🌹 Capítulo 17.

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I have a question, OBLIGATORIO RESPONDER ANTES DE LEER sino no les subo el siguiente cap -.- ... ¿Qué versión les gusta más de la canción Beauty and the Beast? ¿La animada, la orquesta o la versión  del live action?

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Castiel caminaba por los pasillos esperando encontrar algo que hacer; Dean le había dicho que no había tareas interesantes aquel día, que no iba a molestarlo hasta la cena y podía explorar el castillo, Gabriel y Crowley lo habían estado siguiendo hasta que se les perdió en un pasillo y Castiel ya no supo como regresar. A veces era demasiado fácil perderse en aquel lugar pero no estaba del todo asustado, explorarlo sonaba más interesante que sólo vagar como hacía en ese momento.

Inconscientemente Castiel buscaba algo mientras pasaba una de sus manos por las paredes de aquel pasillo; todas tenían ese tapiz tan imperial y bonito, suave al tacto, con decoraciones doradas que podrían causar la fascinación de cualquiera que no hubiese pasado toda su vida viviendo en la opulencia; enormes cuadros con pinturas realmente hermosas colgaban de las paredes, rostros inmortalizados en el lienzo lo miraban pasar mientras él los observaba un momento antes de seguir caminando, siendo acompañado únicamente por el taconeo de sus zapatos y el susurro de la tela de sus pantalones.

Castiel iba siguiendo un espiral labrado en oro que iba por la pared, sus dedos seguían la forma de aquello de manera casi automática mientras miraba alrededor, preguntándose cómo tantas cosas bonitas podían estar en un lugar como aquel. Y no es que el castillo fuera feo, tenía cierto encanto, pero si algo sabía de Dean es que no era muy bueno con las cosas bonitas, no le duraban demasiado.

Iba tan ensimismado en sus pensamientos que cuando sus dedos tocaron un punto extraño le tomó unos cuantos pasos reconocer aquello. Se detuvo a media zancada y volvió sobre sus pies pasando los dedos por la pared, buscando aquel punto que sobresalía del resto. Se detuvo frente a una flor de oro que estaba entre tanto espiral, había muchas más en aquella ornamentación pero algo en ella le decía que no era como el resto, quizá porque estaba más degastada que las demás o porque cuando pasó la mano sobre ella la sintió floja.

—No debería de estar por aquí—susurró Castiel mientras acariciaba aquella flor un momento—No debería pero...—presionó la flor y una parte del muro sobresalió, como una puerta—Pero tampoco tengo nada que hacer.

A Cass le estaba agradando cada vez más la idea de explorar aquel castillo, sin duda. Tomó con sus manos la puerta que había descubierto y la abrió lo suficiente para poder pasar sin problema. Una vez en el interior la puerta se cerró con un sordo golpe que lo sobresaltó y antorchas se encendieron en las paredes como la última vez que se había perdido, todas con una llama azulada que iluminaban un pequeño salón rodeado de espejos pero, a diferencia del primero, éste estaba cubierto por una enredadera que escalaba las paredes y se enroscaba en torno a los espejos mientras rosas rojas florecían por doquier.

Castiel se aventuró a entrar mirando fijamente a su alrededor, temeroso de que pasara lo que había ocurrido la última vez. Miró hacia arriba cuando llegó en medio del salón descubriendo que se encontraba abovedado por rosas, miles de rosas cuyos pétalos caían lentamente como si fueran pequeños copos de nieve. Castiel sonrió cuando uno le golpeó la nariz y miró los espejos encontrándose a sí mismo reflejado con la sonrisa que tenía, sintiendo que aquel salón no era tan especial como había sido el otro.

Una silueta de humo se colocó a su lado, Castiel pudo verla por el reflejo. Se tensó, sintiendo como el frío lo rodeaba unos segundos, los que bastaron para que aquella silueta tomara la forma de un atractivo hombre veinteañero que sonreía en dirección al reflejo de Castiel. El pelinegro se la pensó un momento antes de darse la vuelta y mirarlo, encontrándose con unos ojos fantasmagóricos realmente relucientes, de un verde bonito. El hombre sonrió e hizo una inclinación antes de ofrecerle la mano a Castiel en una muda invitación a bailar una melodía que no se escuchaba.

El Ángel y La Bestia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora