Salí de la ducha, no hay nada que ame más en esta vida que tener el baño dentro de mi habitación. Hoy me gustaría ir a dar una vuelta por casa de Roxas, salir al centro comercial de la ciudad con él o pedirle que me acompañe a la biblioteca a buscar unos libros. En cualquier caso, estoy de ese buen humor extraño en el que me apetece algo de compañía. Me pasa que estoy alrededor de dieciséis horas evitando a la gente y luego tengo la necesidad de interactuar con alguien sin motivo aparente.Sequé mi cabello húmedo y me eché la toalla al cuello. Al abrir el closet quise buscar algo cómodo, nada que apriete demasiado, estoy hinchada, creo que por el SPM.
Elegí unos jeans oscuros y rotos, junto con una camisa turquesa holgada que tenia el icono de las reliquias de la muerte. Las botas de estilo militar le sentarán bien. Ya me ayudarían las pulseras, gargantillas y el maquillaje a que luciese mejor el conjunto.Dejé la ropa sobre la cama, tomé un sujetador y me deshice del paño.
—Xion, bonita, ¿puedes hacerme un favor? Tengo hoy una... —La puerta se abrió de improviso, era Saïx, mi padre—. Un... Una... —sus ojos pasaron fríamente por encima de mi—. Oh, lo siento...
—¿Y LO DICES TAN TRANQUILO? —grité mientras volvía a colocar torpemente la toalla alrededor de mi cuerpo, ni siquiera se atrevió a retroceder, solo se quedo allí parado esperando a que yo agregara algo más—. ¡Se toca la puerta antes de entrar al cuarto de una chica, es una ley universal creada desde el génesis! ¿Qué quieres?
—Esta noche tengo una cena importante —prosiguió. Estaba bastante rojo, sí, pero no parecía turbado en particular—. Y todos los los empresarios y ejecutivos invitados llevaran a sus esposas.
—Pues vuelvete menos insoportable y buscate una esposa —le recomendé poniéndome una mano en la cadera—. O invita a tu secretaria, yo qué sé.
—No es la clase de reunión en la que pueda llevar a una secretaria.
—No quiero ir —solté de plano—. Pasar la velada junto a tus estirados superiores solo para caerles en gracia no es una idea lo suficientemente atractiva. Para empezar me harás vestir como si fuera a ver a la reina de Inglaterra, luego pretenderás que tenga buenos modales en la mesa y para rematar querrás que finjamos ser una bonita familia, cuando la verdad es que no estoy segura de que te acuerdes si quiera de mi cumpleaños.
—¿Estás molesta conmigo por algo, linda?
—Siempre estoy molesta contigo —me crucé de brazos—. Justo ahora estás siendo amable y eres muy dulce, me agrada. Pero luego se te pasará, te pondrás apático o de mal humor y me gruñirás si intento dirigirte la palabra ¡estoy cansada de eso! Sé que no soy nadie para reclamarte y eres un adulto, tu vida es tuya. Sin embargo, eso de llegar a las tantas de la madrugada medio muerto por el alcohol tampoco es una conducta que me guste mucho, ¡te vas todo el día y regresas ebrio! ¿Sabes cual fue mi última certificación de notas? ¿sabes si me va bien o mal en el insti? ¿si me drogo? ¿soy lesbiana? ¿promiscua? ¿tengo mil novios? ¿amigos? ¿sabes algo sobre mi? ¿mi nombre completo?
—Sé tu nombre completo y sé también que no eres ese tipo de chica —respondió. Ahora la ruborizada fui yo. Él tena la ideas muy claras aquella mañana—. Si no confiara en ti no te dejase sola tan seguido, es un alivio poder trabajar tantos turnos en paz porque sé que eres tú la que está en casa y no me das problemas. A lo mejor soy descuidado y tus notas no son las mejores, pero me consta que has aprobado todos años.
Bajé la mirada sintiendo la calidez aflorar en mi pecho, me quiero hacer la dura, pero me puede cuando habla así. Mis dedos apretaron la toalla lado a lado de mis piernas mientras mis ojos volvían a mirarlo.
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• C r y L i g h t •
FanficXion odia muchas cosas, como cualquier persona, pero si hay algo que de verdad aborrece es a la sociedad femenina y ser parte de ella, porque existen un sinfín de estupideces de las que no puede evitar formar parte. Como si la historia se repitiera...