Parte de mi

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Darién... No reaccionaba y yo no sabía qué hacer, no tenía conmigo mi broche y hacía tanto tiempo que no lo usaba que me daba miedo no poder lograrlo.

La ambulancia llegó rápido, llevamos a Darién al hospital general. juro por Dios que no pasaba nada más por mi cabeza que el que él estuviera bien, fue Seiya quien se encargó de llamar a Rei y decirle lo que ocurría, ella llegó tan rápido como pudo y se hacerco rápidamente a nosotros, detrás entraba corriendo Rini.

-. Que ocurrió? Cómo está Darién? - pregunto Rei angustiada.

-. Aún no sabemos. Nadie a dicho nada aún...

-. Oh! Dios no puede ser posible, no puedo perderlo, no quiero perderlo, no ahora que íbamos a estar juntos por fin...

-. Tranquila... Todo va a estar bien, ya lo verás - trataba de consolar a esa pobre chica que sufría por el amor de su vida.

Alguna vez me encontré en su lugar y tan solo imaginar que puedes perder a la persona que más amas es lo más doloroso del mundo, es un sentimiento indescriptible, no quiero que Darién pierda la oportunidad de amar y ser amado, todos merecemos vivir esa bella experiencia.

Me apresure a casa y subí a mi alcoba lo más rápido que pude, abrí el cajón junto a mi cama y saque una cajita rosa de terciopelo, la abrí y saque mi broche, lo guardé en mi bolsillo y salí corriendo, tenía que llegar al hospital lo más pronto posible, debía salvar a Darién.

-. Serena; donde estabas? - pregunto Ami.

-. Fui a casa por algo...

-. Cómo está Darién? Nos llamó Seiya, pensó que necesitarías de nosotras.

-. Así es chicas, esto es horrible pero tengo la oportunidad de cambiar el rumbo de esta historia...

-. Que? Serena... Acaso vas a usar el... - Mina me miró sorprendida, cada vez que utilizaba el cristal mi cuerpo se debilitaba, pero no había otra forma.

-. Mina no te preocupes, se lo que hago, haría lo mismo por ustedes sin pensarlo.

-. Queremos a Darién pero esto es peligroso para ti... Piénsalo bien - pedía Ami.

-. No tengo más que pensar, esto es lo correcto... Ya verán, todo estará bien.

Abrace a mis amigas y sin mirar atrás para que Seiya no intentará detenerme camine apresuradamente, Llegué a la habitación donde estaba Darién, abrí la puerta sigilosamente y entre, estaba recostado con un respirador artificial, al verlo no pude evitar soltar lágrimas de dolor.

El hombre que alguna vez ame con locura estaba allí... Postrado en esa cama sin idea de lo que sucedía a su alrededor, me acerque a la cama y delicadamente tome sus manos, aun estaban tibias, había vida en él. Tome mi broche y lo abrace a mi pecho pensando solo en dar vida a su cuerpo, una luz blanca y brillante se desprendió de mi y entonces mi cuerpo se vistió de princesa, él; cambio aquella bata de hospital por su traje y bella armadura.

De pronto ya no estábamos en aquel cuarto, todo parecía en paz, el cuerpo de Darién aún estaba recostado pero ahora sobre una cama cubierta por sábanas de seda, en el suelo estaba su espada como esperando por su agarre nuevamente.

Me acerque lentamente a él y toque su pecho con mi mano, parte de mi energía se desprendió de mi y entro en su cuerpo, recobraba su color pero yo perdía el mío, cada segundo que pasaba me sentía aún con menos fuerza...

Por siempre juntos (Our History)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora