•Narra Charles...
Mi madre entra a mi despacho sin tocar.
—Hijo, esa chica de ojos verdes que trabaja para ti es muy simpática.
—No sé de quién me hablas pero me alegra que te agraden mis empleados.
—¿Cómo es que no conoces las personas que tienes trabajando en tu casa?— me reprocha.
—No tengo tiempo para esas cosas, mamá, para eso tengo un equipo de seguridad muy eficiente.
—Ay, hijo mío, como me gustaría que fueras más sensible en algunas cosas; como conocer a las personas que entran y salen de tú casa.
— Mamá, los de seguridad se encargan de registrar esas cosas. Hice una reservación para ir a cenar a las siete.
—Está bien mi niño.
Rodé los ojos, mi madre aún no comprende que ya crecí.
•
Josep me llamo hace unos quince minutos para entregarme la información que le pedí, le dije que me encontraba en casa que lo esperaba.
—Julia, Josep vine de caminó, cuando llegue lo hace pasar a mi despacho.
—Si joven Charles.
Dicho esto me introduje en mi despacho. Me serví un vaso de Wisky con hielo para espera a Josep.
La primera noche que la bese sus labios encajaron tan perfectamente con los mios que por un pequeño instante me asuste. Pero luego saborear sus labios fue como tocar el cielo y eso me relajo, me hizo disfrutar el momento. Me hizo querer más.
Ya la he besado varias veces y me gusta, me gustan sus labios, me gusta ella, simplemente ella, tan sencilla, tan hermosa e inocente, que me encanta.
—Esa chica te tiene muy distraído. — la voz aguda de Josep me saca de mis pensamientos. —llevaba rato tocando y no respondías.
—Hola Josep, por favor toma asiento — le indico con las manos unas de las butacas en frente de mi escritorio, me acomode en mi asiento.
—¿Que encontraste?
—¿Estás seguro que no la conoces?
—¿Crees que si supiera lo que necesito, te hubiera pedido investigarla?
—Su nombre es Helena James.— dijo y saco un sobre blanco de un portafolio que trajo consigo.
Lindo nombre debo decir.
— Me gusta.
—¿Enserio no sabes quién es? Una joven tan bella no fácil de ignorar.
—Ya te dije que no.
—Tiene veintitrés años, su madre murió hace siete años y su padre murió hace casi un año. Deudas, está hasta el tope de deudas, sin contar la fortuna que te debe por la hipoteca de su casa.
No dije nada, no sé lo que estaba buscando pero estoy seguro de que no era esto.
Josep se paro de su asiento dejando caer el sobre blanco sobre mi escritorio para luego dirigirse a la puerta.
—Helena James, trabaja para ti y si hay algo más que necesites saber esta en ese sobre.
¿Trabaja para mi?
¿Helena? No me dijo que trabajara en un banco.Vi a Josep cerrar la puerta, dejando me soló, sin palabras, con mucho más dudas de la que ya tenia sobre Helena.
Helena James...
Me dedique a ver el contenido del sobre, más de veinte hojas con información de Helena, fotos de ella y Derick, fotos de ella saliendo de mi casa, de mi banco; maldición, ¿Si estaba tan cerca cómo es que nunca la vi? Porque si algo tiene Josep es razón, una chica tan hermosa y sencilla como ella no puede ser ignorada. Simplemente no puede.
Leí cada párrafo, cada linea, cada palabra que contenía la información de la vida de Helena, para al final simplemente sentirme mal. Mal por entrometerme en su vida, mal porque ella oculta todos sus problemas detrás de una sonrisa, una sonrisa que podría conquistar el mundo, que me conquisto a mi pero que en el fondo hay un mundo lleno de dolor.
Me levante rápidamente de mi asiento y salí a paso rápido de mi despacho.
—Hijo—Me llama mi madre.
—Ahora no mamá — dije y me dirigí al parqueo.
—Pero Charles, ¿Adonde vas a esta hora, hoy domingo?
Sus palabras me hicieron recordar que son pasada las ocho de las noches del domingo y a esta hora no podre hacer nada de lo que tengo en mente.
•
K.R
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Míster Hartmont
RomantizmCharles Hartmont multimillonario dueño de una cadena de bancos distribuidos en toda Europa. A sus 29 años es un hombre calculador; adicto al orden y la puntualidad. No hay nada que se escape de sus manos; él todo lo sabe. ¿Qué tendría que pasar para...