Arnold fingió que nada ocurría, como llevaba haciéndolo dos horas. En el fondo, debía darle crédito a Gerald por mantenerse en silencio todo ese tiempo y en cambio optar por lanzarle miradas cada cinco minutos. Pero no iba a funcionar, tenía tarea que hacer y no iba a ser él quien iniciase esa conversación.
- ¿Puedes encender la luz? –consultó Gerald, mientas se estiraba en búsqueda de quitarse la pereza- Este proyecto final de física va a dejarme lleno de canas.
- Exageras... -comentó Arnold, mientras se levantaba de su escritorio y encendía la luz- Solo son unos ejercicios...
- Cincuenta.
- Bien, si, cincuenta ejercicios...
- Para el lunes.
- Si, para el lunes. –Arnold rodó su mirada y volvió a su silla- Aun así, sigues exagerando, ya casi terminamos.
- Y tenemos que hacer un ensayo sobre una especie en extinción. –apuntó Gerald, conteniendo un bostezo- También hay que leer "Fausto" de Goethe...
- Terminar de leer "Fausto" querrás decir... -el rubio soltó una carcajada- ¿Aun no inicias?
- ¿En qué momento iba a iniciar? ¡Hermano! Todo esto debemos entregarlo el lunes ¿Y sabes qué es lunes?
- ¿Primero de junio...? –aventuró Arnold, sin saber a dónde quería llegar su mejor amigo.
- ¡No! Bueno... Sí, pero más importante aún: Este lunes es el último lunes. –Gerald negó con fuerza- Ya inicia la última semana que tendremos clases ¿Y nos dan un descanso? ¡No! Proyectos, exámenes finales, todo un tormento.
- Gerald... Ya se terminaron los exámenes, esta semana solo debemos entregar proyectos y nos dan nuestras calificaciones. –Arnold repasó con tinta el resultado final de su último ejercicio- Esto es nuestro último esfuerzo.
- Solo escuché un discurso motivacional de un cerebrito. –se quejó Gerald, dejándose caer sobre la cama de su amigo- Un último esfuerzo que me costará la vida misma.
- Exagerado... Además, ya terminamos ¿De qué te quejas?
- He perdido dos horas con mi estudiosa y atareada novia. –Gerald señaló a su amigo con su dedo índice- Lo que me recuerda... ¿Dónde está Pataki y su loca prima? ¿Y Will? Comienzo a extrañar a ese sujeto.
Ahí estaba. La pregunta que por dos horas había mantenido a Gerald lanzándole miradas y forzando a Arnold a fingir que no ocurría absolutamente nada. Por suerte había hecho la pregunta mientras se preparaba para partir. Algo le decía que cuando supiera la razón por la que ellos no estaban se burlaría de él abiertamente y por horas.
- En Washington, hay una obra de teatro de gran fama internacional. –comenzó, mientras bajaban los escalones que los llevarían a la entrada principal.
- Ya... -Gerald enmarcó una ceja, sin saber qué tenía que ver exactamente con su pregunta- ¿Fueron a verla?
- Algo así. Marie invitó a Will para que la acompañara y resulta que el Almirante consiguió entradas. Ya sabes, como decidió meterse en apoyar todo ese ámbito cultural...
- ¿Y...?
- Él decidió llevar a sus chicas. –Arnold se encogió de hombros- Helga y Gretel.
- Nadie te invitó a ti. –Gerald contuvo una carcajada- ¿No importa que seas el novio de Helga, eh? No estas invitado a las cosas familiares.
- Suenas como Gretel y eso que Lila no iba... -se detuvo frente a la puerta principal y la abrió, acompañando a su amigo a la parada del autobús- Pero antes de que sigas con tus bromas a mi costa...
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Cacería «Hey Arnold!»
Fanfic[Todos los capítulos subidos a la vez] Instinto de Caza. Segunda Parte. Secuela de "Cómame señor lobo" 1/4/2014 Instinto de Caza. Continuación de "Cómame señor lobo". No basta con conocer el aroma de su presa ni tener en el paladar su exótico sabor...