Capítulo 33

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Ryder

Camino por el pasillo y acomodo mi traje. Al llegar a la salida veo hacia Connor, que esta esperando impaciente afuera de Underground. El al verme me hace señas para que lo siga afuera hacia un callejón que esta al lado del local. Su mirada es sería yo lo miro con interés.

—¿Que ocurre Connor?—Digo con voz ronca.

—Lo siento. — Se limita a decir teniendo mi atención completamente.

—Ella esta en cuidados intensivos... No creo qué ella pueda lograrlo Kane. Si sirve de algo, se quién es él responsable del accidente.

Siento que mi corazón se detiene y me cuesta respirar. Retrocedo por sus palabras. No puede ser cierto, ella esta bien. Esto debe ser una maldita broma de mal gusto.

—Kane trata de calmarte, esperemos que la chica sea fuerte y pueda lograrlo.

Los recuerdos inundan mi mente, burlándose de mi. Reviviendo cada momento y mínima cosa que vivimos juntos. Siendo como puñales que se clavan en mi. Caigo de rodillas y mi vista se oscurece. Rubia no puedes largarte,aún más lejos de mi.

—¿Quién lo hizo?— Digo con voz entrecortada.

—Vladimir.

La sola mención de su nombre hace que quiera destruir todo a mi paso y lo haré, nadie puede dañarla, él morirá de la peor manera que pueda existir. Una sonrisa siniestra aparece en mi rostro. Haciendo que Connor retroceda con temor.

—Creo que le haré una pequeña visita a esa basura inservible, ya no requiero de sus  inservibles servicios.

Me levanto y camino hacia mi auto. No retrasaré lo inevitable. Escucho a Connor gritarme, pero nada puede detener al demonio sediento de sangre que han despertado.

***


Sonrió con diversión al ver a Vladimir suplicar, ni sus hombres más leales se atrevieron a detenerme o tratar de salvar su maldito culo. Ellos tienen miedo de mí y no los culpo. Soy un demonio, Ya no queda nada del chico que solía ser. Estoy condenado y nadie va impedir que yo sea el mejor.

—Kane. ¡¡Por favor!! No hagas, nada de lo que te puedas arrepentir.—Suplica el gran Vladimir Ivanok , haciendo que mi sonrisa crezca.

—Si hay algo de lo que me arrepiento, no será de desaserme de la basura inservible que eres Vladimir. No me sirves para nada ahora ya obtuve lo que quiero y tú solo eres un estorbo en mi camino, te atreviste a tocarla a ella.—Digo con voz ronca.

Coloco mi zapatilla en su garganta y aprieto haciéndolo retorcerse en busca de aire al no poder respirar, su cara está roja y destrozada por tantos golpes que obtuvo de mi parte. Esta irreconocible, yo mismo me encargue de recordarle quien soy, y lo que pasa cuando me desafían.

Me alejo y veo a mi alrededor, sus hombres me ven con temor y los míos están a la espera de mi señal para acabar con esto, pero no quiero que Vladimir muera rápidamente. Quiero destruirlo lentamente.

—Desde hoy yo soy el único dueño de los negocios de los Ivanok. —Digo con dureza en mi voz, mirando a cada hombre que esta presente.—Si ustedes quieren demostrar su lealtad con su jefe, morirán con él y si aceptan servirme, no correrán con su misma suerte. Quiero ver su lealtad a mi. Torturenlo hasta que ya no pueda levantarse y lo encierran en el calabozo de la mansión. Volveré para serciorarme que no lo han matado, porque todavía quiero verlo suplicar.—Digo con una sonrisa siniestra en mi rostro.

Salgo del lugar y me dirijo a mi auto donde Connor me espera recostado en el.

—Sólo tendrás unos minutos para entrar a verla sin que se den cuenta de tu visita. Ten mucho cuidado de que nadie te vea. Sería peligroso para ella. Además tengo varios hombres para cuidar que los Ivanok no se acerquen a ella.

—Gracias.—Me limito a decirle, mientras me dirijo hacia el hospital.

***

Mi vista se nubla al verla postrada en esa cama, esta tan pálida y los cortes en su preciosa piel me hacen querer volver donde Vladimir y terminar con él. Ella permanece inmóvil, esta conectada a varias máquinas, me acerco a ella y la observo. Mi corazón o lo poco que queda de el, se oprime con dolor.

Rubia—Susurro.

Su respiración se agita y el pánico se apodera de mi. Rápidamente me acerco y entrelazo mis dedos con los suyos.

—No temas rubia, yo cuidaré de ti. El pagará muy caro por lo que hizo. Lamento haberme alejado, pero no tenia opción. Tuve que dejarte ir, solo se destruir y tu mereces a alguien que este a tu altura. Siempre te protegeré, tengo miedo de decepcionarte. Ahora soy un desastre, estoy condenado al infierno. Es cosa del destino que necesito dejarte ir, quiero salvar tu luz. Ahora ya no puedo escapar de esto.

Me acerco a ella y depósito un beso en su frente. Mis manos tiemblan y se rehúsan a dejarla libre. Me separo de ella con mucho esfuerzo.

Esta será la última vez que volveré a ti, ya no habrá otras más rubia. Siempre cuidaré de ti.

Mi teléfono vibra y contesto al ver de quién se trata.

—Vladimir no soporto la tortura Kane, debes salir de la habitación los familiares de Ailen están entrando.—Me informa Connor antes de colgar.

La veo por última vez, queriendo grabar en mi memoria cada parte de ella. Esta vez no me acerco, no creo que sea capaz de soportarlo. Salgo afuera y choco contra un doctor que me mira con desaprobación.

—No puede estar con la paciente, la hora de visita es hasta dentro de dos horas.—Dice con molestia.

Yo lo veo fijamente, haciendo que él me observe con su ceño fruncido.

—Me importa poco lo que opines.—Digo con arrogancia.

—¿Eres familiar de la paciente?—Me pregunta con seriedad.

—No. Sólo un viejo conocido. —Respondo con voz ronca mientras me alejo.






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Corazón Oscuro #1 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora