Capítulo 24: Recompensas

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Saraspent, ciudad bajo dominio goblin. Menuda batalla.

Antes de contaros como fué la ceremonia de premios post batalla os tengo que comentar en qué nivel estoy ahora y qué me ha pasado después de estos días.

Después de la batalla, malherido, fui curándome poco a poco (entre celebraciones) y me di cuenta de algo asombroso... soy más alto que un hobgoblin normal y, además, ya estoy en el nivel 65 lo que supone un subidón en mis habilidades y poder.

Sin duda alguna esto se debe a la muerte del general enemigo así como todo lo acontecido en la guerra.

Además mi inteligencia es incluso mayor que antes, diría que incluso supero a un humano medio.

Esto puede parecer un tanto absurdo para un orco o goblin pero claro, ellos no son muy listos y yo sí. Puedo hacer prácticamente lo que quiera si hago lo que debo hacer y digo lo que debo decir cuando lo debo decir.

No hay que olvidar que ganamos la guerra gracias a mi estrategia... y también soy uno de los mejores guerreros, ya nadie se atreve a decirme nada.

En fin, comencemos con la ceremonia.

Loatji decretó fiesta durante 5 días, un festín sin igual al que todos los guerreros estábamos invitados, y también invitó a sus filas a todo aquel goblin, orco, ogro o el que fuera.

Me regaló una armadura del máximo nivel, así como una mejora en mi alabarda y armas, todo de máxima calidad y no solo a nivel visual si no que eran armas sin rival alguno.

También me nombró señor e invitado en la ciudad, con un descuento del 20% en todas las tiendas y locales así como una casa dentro de las murallas.

El título de señor puede ser honorífico, ya que cualquier goblin puede tener su manada, pero se refería a que siempre que quiera puedo estar a cargo de una parte de su ejército.

Siempre que quiera porque, contra todo pronóstico, decidí formarme como mago para seguir aprendiendo.

Para ello me dirigiría a una pequeña mazmorra, con una alta torre a lo alto de su montaña, en la que reside un nigromante muy poderoso.

Viajaría con invitación de Loatji y Puks, quienes durante varios meses me prepararían para mi viaje como pago extra por mi ayuda durante todo este tiempo y como favor personal.

Dicho esto, últimamente hemos recibido muchos avisos de humanos adentrándose por nuestros territorios.

No me refiero a la ciudad, si no a varios nidos y cuevas goblin...

Parece que los humanos están haciendo algún movimiento aprovechando la guerra que hemos librado, ya que es cierto que ambos bandos estamos debilitados esto es astuto por su parte.

No obstante, no parece muy preocupante y estamos reforzando las defensas.

Ya ha pasado mucho tiempo y es hora de que marche para la mazmorra, hemos aumentado nuestros números y ya puedo irme con ligera tranquilidad pensando que no me necesitan más aquí.

Como consejo, he recomendado a Loatji mandar varios espías alrededor del territorio para inspeccionar la zona y también a otros varios por la ciudad humana, ya que pueden estar reuniendo un ejército.

La despedida resultó agridulce, para ser un goblin quizá tenga demasiadas emociones pero son compañeros de batallas y hasta nuestra raza siente afecto por sus iguales.

Eivon "el sabio", señor, guerrero y mago, partía hacia un lugar desconocido, con la compañía de 50 buenos goblin y 5 hobgoblins de nivel bajo que me juraron lealtad y me suplicaron partir conmigo como su jefe.

Atrás dejaba buenos camaradas, maestros y jefes, un viaje corto en distancia pero seguramente largo hasta volver a verlos.

Me: GoblinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora