AMOR DE MOSTRUO

PERDONAME....

Narración normal:
El ambiente se puso tenso en ese momento, la mujer se quedó impactada por el chico felino que en cualquier momento puede atacar.

- Tiene mucha energía he minino, ¿Como lo capturastes?- Pregunto la señora al Sr. Agreste, que se recuperaba del golpe que ella misma le dio.
- Eso no importa, lo que importa es el trato de las armas.
- Te pagare el triple de lo que acordamos por la criatura- fue director al grano.

Ella veía a Chat Noir como un tipo de armas de fuego demasiado poderosa, pensando en utilizar su genética para crear más como el.
- Lamento decirle que EL no está a la venta, sería mejor que estemos con los plan...- lo interrumpió la mujer con una risa como si de una broma se tratara.
- Por favor Gabriel, el es algo único en su clase, una criatura que nadie lo a capturado, hasta que tu llegastes para que desaparezca de la ciudad. Tienes que admitir que este monstruo es...- la interrumpen el mayor con unas palabras que el gato no se la esperaba.
- NO ES UN MALDITO MONSTRUO, EL ES MI HIJO.- Nunca se espero que lo dijera, le gato dejo su posicion de ataque para estar ver con claridad sus ojos del mayor. Los tenía cristalizados, apunto de soltera un llanto insoportable.- No dejaré que lo toques.- las últimas palabras las dijo con una voz cortante, intentando aguantar la tristeza que tenía.

Narra Chat Noir:
El ambiente de la habitación se puso demasiado incomodo, lo único que quería en ese momento era irme de aquí.
- Solo lo dices para que no me lo llevé.- rompió el silencio la señora con una voz bastante fastidiosa.- Es obvio que el no tiene ningún sentimiento hacia cualquier persona.

Ella estaba demasiado equivocada, yo amo a mi princesa, pero de una manera, me llegó un sentimiento de culpa, lo mire fijamente, tenía las lágrimas a punto de caer por sus mejillas, ¿de verdad sufría que yo lo ignore?

Me acerque poco a poco hacia el, coloque mi rostro contra su pecho y empecé a llorar y dándole un abrazo en el acto. Tal vez me convirtió en un monstruo, no le importo que dañara a mi princesa, de una manera o de otra, el tiene el corazón blando en los más profundo de ese ser que ahora veo.
- Como lo siento.... padre.- lo dije en forma de susurro para que solo el me escucha, y al parecer si lo escucho, siguiendo mi abrazo.
- No, tu tienes que perdoname a mi por todo lo que hice sufrir.- el también me decía con susurros, escuchando como se cortaba su voz al hablarme sintiendo que no lo soltara...
Siento que todo lo que pasó entre nosotros ya está en el pasado, para continuar con nuestra vida con el.... Mi padre.
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Hola amigos lectores, estos es el antepenultuma parte de esta gran historia, en este momento intentaré sacar más pronto mis partes.
Sin nada más que decir nos vemos pronto.