Me: Goblin

Capítulo 45: Sarek y Ceremonía de Premiación

Sobornos, espías... todo estaba siendo preparado minuciosamente para las próximas conquistas.

Sarek será el punto de entrada y nuestra gran fortaleza para conquistar y masacrar esta nación humana.

Pero a debido a las pérdidas de nuestro ataque hemos decidido esperar a que más tropas se unan a nosotros.

Además ya no contamos con el factor sorpresa.

Mientras tanto los elfos oscuros se están encargando del reabastecimiento de tropas y suministros. Y no solo comida, también equipamiento (armaduras, armas, material de construcción...) e incluso población para ocupar todas las tierras que habíamos ido conquistando y atacando a nuestro paso.

Dentro de nuestro diminuto mundo de pequeñas y medianas tribus peleando por pobres botines e intentando ganar un poquito de reputación jamás me hubiera imaginado lo complicado que es preparar y gestionar una conquista como esta.

Incluso como goblin puede que la mayoría de nosotros tan solo pasemos nuestra vida tratando de sobrevivir un día más sea en la circunstancia que sea.

Y admito que participé en la batalla de Saraspent no tiene nada que ver ni en escala ni en complejidad.

Es más parece que mi maestro lo que quiere es crear su propia nación y si lo piensas bien... es aterrador, ¿no? Al menos para los humanos... y para los que no se unan a el.

Dicho esto, a parte de reabastecernos estamos trabajando en fortalecer las defensas de las murallas desde el lado que da a los humanos para evitar que intenten tomarla de nuevo.

Confiamos en que con nuestros números, estas murallas tan altas y los preparativos que estamos haciendo sea más que suficiente para repeler cualquier ataque.

Los elfos, mucho más versados en estrategia que nosotros, decidieron que debíamos cavar un foso y construir varias puertas dobles en los dos portones de la ciudad.

De este modo tendrían que atravesar la puerta no una si no dos veces, lo que dificulta mucho el ataque y añade facilidad en la defensa (además de poder usar varios trucos extra).

Los humanos jamás imaginaron que volviéramos a unirnos para lanzar un ataque sobre ellos y eso mismo ha sido su perdición.

No obstante, debo admitir que hasta no hace mucho estaban totalmente en lo cierto. Y es que tan solo nos hemos limitado a pelear entre nosotros y no ha surgido nadie lo suficientemente fuerte para crear una alianza o algo similar.

Hasta ahora, claro.

Así que bueno, aquí estamos, supongo, lanzando un gran ataque.

Mientras tanto nuestra tribu puede descansar durante varios meses hasta que avance todo este tema un poco más ya que todavía falta tiempo hasta que todas las preparaciones terminen y Eldriel se va a apoyar en los nuevos soldados para lanzar pequeños ataques hasta que llegue el gran día.

Del mismo modo numerosos elfos se están preparando para unirse al ejército y fortalecer tanto Sarek como Kumonk.

Ahora también debemos preocuparnos de que nos ataquen y tenemos que proteger lo que hemos conquistado.

Pero antes de irnos Eldriel ha preparado una ceremonia de premiación para todos sus generales.

Después de un par de días la ceremonia dio comienzo dentro de lo que parecía alguna especie de castillo humano.

A todos nos recompensó con dinero, nos otorgó varios emblemas y pergaminos que nos otorgan toda clase de privilegios en su territorio además de mucha fama y nos obsequió con algunas armas y armaduras de gran nivel.

Personalmente me dió un anillo que aumentaba el poder de mi magia y la facilidad con la que acumulo maná por lo que ahora soy capaz de realizar más hechizos y más potentes.

También nos dijo que quiere contar con nosotros como sus generales durante mucho tiempo más bajo la bandera de su nación.

Si lo piensas es algo muy ventajoso ya que no solo podremos aumentar nuestra red de comercio si no que no tendremos que preocuparnos tanto de posibles ataques.

Todo esto además de un territorio propio hará que crezcamos mucho más, no tengamos que escondernos y podamos desarrollar una buena base.

El día en que los goblins dejemos las cavernas y salgamos al mundo está llegando.

No tenemos que temer a nadie, al menos los que estén bajo mi mando, podemos evolucionar como raza y dejar de vivir con miedo a base de pequeños ataques sorpresa.

Así que con esas volvimos finalmente a nuestra caverna, después de unos días de dura marcha para no perder tiempo y descansar.

Todos estaban asombrados por nuestra llegada, las noticias habían volado y todos eran conscientes de nuestra gran victoria.

Por lo que al no necesitar grandes detalles... decidimos festejar durante todo el día y toda la noche nuestro regreso y nuestro gran triunfo.