Capítulo 43

1K 117 209
                                    

TAEHYUNG

La noche cada vez es más fría. A cada día que pasa, el invierno comienza a adentrarse en nuestros abrigos y en nuestros huesos... pero nos da igual, siempre que podamos seguir disfrutando del hip hop.

Mi madre parece contenta con el hecho de que "Jimin" me acompañe en mis escapadas nocturnas... así que todo ha vuelto, más o menos, a la normalidad. Menos porque no se trata de Jimin, sino de Jungkook.

-Pilla - le dice uno de los chicos a Jungkook mientras le pasa una cerveza.

-Ni de coña - digo quitándosela de entre las manos.

Los chicos ríen y yo acabo riendo también. Jungkook mira al suelo con vergüenza y yo le revuelvo el pelo con una mano.

-No te molesta... ¿no? - Pregunto para asegurarme, aunque juraría que no tiene ninguna intención de beber.

Niega con la cabeza y yo le doy un beso rápido sobre el pelo. Los chicos comienzan a salir de casa de Jongdae y yo me aseguro de que nadie se deja nada, ya que no sería la primera vez que hemos tenido que volver sobre nuestros pasos para recuperar desde un paquete de tabaco a las llaves de la casa de algún despistado... 

Jungkook observa el escenario junto a mí aunque no tengo ni idea de en qué está pensando. Cuando he repasado todas las superficies con la mirada, agarro su mano con la mía y tiro de él para avanzar hacia la salida.

-Vamos.

Jongdae cierra la puerta detrás de nosotros y nos dedica una sonrisa que, creo, sólo yo veo. Bajamos las escaleras y el frío choca contra nuestras pieles. Me giro hacia Jungkook instintivamente y le suelto la mano para abrocharle el abrigo hasta arriba. Jongdae aparece de nuevo con esa sonrisa y yo tengo que morderme el labio para evitar protestar ya que, si lo hago, no sólo tendré que dar unas explicaciones que no quiero dar, sino que, además, nadie me creerá. No si digo que Jongdae estaba sonriendo.

Acaricio su mejilla y él sonríe levemente. Le vuelvo a dar la mano y esta vez la meto en mi bolsillo, asegurándome de que no pase frío. No soy el más indicado para decirle que lleve guantes ya que yo tampoco uso... pero debería llevarlos... 

Llegamos hasta las batallas y las pruebas de sonido ya están en marcha. Miro de reojo a Jungkook. Sé que poco a poco se está acostumbrando a este ambiente... pero no puedo evitar comprobar de vez en cuando que todo está bien.

Nos reunimos con Hoseok, que está un poco nervioso porque cada vez son menos los participantes y la presión cada vez es mayor. Le damos ánimos y discutimos ya que, en caso de que no acabe ganando nuestro amigo... ¿quién querríamos que ganara? Si han eliminado ya a casi todos los que conocemos y nos caen bien...

Acaricio la mano de Jungkook dentro de mi bolsillo durante todo el rato y, cuando empiezan a presentar y todos se emocionan, le dirijo una mirada. Él también me mira y me sonríe. Joder.

El espectáculo empieza y es una locura. Como todos los días. Pero hoy un poco más. Hoseok consigue mover a todo el mundo de su sitio, se mueve como si lo que hiciera fuera magia. Hasta los mejores se emocionan a la hora de verlo actuar y de animarlo. Es una locura. 

Cuando acaba su actuación, el público estalla. Concretamente, mi grupo. Y en ese momento somos conscientes de que nuestro amigo pasará de fase seguro. Otros chicos le siguen y algunos, de hecho, son muy buenos. Pero no se puede comparar...

-¿Seguros?

-Por la decimonovena vez - responde uno de nuestros amigos -, sí. Sí. Y sí.

Reímos. No podemos creer que Hoseok no sea consciente de lo que acaba de hacer.

Nothing like us | libro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora