Charles Hartmont multimillonario dueño de una cadena de bancos distribuidos en toda Europa.
A sus 29 años es un hombre calculador; adicto al orden y la puntualidad.
No hay nada que se escape de sus manos; él todo lo sabe.
¿Qué tendría que pasar para...
Caí... y les juro que no quería caer pero lo hice.
Caí en el abismo del amor.
Y ahora no se como salir.
¿Sera idiota este hombre? ¿Que cree que con un arreglo de flores (muy hermoso por cierto) va a arreglar las cosas. Creo que para ser un hombre tan exitoso en los negocios le falta un poco mas de razonamiento en algunas cosas.
No diré que no lo ame, porque lo que siento por el no pasara en varios meses, pero lo que el me hizo no se arregla con simples disculpas, flores y regalos costosos; yo merezco mas que eso. Quiero honestidad que fue lo que merecí desde el primer instante.
-Helena, ya viste lo que te envió Charles... - dice Derick quien viene corriendo hacia mi. -Están hermosas ¿cierto? Te deben encantar, son tus favoritas Helena.
-Si pequeño.- Le conteste a mi inocente pequeño con una sonrisa vacía sin mostrar los dientes.
Lucney me mira a los lejos, hizo una mueca, tomo sus cosas y se despidió con un beso en la mejilla y se marcho, no sin antes decir - Hablamos luego.
El resto del día se me paso rápido ayudando a Derick con la tarea del colegio (casi llega a junior o la primaria), haciéndole merienda y viendo juntos un maratón de Harry Potter como buenos ingleses.
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Derick
Charles...
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Un puto mes que no la veo y me estoy volviendo loco. Estoy todo el día de mal humor al menos eso es lo que dice Julia y mi madre que vino a la ciudad por unas semanas, y la cual no me deja de preguntar por Helena.
