Capítulo 8

1K 164 52
                                    

JUNGKOOK

Como si nada, dejo mis cosas junto al piano, saco mis partituras, si se les puede llamar así, y me pongo a tocar. Pero no me concentro. Siento que me falta algo, que estoy más nervioso de lo que aparento. Bajo la cabeza y una fuerza me insta a mirar atrás de mí. Pero no lo hago.

Me quedo quieto durante unos segundos y, finalmente, me giro para ver la puerta. No hay nadie. Kim Taehyung no se ha quedado verme. Se ha ido, probablemente, al sentirse descubierto. Me obligo a respirar hondo. No pasa nada.

Me centro en las teclas del piano y pienso en qué canción tocar. Love is not over...

Jieun viene a mi mente y sacudo la cabeza. "No, ahora no" pienso, " bastante tengo con..." Mis manos se agarrotan, no puedo tocar, ni tampoco pensar con claridad. "Oh no" pienso mientras me levanto rápidamente y me dirijo hacia la puerta. Ni siquiera yo sé lo que estoy haciendo. Agarro el pomo de la puerta y me bloqueo durante un instante. Lo miro fijamente y, al final, tiro de él y salgo al pasillo.

Miro hacia la derecha pero no hay nadie, miro hacia la izquierda y veo a Kim Taehyung parado a unos pasos de aquí. Termino de salir y me quedo mirándole. No sé qué hace. No sé qué hago. Parece muy concentrado porque no me ha escuchado.

—Taehyung... —susurro.

Él no reacciona. Doy un paso hacia delante pero estoy demasiado nervioso. Jungkook, ¿qué te pasa, qué estás haciendo? Cierro ambas manos en puños y trago saliva.

—T-Taehyung —digo nuevamente, aunque él tampoco reacciona esta vez.— ¡Kim Taehyung!

El pasillo está tan desierto que hasta se oye un pequeño eco. Siento un escalofrío pero me mantengo firme. Es entonces cuando Taehyung se da la vuelta y me mira a los ojos.



TAEHYUNG

¿Qué significa eso? No me dice nada, sólo se limita a entrar a la sala... ¿y ya? Supongo que ya ha atado cabos y ya sabe que soy yo el de la otra vez.

Decido dejar de hacer el ridículo, para variar, y comienzo a alejarme lentamente por el pasillo. Lo único que escucho, además de mis pensamientos, son mis propios pasos, que crean una atmósfera monótona mientras vuelvo una y otra vez al tema de siempre; a ese misterioso chico de pelo negro.

Paro en seco. ¿Acaso no estoy haciendo todo mal? Debería haberle dicho que iba a verle, he tenido la oportunidad, y de paso haber intentado suavizar la tensión entre nosotros. ¿Nosotros? Como sea. Lo que no puede ser es que no nos conozcamos y estemos... así.

—¡Kim Taehyung!

Escucho esa voz detrás de mí, inundando el pasillo, y me veo obligado a tragar saliva. Es... ¿su voz? ¿La he oído en algún contexto que no sea cantando? Creo que no.

Me giro lentamente y miro al chico a los ojos. Vamos, Tae, tienes otra oportunidad; no la desaproveches.

El chico me aguanta la mirada y yo intento hacer lo mismo, aunque estoy tan nervioso que, de vez en cuando, bajo la mirada a sus labios. Realmente no debería hacer eso.

Me muerdo el labio y desvío la mirada. Menudo chiste, Kim Taehyung, el chico duro, el estudiante modelo. Kim Taehyung, el mismo que no puede confesarle a un chico que le gusta verle tocar el piano.

—No pasa nada —dice entonces el chico, también mirando hacia otro lado—. Puedes quedarte.

Abro la boca, sorprendido, pero no digo nada. Él tampoco añade nada más y vuelve adentro, dejando la puerta abierta. Me quedo quieto nuevamente, durante unos segundos y, después, reacciono y me acerco a esta.

Nothing like us | libro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora