Cap. 22 : Especial 4k 1/3

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________ P.o.v.:

Así como si nada, se fue… no me dijo nada, no me reprochó, no me gritó, no me preguntó… Se fue dejándome sin palabras, no sabía qué hacer, estaba sentada en el sillón y se me empezaron a caer las lágrimas.

Me había dejado sola, sin siquiera decirme que pensaba… Odio que me haga esto, entiendo que tendría que pensar, pero yo preferiría hablarlo.

-Puto Rubén!! – Pegué un grito – Por qué mierda no me enfrenta como yo lo hice, con lo que me costó contarle él se va y me deja así?! – Lloraba pero de bronca, necesito hablar con alguien, descargarme, sino voy a empezar a romper todo.

Tomé mi celu y decidí llamar a Mangel, era tarde pero ya lo había despertado con el quilombo de antes espero que no esté durmiendo. Atendió al instante.

-Digah?

-Mangel, estabas durmiendo? – realmente no quería joderlo.

- ______, estás biehn? – Preg preocupado – Te ah pasadoh algoh?

-No es nada grave Mangel, solo necesito hablar con un amigo, pero si ya estabas durmiendo no te preocupes. – le cont casi llorando, no podía evitarlo. Me cortó, supongo que si estaba durmiendo.

Al instante golpearon la puerta.

-Soy yoh, Mangeh. Ábreme argentinah…

Abrí la puerta y me miraba con cara de preocupación, estaba en piyama y todo despeinado, lo había despertado.

-Mangel, no era necesario que vinieras. – le dije todavía con lágrimas en los ojos. – Perdoname por despertar… - y me cortó lo que estaba diciendo con un abrazo,  que yo correspondí,  me acariciaba el pelo mientras me abrasaba con fuerza, después de un rato nos soltamos.

-Gracias Mangel, realmente era lo que necesitaba… - le dije sonriéndole un poco.

-De nadah, parah esoh estoy, ahora me cuentas queh ha pasadoh? – me decía mientras me seguía acariciando el pelo.

-Le conté a Rubén lo de Cheeto. – mis ojos amenazaron con llorar.

-Shh, no lloreh, ven, cuentameh mejoh… - me dijo él y nos sentamos en el sillón.

Le comencé a explicar cómo se lo había dicho a Rubén.

-Y él te ha tratadoh mal? – me Preg.

-No, peor, no me dijo nada y se fue. – Dije secando mis lágrimas – Eso es lo que me jode, todo estaba bien, y por eso decidí que iba a contarle, me sentía realmente mal y se lo dije, - ahora empecé a elevar la voz – Y el muy estúpido ni siquiera tiene los huevos de contestarme?! Hubiese preferido que discutiéramos, pero con esto de no hablarme, ni siquiera sé lo que pensó. A lo mejor ni siquiera le importó y por eso decidió irse… - dije con pena.

-Esoh no es verdah!! Yo conozcoh a mi rubiuh y sé que el sienteh algoh por tíh, es obvioh… no digah que no le importah…

-Mangel, si yo le importase tendría otra reacción, si realmente él siente algo por mí se tendría que haber enojado… Pero no lo hizo… - Tuve un golpe de realidad, tal vez no discutió porque no le interesaba y solo me quería para una noche, y yo soy la boluda que se enganchó con él… No cambio más, siempre la misma pelotuda…

-Bastah no digah esoh, él se fuéh porque necesitaba pensar, no te enrolles más muhér, ya hablarah contigoh, creemeh, lo conozco demasiadoh bien… - y me sonrió, me dio algo de esperanza, es verdad que lo conoce muchísimo.

-Ojalá tengas razón. – le contesté con una sonrisa forzada.

-Arribah eseh animoh argentinah!! – me dijo parandosé – las princesah no lloran…

Yo reí, este Mangel es un tierno.

-Así me gustah, que rías, ahora si meh disculpah, tengoh que dormir que mañanah debo levantarmeh tempranoh.

-Pobre Mangel, tiene que madrugar y la vecina rompe bolas no te dejó dormir en toda la noche.

-Sih, creoh que hablareh con el dueñoh parah que la eche… - dijo mientras salía. Le pegué en el brazo.

-Auch!! Jodeh muhe, sobreh que te ayudoh me golpeah… Madre míah… - se hiso el gracioso. Me reí.

-Gracias Mangel, sos el mejor. – lo abracé.

-lo seh lo seh… - cont “humilde” – Nos vemoh por la mañanah, si me necesitah llamah! – Y se metió a su depto.

Yo entré al mío, me acosté a descansar todavía con la remera de Rubén puesta.

Si nunca hubiese pasado lo de Cheeto, esta noche hubiese terminado totalmente distinta. 

La vecina de mi Mahe (Fanfic Rubius, Mangel y Cheeto) EditandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora