Bestia es con colmillos filosos, con sus garras que quiere matar. Y aunque ruja feroz no podrá detenernos y al fin morirá, ¡QUE MUERA YA!
MARATÓN 2/4
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Castiel se encontraba sentado en el sofá con la cabeza en el regazo de su padre mientras jugueteaba con su cajita musical y Chuck leía unos documentos que le habían llegado de Paris; la noche caía lentamente en el tercer día desde que Cass había vuelto a casa y todos sabían que al alba el menor se iría de nuevo por eso intentaban no pelear, al menos Cass lo intentaba. Michael estaba furioso con él por irse y Lucifer se había ido al pueblo, a beber probablemente pero no sin antes haber sido revisado por Castiel asegurándose que no se llevaba nada de dinero. No iba a permitir que siguiera gastando en bebida lo poco que Dean les había obsequiado en su intento de que Castiel hiciera lo posible por aliviar a su padre.
Aquella casa estaba tranquila, con la calma después de todo el desastre que haber perdido al menor había ocasionado. Chuck se encontraba mucho mejor, aún con algunos ataques de tos que Donatello se encargaba de supervisar pero nada alarmante como los últimos días; haber visto a su hijo, aquel que creyó perdido, era mucho mejor que no saber dónde estaba ni si seguía con vida. Sí, le dolía mucho la inminente partida de Castiel al día siguiente pero el pelinegro le había pedido que le dejara ir, que no podía quedarse ahí. Castiel amaba a su familia a pesar de sus problemas, a pesar de que sus hermanos nunca estaban contentos con sus acciones y su padre a veces perdía la razón, la amaba pero aquel ya no era su hogar.
—Te agradecería que dejaras de jugar con eso—pidió Chuck cuando la cajita musical sonó por quinta vez—Estás haciendo que odie esa melodía.
Cass le sonrió conciliadoramente cerrando con delicadeza la cajita y colocándola en uno de sus bolsillos antes de mirar a su padre con esos enormes ojos azules que cortaban el aliento de cualquiera. Chuck dejó de lado sus documentos y lo miró fijamente, feliz de ver esa chispa en su hijo, de saber que estaría bien sin importar que se encontrara lejos. Dejarlo ir requería mucho sacrificio pero no podía seguir aferrándose a Castiel de esa manera.
—Lo siento—se disculpó el pelinegro recibiendo una caricia en el cabello—No estés triste, papá. Hablaré con Dean y tal vez puedan ir a visitarme—Chuck sonrió con tristeza.
—Dime, por favor, que él no te ha lastimado—pidió con preocupación.
—No lo ha hecho—Castiel se incorporó sentándose junto a su padre y sonriéndole como un niño pequeño—Es malhumorado, lo sé. Suele enojarse cuando no hago lo que me pide pero también sé que es porque se preocupa de que algo me pase—Cass miró hacia su regazo y sonrió al recordar a Dean antes de su partida—Dean es muy amable conmigo.
—Yo diría que más que amable—se burló Chuck y señaló el bolsillo donde había guardado la cajita—Te has encariñado de él, ¿verdad?—Castiel se ruborizó apartando la mirada—Hijo...
—Sé que su apariencia no es la mejor—susurró Castiel por lo bajo, temeroso de que Michael lo escuchara desde la mesa donde jugaba ajedrez con Donatello—Sé que, de primeras, no es humano pero no será por mucho, Meg y todos en el castillo lo aseguran—sonrió y miró a su padre con los ojos brillantes haciendo que el corazón de Chuck se comprimiera de manera dolorosa—Dean es alguien amable y gentil cuando lo conoces. Es algo más que sus colmillos y las garras, ¿sabes?—Castiel suspiró y ladeó la cabeza, mirando a su padre con anhelo—Es mi mejor amigo—Chuck sonrió.
—Hijo mío, ojalá te escucharas—Chuck le besó la frente antes de abrazarlo—Ojalá te vieras y te darías cuenta de por qué me es fácil dejarte ir.
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El Ángel y La Bestia.
FanficPonerse a ver La Bella y la Bestia animada de Disney y preguntarse cómo seria si lo haces con Destiel es mala idea, muy mala idea. Más si lo único en lo que piensas es en cómo puedes mezclar todas las adaptaciones que has visto de esta historia que...