🌹 Capítulo 1

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I know, tengo un chingo de historias en curso pero ¿qué les puedo decir? Estoy enamorada de la idea del amor y quiero expresarlo en mis historias cx

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En París, la capital francesa, ciudad donde el mundo podía darse lujos y los que tenían el título de burgueses podían mirar sobre el hombro al que no, vivía una familia de comerciantes navales importante.

No había esposa en esa pequeña familia así que la casa sólo la mantenían tres hombres, el padre y los dos hermanos mayores, dejando todas las labores del hogar al hermano menor.

El padre, al que todos conocían como Chuck, era el que dirigía aquel comercio naval, poseyendo tres barcos atracados en las costas que se dedicaban a acarrear telas y cualquier otro producto que se encontrara lejos de Francia. Había quedado viudo al nacer su último hijo así que el trabajo era lo único que lo mantenía a flote—gracioso viendo a lo que se dedicaba—Pero en aquellos tiempos no era fácil pues la piratería reinaba en los mares.

El hermano mayor, Lucifer, era un noble notario en la ciudad por las mañanas pero durante las noches perdía todo lo ahorrado en apuestas y bebida. La desdicha de haber sido dejado por su mujer y el dolor de no poder ver a su hijo lo consumía todos los días. Había vuelto a casa de su padre con el rabo entre las piernas y ahora tenía que ayudar a pagar deudas y todo lo que su padre no podía cuando el comercio iba mal.

El hermano de en medio, Michael, era ayudante de su padre. Intentaba aprender lo que fuera del negocio para poder dirigirlo cuando Chuck no estuviera pues el hombre ya era viejo y en cualquier momento tendría que retirarse, Michael prefería tomar las riendas del negocio él mismo antes que soltárselas al irresponsable de Lucifer; no se llevaba bien con su hermano, lo había sacado de muchos problemas en cantinas y le había ayudado a pagar sus deudas con apostadores. Causaba más problemas de los que solucionaba pero no podía darle la espalda.

Al final estaba el hermano menor, el bebé de la familia y al que no permitían salir de la casa; Castiel. Él era un joven apuesto; había heredado en sus facciones el rostro de su madre, tan delicado y tan fino que cualquiera podía confundir con una chica. Era un joven tímido pues sólo había salido de la casa cuando fue presentado en sociedad pero solía pasar sus tardes en el jardín. Castiel tomaba el lugar de la mujer en la casa por decreto de su padre; no lo quería por nada del mundo en las calles, donde había todo tipo de perversiones y cualquiera intentaría lastimar a un joven tan apuesto. Castiel se entristecía a veces por el encierro pero Michael se lo compensaba llevándole libros todos los días, muchos libros de miles de páginas, algunos con ilustraciones y otros con letras hermosas. A Castiel le bastaba eso para sobrevivir sus días.

Chuck intentaba estar al pendiente de sus tres hijos todo lo que podía, intentaba ayudarlos en lo que fuera. Con Lucifer era difícil pues constantemente el mayor le recriminaba sus ausencias durante su infancia y en cómo él y Michael tuvieron que criar a Castiel solos; con Michael era un poco más sencillo pues su hijo sólo le pedía lo necesario como dinero de vez en cuando para comprarse un capricho o alguno que otro bien de la mercancía; con Castiel, sin embargo, era demasiado fácil pero a la vez frustrante. Para Chuck, Castiel era su bien más preciado, era al único que quería otorgarle lo que le pidiera con los ojos cerrados pero el joven no pedía nada. El único capricho que le ha pedido en todos esos años fueron flores, árboles, herramientas de jardín para poder arreglar el pequeño invernadero que pertenecía a su madre, Castiel alegaba que era su único contacto con el mundo y como mínimo quería mantenerlo decente así que Chuck no vio problema con otorgárselo.

Los Novak, porque así eran conocidos por la ciudad, eran una familia burguesa en la escala social. Todas las jóvenes en edad casadera querían tomar alguno de los dos muchachos que salían en sociedad y otras se interesaban por el menor, no sabían bien qué aspecto tenía pero había rumores que era el más guapo de todos. A los jóvenes les llovían invitaciones a bailes y reuniones sociales pero, para desencanto de las jovencitas, sólo se presentaban Novak padre y los dos mayores, ¿por qué nunca llevaban al menor con ellos? ¿Estaría enfermo?

El Ángel y La Bestia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora