Capítulo 4

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-¿Tienes una casa aquí? - Me quedé boquiabierta.

-Claro- Dijo él mientras me mirada -Soy un hombre de negocios, y por lo tanto precavido. Procuro tener una casa en los lugares a donde más viajo-.

-Eso habla bien de ti- Dije mientras subíamos a un taxi.

Él se limitó a asentir y darle la dirección al taxista. Sasuke había dicho que el trayecto del aeropuerto a su casa era largo, que tomada alrededor de 50 minutos llegar. Para no aburrirme decidí bajar el cristal de la ventanilla y sentir la brisa del mar.

-¡Wow que linda casa!- Exclame cuando ante mis ojos apareció una casa lujosa, no muy grande pero bonita. Lucía demasiado cálida a causa de los colores veraniegos. Sasuke se acercó a mi ventanilla y miró a través de ella.

-Me alegra que te guste... porqué ahí es donde nos quedaremos- Dijo él sonriendo.

-¿Esa... esa es tu... casa? - Pregunté balbuceando.

-Desde ahora, nuestra casa- Tomó mi mano y la apretó con cuidado. Sentí como una corriente eléctrica recorría todo mi cuerpo.

Al bajar del taxi, él aún sostenía mi mano y el amable conductor hizo el favor de bajar las maletas. Sasuke soltó mi mano y dio un par de billetes al hombre, luego juntos caminamos hasta el gran portón de la casa. Sasuke introdujo unos números y este se abrió. Caminamos hasta la puerta de la casa, cuando el introdujo la llave, una sensación de alegría apareció en mi cara. Podría apostar que la casa era preciosa, al igual que la de Seúl.
Él me cedió el paso y apenas había entrado cuando me quedé paralizada ante tanta belleza.

-¿Linda, no? - Preguntó él mientras ponía las maletas a un lado.

-Demasiado linda, diría yo- Camine hacia la sala de estar.

-Me he llevado un par de años de arduo trabajo construirla. He necesitado miles y miles de dólares, pero han valido la pena- Camino hacia donde yo estada y encendió el aire acondicionado -A pesar de que solo es de un piso, cuenta con dos habitaciones, perfectas para nuestra situación- Soltó una risa.

-Si- Dije riendo -¿Acaso ya predecías que te casarías con una mujer que no dormiria en el mismo cuarto que tú?-

-No, para nada. Siempre pensé que mi esposa y yo dormiriamos juntos... pero ya ves las cosas cambian- Sonrió con pesar.

-Si que lo hacen- Desvíe la mirada -¿Podrías mostrarme la casa entera?-.

Lo hizo. Él me llevó por un extenso recorrido. Sin duda alguna él amaba esta casa, se sentía orgulloso de haberla construido con todo el esfuerzo que hacía en su empresa. Había una piscina, era de gran tamaño y el fondo era azul, desde ahí se podia observar la playa. Luego me llevó a la que sería mi habitación, era preciosa, la paredes eran color arena. En seguida me mostró su habitación y dijo que como él sí tenía televisión... yo era bienvenida a cualquier hora del día.

-Bueno tomaré una ducha- Dijo mientras abría la llave de la regadera -Tengo que ir a la empresa - Dijo.

-Oh... pensé que irías hasta mañana- Le pase una toalla.

-No... entre más rápido acuda mejor, me gustaría que me acompañes, así al salir de la empresa podríamos ir a comer a algún restaurante-.

-No te moleste... yo puedo comer aquí- Dije con media sonrisa -Además... si te acompaño a la empresa, solo seria un estorbo-.

-Te equivocas... tu nunca seras un estorbo para mi- Me miro con sus lindos ojos color onix.

-Aun así... creo que será mejor que me quede aquí a desempatar mis cosas- Hice una mueca -Pero podrías avisarme cuando salgas de la empresa... yo podría ir y después, si quieres, vamos juntos a comer-.

Give Love A TryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora