🌹 Capítulo 18.

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Fue la más votada cx si desean ponerla en su dispositivo, puesto que sé que a veces no se ambienta toda la escena con la canción, lo dejo a su criterio. ¿Por qué una canción tan bonita dura tan poquito TTnTT?

Esta imagen me la encontré en internet y me gustó mucho pero no más que la de multimedia así que por eso no la puse :v pero se las dejo aquí para que la vean también y vean de dónde saco ideas (crdts a su respectivo autor)

Esta imagen me la encontré en internet y me gustó mucho pero no más que la de multimedia así que por eso no la puse :v pero se las dejo aquí para que la vean también y vean de dónde saco ideas (crdts a su respectivo autor)

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Un capítulo para TODOS USTEDES, que me han tenido infinita paciencia a pesar de mis ausencias.

Una historia tan antigua como el tiempo,

una melodía tan antigua como una canción.
Agridulce y extraño,
descubriendo que puede cambiar.
Aprendiendo de lo equivocado que estaba.

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Lo que recibió a Castiel cuando ingresó al comedor fue la luz del candelabro, cualquiera diría que habría sido el olor de la comida que ya se encontraba servida pero no, fue la luz. 

Miró hacia el techo perdiéndose en aquel candelabro que los había acompañado en cada cena que en ese momento todas sus velas estaban encendidas y hacían brillar el metal en el que estaban como si de una estrella se tratara haciendo que todo ahí pareciera menos lúgubre. Castiel sonrió porque al fin había luz en su totalidad, porque podía ver a la perfección el lado de Dean, podía ver cómo las velas iban derritiéndose de a poco creando fantásticas esculturas de cera sobre el candelabro que parecían esculturas de hielo.

Se adentró al comedor cerrando la puerta a sus espaldas, sintiendo su estómago pesado y su corazón acelerado. Miró fijamente el techo perdiéndose en toda la maravilla pintada que nunca había apreciado en su totalidad, sintiéndose como en un cuento. El sonido de sus botas nuevas inundó el comedor mientras él caminaba hasta colocarse junto a la mesa, su estómago gruñó en respuesta al aroma que le llenaba la nariz así que dejó de mirar el techo como si nunca hubiese visto un candelabro encendido y miró hacia la mesa, sonriendo cuando vio su comida favorita entre todo lo que estaba servido y riendo, divertido, cuando encontró un pie. Se llevó una mano a la boca cubriéndosela mientras seguía riendo.

No entendía qué era lo divertido, si era honesto consigo nada de aquello era divertido pero era más fácil reír que llorar porque estaba emocionado. Pareciera que Dean habría querido darle una sorpresa de verdad, como si hubiese planeado aquello por semanas. Se mordió el labio inferior dejando caer su mano mientras la pasaba por algunos de los recipientes que contenían la comida, deslizando la punta del dedo por los grabados en la plata y pasando la palma encima de las velas que alumbraban la mesa.

Nunca nadie había hecho algo así por Cass aunque no le sorprendía. Nunca había tenido a alguien que quisiera hacer algo así por él, nunca le había importado suficiente a alguien como para tomarse una molestia como aquella. Un nudo se formó en su garganta mientras veía el banquete fijamente sintiendo sus ojos llenarse de lágrimas, sintiendo una emoción que realmente no se le hacía nada nuevo, la había experimentado con anterioridad, como si estuviera en la cima del mundo.

El Ángel y La Bestia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora