terriblemente doloroso despedirse, así que estos años decidí que lo más sano es tener amigos superficiales, que estén allí para ahuyentar la soledad cuando hace falta pero que no valgan para nada más. Lo malo, es que cuando te acostumbras a estar con ese tipo de personas huecas, acabas por preferir el aislamiento y clavarte a voluntad la cuchilla que tiene grabada la palabra «incomprensión». No son personas especiales para ti, así que poco te importa a la hora de decir adiós.
Gracias a los constantes cambios desarrollas habilidades sociales, pero luego te sientes hipócrita, porque sabes que tratas con la gente por mera educación, y bien, puede que hayan varias personas que te caigan en gracia, pero entonces tu corazón se cierra, se bloquea y se cubre de espinas para no ser alcanzando, y te encuentras a ti mismo batallando por no encariñarte con nada ni con nadie.
Una voz suave me extrajo de mis pensamientos.
—Hey, eres tú cliché, ¿cómo estás? —preguntó la chica parada de pronto a mi lado—. ¿Sí seguiste mi consejo de esta mañana y no volviste a quedar como estúpido?
Era la misma que me había ayudado con los papeles en la mañana. Cabello corto negro, femenina pero no rosa, maquillaje oscuro pero no exagerado, parecía salida de alguna banda de rock moderno.
Era, entre atractiva e intimidante, más atractiva.
—Me temo que no, el profesor de historia te podría contar cómo hice el ridículo más de tres veces en solo una hora —respondí—. ¿Y a que vino eso de cliché?
—Oh, ya sabes —comentó ella, rodando los ojos—. Eres el perfecto estereotipo de chico nuevo; torpe, rubio, ojos azules, muy lindo... lo de siempre.
Lo había dicho tan mecánicamente, que no sabía si era algo bueno o algo malo.
—Asombroso ¿Todos los días llegan chicos torpes, rubios, con ojos azules y lindos a la academia? —solté con una sonrisa—. Que pena, y yo que me creía especial.
—Soy experta en aniquilar sueños y esperanzas —afirmó dignamente—. Acabas de descubrir que no eres especial y puede que el primer día de clase te parezca malo, y la insufrible chica gótica muy antipática, pero mi filosofía dice que los días que se aproximan serán peor y las chicas insoportables incrementaran en numero.
—Vaya, eso es poesía.
Le aplaudí bromeando.
Ella sonrió.
—¿Te llamas Xion? ¿No es verdad?
—Me honra que lo recuerdes —respondió contenta.
—Es que hay un átomo en el cerebro que se llama así y... bueno... me agradan los procesos cerebrales, fue fácil recordarlo, no es algo común.
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• C r y L i g h t •
FanfictionXion odia muchas cosas, como cualquier persona, pero si hay algo que de verdad aborrece es a la sociedad femenina y ser parte de ella, porque existen un sinfín de estupideces de las que no puede evitar formar parte. Como si la historia se repitiera...