•
—Ey, soy una chica! Pero bueno si fuera una a la que le dijeran que solo la quieren de puta privada un Ferrari rojo como el tuyo no estaría mal; ya sabes para ser una puta de verdad.—Ahora soy yo que rió.
—Típico de ti Charlotte, ¿Si fueras una chica increíble sencilla y amable, qué te gustaría?
—En ese caso, me gustaría una cena romántica, chocolates, un osos de peluche, flores, podría estar toda la tarde diciendo cosas que le podrían gustar.
—Creo que algo así le gustara.
—Nunca me habías preguntado como pedir perdón a una chica.
—Nunca había tenido la necesidad de hacerlo.
—Ella es especial.
—Perfecta...
—Charles...—pego un grito que tuve que alejarme el aparato.—Estas enamorado.
—Voy en camino.
—¿Cuál es el nombre de la afortunada?
—Helena.
—¿Y tan bien te lo hizo?—Pregunto entre risas.
—Aún no he dormido con ella.
—Tienes que presentarme a esa chica.
*
* *Creo que ya perdí suficiente tiempo para arreglar las cosas con helena. Llevo una semana en la ciudad y aunque he querido abrir una brecha para ir a verla no he podido, he tenido una agenda muy apretada esta semana.
Helena...
Si les cuento que Charles no me a buscado ¿Me crearían? Deberían ir creyéndome, porque es así y duele, pensé que teníamos una conexión, algo genuino. Yo no le pedí prácticamente nada, solo sinceridad y lo que recibí fue decepción, la mayor; me quería como juguete.
Cambiando de tema, ahora estoy en lo de siempre, trabajando, hoy la habitación del jefe tiene un olor delicioso, parece ser que es una loción nueva; imagino que muy costosa pero él puede darse esos gustos.
Acabo de terminar mi horario de trabajo, voy a recoger a Derick. Tomo el subterráneo, esta súper lleno ya que esta es la hora pico pero logre encontrar un lugar al lado de un muchacho muy amable. Beje en la parada correspondiente a una cuadra del colegio de mi pequeño, camino lo que falta para llegar a la instancia ; al llegar Derick corrió hacia a mi y me abrazo, les juro que nunca me cansare de eso, nada se compara con ese cariño tan inocente, él de un niño.
*
* *Derick acaba de irse a la cama, ya es un poco tarde yo también lo haré, aunque le agradezco al cielo que mañana y el domingo me dieron el día libre para descansar.
Subo la escalera, la cual me parece eterna, dos toques en la puerta impiden que llegue a mi destino. Bajo los escalones que recién había subido, al abrir la puerta no había nadie... Solí un hermoso oso de peluche, más o menos del tamaño de Derick.
Salgo para intentar ver a alguien pero nada, me hinco para tomar el oso y ahí es cuando lo veo.
—“Disculpa la hora pero mi corazón no para de preguntar por ti. ¿Qué le digo?”— no saben lo tierno que se ve con una cajita de corazón en las manos, pero por más lo que me parezca no debo seder tan fácil, si es cierto que quiero lanzarme a sus brazos y besarlo no lo haré, debo ser fuerte.
Pero se ve tan bello formar como siempre, literal estoy babeando.
—Eso depende de lo que le quieras responder.— Cargué el oso y lo coloque en mi costado.
—Que eres perfecta para mi... Tú nadie más. Estoy seguro que eres la correcta, la que hará que mis días malos estén llenos de colores. Eres lo mejor que aún no tengo.
•
K.R
*Oso de peluche que Charles le regalo a Helena en multimedia. 😘😘
Espero ver sus votos y comentarios, eso motiva mucho, se siente feo cuando escribes y ves que muchas personas leen pero no votan y te hacen sentir que feo.. Por favor voten y comenten si le gusta la historias y que creen que se viene en los próximos capítulos.
Besos mis amores...😘😘😘
ESTÁS LEYENDO
Míster Hartmont
Любовные романыCharles Hartmont multimillonario dueño de una cadena de bancos distribuidos en toda Europa. A sus 29 años es un hombre calculador; adicto al orden y la puntualidad. No hay nada que se escape de sus manos; él todo lo sabe. ¿Qué tendría que pasar para...