Pasaron los días y yo me preocupé de aumentar mi maná y perfeccionar mis hechizos. Debo incrementar mi poder para poder invocar bestias fuertes y lanzar ataques a distancia poderosos.
A pesar de esto no descuidé tampoco mis habilidades como guerrero, practiqué bastante pero no salí a cazar, debía prepararme para la reunión entre los dos bandos.
Así llegó el momento en que tuvimos que partir.
Para el viaje contábamos con 50 goblins y 20 hobgoblins como escolta personal, además de nuestras monturas, claro. Los goblins montaban lobos gigantes pequeños, los hobgoblins lobos gigantes medianos y, tanto Puks como yo, lobos gigantes grandes.
Aunque parezca mentira no nos llevamos a ningún capitán exceptuándome a mí, preferimos dejarlos cuidando la cueva y explorando.
Tenían que encargarse, también, de preparar a todos para la batalla...
Llegamos al punto de encuentro, cerca de Saraspent, para juntar fuerzas antes de entrar en la ciudad y que nos explicaran la estrategia.
Loatji se encontraba en la ciudad para guardar las apariencias pero la idea estaba clara, atacar primero.
Nos reuniríamos en sus aposentos, un pequeño castillo situado en el centro de la ciudad, y ahí hablaríamos con los orcos.
La batalla está decidida, se va a realizar con total seguridad pero... por eso mismo nos reunimos, para terminar con ellos antes de empezarla y quedarnos con la ciudad. No sospechan absolutamente nada.
Cuando llegamos a la ciudad, efectivamente, pudimos observar que no tenían a una gran cantidad de tropas con ellos.
Entramos de noche, pasando inadvertidos. A la mañana siguiente comenzaba la reunión y no podíamos levantar sospechas.
Fuimos por una puerta poco concurrida, se habían hecho los arreglos para que no pasara nada, todo estaba preparado.
Escondimos a nuestras tropas en puntos estratégicos de la ciudad, junto a las demás tribus. La idea era la de tomar el asentamiento rápidamente, atacando zonas claves y matando a todos los orcos sin que pudieran defenderse.
A penas son 400 orcos ahora mismo y nosotros les doblamos en número. Esto va a ser un completo baño de sangre.
Una vez entramos donde sucedería la reunión nos situamos en el lado de Loatji, nuestro líder goblin.
Al otro lado estaban Ainsek y Olkuk. Junto a ellos estaban varios orcos, un de piel muy oscura, casi negra, y con una armadura muy pesada.
Nosotros éramos varios hobgoblins, además de Puks y yo estaban varios jefes de tribu y guereros.
Supongo todos somos capitanes, líderes, o guardaespaldas al fin y al cabo.
-Loatji, ya sabes lo que tienes que hacer. – Dijo Olkuk, con una mirada desafiante.
-¡Jajajaja! No me vais a echar de aquí fácilmente. ¡Si es lo que queréis tendréis que echarme por la fuerza! – contestó nuestro líder.
-Bueno... ¿Qué quieres exactamente? Te dejamos irte con tus pertenencias y tropas de aquí, pero la ciudad será nuestra. Podremos seguir comerciando contigo y estarás exento de tasas por lo que podrás comerciar libremente. – dijo Ainsek.
-¡Calla! ¡Si quiere guerra, guerra tendrá! – interrumpió Olkuk, gritando como un loco.
-¡Sucios orcos! ¡Os cortaré en pedazos! – contestó Alsoj, echando una mano al hacha que tenía en su cinturón.
Alsoj es un hobgoblin de gran tamaño, famoso por su destreza en combate y su sed de sangre. Combate con un hacha de gran tamaño y un escudo redondo de tamaño medio. Digamos que es, como llamamos nosotros, un berserker.
-¡Basta! ¿Creéis que los goblins aceptaremos esa propuesta? Esta ciudad es mía y por ello me pertenece todo lo que hay. Mis pertenencias son los mismos cimientos en los que estáis postrados ahora mismo. No me iré de aquí. – dijo Loatji, con una sonrisa endiablada.
-Entiendo que queráis todo para vosotros, ¿pero pensabais que me iría solo por decírmelo? No por nada soy famoso por mi inteligencia y sabiduría. – concluyó.
-¡Entonces no hay de que hablar! ¡Fuera de aquí o te arrepentirás! – gritó Olkuk.
-¡Jajajaja, pues bien! ¡Ahora! – dijo Loatji, al tiempo que se levantaba de la silla y conjuraba un potente hechizo de fuego.
-¡Bastardos! – gritó Ainsek, quien no pudo hacer nada más que envolverse en las tremendas llamas de Loatji.
Tuvo la suerte de esquivar parcialmente el ataque pero este fue muy potente, le abrasó media cara.
Comenzó la batalla y Puks dió la señal para que empezara la toma de Saraspent.
10 orcos y 10 goblins (bueno, éramos 9 hobgoblins y 1 goblin, Loatji) enfrentados en una sala amplia dentro del castillo.
Lo primero que hice fué invocar a mis esqueletos para que dieran soporte a Loatji, quien estaba junto a Puks realizando hechizos a larga distancia.
Llegaron los refuerzos, varios hobgoblins y alrededor de unos 10 goblins más.
Sin duda estos orcos son guerreros formidables, la lucha era muy intensa, los ataques llenos de ira y movimientos feroces.
Me enfrenté uno a uno con Ainsek, quien tenía media cara abrasada e intentaba huir. No pudo hacerme frente, conseguí clavarle mi alabarda en uno de sus muslos lo que sentenciaba su vida debido al veneno.
Con un hechizo de fuego pude infundirle cierto temor, lo bloqueó con bastante facilidad pero seguía confundido y horrorizado por el ataque de Loatji.
Ya mermado por el veneno pude clavarle mi lanza en el cuello y rematarlo a base de puñaladas con el filo de mi arma.
Algunos goblins perecieron en batalla y también nos llevamos con nosotros a varios orcos, pero tanto Olkuk como los demás pudieron escapar abriéndose paso entre nuestras filas.
Temible el poder que tienen, no son famosos por nada.
Fuimos tras ellos pero, visto el panorama, huyeron de la ciudad. ¡Esta victoria es nuestra!
Hicimos recuento y conseguimos matar a casi la totalidad de los orcos que estaban en la ciudad, la estrategia había sido un éxito.
Ahora necesitábamos prepararnos todos para defender el asentamiento del ataque lleno de odio e ira que estaba por llegar.
-No os preocupéis, no atacarán muy rápido, tendrán problemas de poder con la muerte de Ainsek. No les será fácil unir a las tropas pero vendrán, más pronto que tarde. Hemos ganado tiempo y controlamos el asentamiento, tenemos que prepararnos rápido. – dijo Loatji.
Así que cada jefe de tribu volvió a su cueva para preparar a su ejército y unirse a la batalla, daría lugar en pocas semanas, el tiempo justo para regresar a casa y volver a Saraspent.
Movilizamos también a los espías, es crucial saber con que fuerzas cuentan y por donde atacarán.
Tenemos que prepararnos para un asedio, en caso de enfrentarlos aquí. La ciudad no está preparada, todavía, para grandes ataques (por algo es de comercio).
Se me olvidaba, he recibido varios premios y halagos por encargarme de un pez gordo, mi reputación está creciendo en nuestra facción...
Quién sabe, quizá hasta nos mudemos a Saraspent.
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Me: Goblin
FantasySi te gustan las historias serias eres uno de los nuestros, esta es la historia de un goblin muy especial, descubre como es su nacimiento y que le depara el futuro, sus ambiciones, su evolución, sus batallas. Déjate de protagonistas invencibles y po...