Me: Goblin

Capítulo 11: Montura y Caza

Comenzamos la caza buscando presas nuevas y fuertes, ahora que tenemos un nivel alto necesitamos matar mejores bestias si queremos obtener un beneficio que merezca la pena.

Recorrimos un gran tramo de la montaña intentando encontrar objetos ocultos y haciendo una especie de mapa del terreno por si nos viéramos obligados a huir o tuviéramos que defendernos a base de emboscadas.

Gracias a mi inteligencia descubrimos varias cuevas pequeñas en las que pudimos hallar murciélagos, una gran cantidad de ellos realmente.

Acabamos con una gran cantidad de ellos y guardamos también varios para llevar a la cueva (servirán de comida para los demás).

Algunos eran realmente grandes y poderosos pero no tuvimos dificultad alguna para ganar la batalla, recibimos algunas heridas leves pero nada importante.

En otra cueva tuvimos que lidiar con arañas gigantes, estas sí eran una presa difícil.

Aunque la gran mayoría eran pequeñas y medianas (bajo poder) había unas cuantas muy muy grandes, tuvimos la suerte de que no eran muchas porque si no dudo de que hubiéramos podido ganar.

No estaban muy buenas pero sin duda obtuvimos poder de ellas y cogimos algunos materiales interesantes de ellas (tela de araña, caparazón...).

Parece mentira que hace unos cuantos meses hubiéramos perecido y sin casi oponer resistencia, no podríamos haber dado batalla ni un minuto.

Encontramos, además, tres kobolds.

Lobos, mejor dicho, perros con apariencia humanoide. Pelo por todo el cuerpo, una cola peluda y larga y vestidos como si fueran humanos.

Todos ellos portaban armas y parece que también estaban cazando. Uno de ellos tenía el pelaje negro, unos ojos saltones y babeaba todo el rato. El otro tenía el pelo castaño, unas orejas largas y, a diferencia de los demás, portaba una armadura y un mejor equipamiento. El último también era de color castaño pero sus orejas eran mucho más pequeñas y parecía algo despistado.

Pensamos en emboscarlos y atacar por sorpresa pero, para nuestra sorpresa, ellos atacaron antes.

Por suerte estábamos atentos y pudimos defendernos, nos lanzaron varias flechas de repente.

Tuve que desplazarme rápido a la izquierda para esquivarla, no se muy bien por qué (quizá casualidad) pero me atacaron a mi primero.

Como siempre nos pusimos en formación, Gob detrás de nosotros, lo seguía Tuenh con sus dos espadas y yo junto a Yie, en el frente, con nuestros escudos.

Nos acercamos poco a poco a ellos sin separarnos y bloqueando las flechas.

Cuando estuvimos a distancia nos abalanzamos sobre ellos (excepto Gob claro, que se cubría detrás de un árbol mientras disparaba).

Los kobolds eran muy habilidosos. Más que fuerza tenían una gran agilidad y técnica, de verdad que nos costó lidiar con ellos.

Sin embargo, cuando no tienes escudo, eres muy vulnerable a ciertos ataques, en especial si tampoco tienes armadura.

Conseguí esquivar un ataque del que tenía las orejas pequeñas y muy rápidamente pude atravesarle con mi lanza (¡digamos que se trago la lanza jajaja!). Eso es lo que pasa cuando, a pesar de ser más alto, atacas y no te retiras a la posición inicial.

Gracias a mi gran alcance pude matarlo, en una batalla cualquier error te puede costar la vida y además yo ya no era tan pequeño tampoco.

Tan pronto como le atravesé procedí a sacar la lanza sin demorarme mucho para ayudar a mis compañeros.