Capítulo 16

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JUNGKOOK

Me despierto cansado. No me apetece nada ir a clase pero intento ver el lado positivo y, debido a que mañana es el Día de la Fundación Nacional, a partir de mañana no habrá clase. Bueno, por no haber, no habrá nada durante unos tres días, así que podré librarme de la escuela por unos días, cosa que agradezco.

De camino, los pensamientos de anoche vuelven a mi mente y me recuerdan que ni yo mismo me entiendo, que ni yo mismo me conozco. Y que no entiendo nada. Ni cuando se trata de mí.

Hace algo de frío, sin duda he hecho bien en ponerme el abrigo largo. Recuerdo cuando de pequeño me hacía el rebelde y me quitaba el abrigo en la calle, en pleno invierno, mientras iba al colegio de la mano de mi madre. De hecho, cuando llegaba con el abrigo en la mano y las demás madres le preguntaban a la mía que cómo podía ir así con ese frío, mi madre respondía que era un niño muy obediente, pero que cuando decía que no quería ponerme el abrigo, era que no.

Siempre acababa explicando que me soltaba de su mano y corría unos cuantos metros para poder quitármelo en paz y luego no me lo ponía, daba igual cuántas veces me lo pidiera mi madre. Al principio se preocupaba e incluso amenazaba con castigarme, pero con el tiempo dejó de insistirme. Ni yo recuerdo qué era lo que me impulsaba hacer eso, pero miro atrás y pienso que realmente era un niño muy tonto. Hacer enfadarse o, peor, preocuparse a una madre por semejante tontería... Qué ridículo.

Al final se resignó y se limitó a decirme que me iba a resfriar, que iba a coger mucho frío y me iba a enfermar. Ya entonces me daba igual. De hecho, podía suponer una ventaja para no ir al colegio. Pero supongo que mi madre acabó acertando en algo, y es que quizá me entró tanto frío que nunca pude deshacerme de él.

Suspiro y levanto la vista, algo preocupado por si me he perdido en mis pensamientos y estoy llegando tarde, cosa que no sería sorprendente, tratándose de mí. Pero ya veo la escuela a lo lejos así que ni siquiera me esfuerzo por acelerar mis pasos.

-¿Taehyung? - Digo al ver cómo me alcanza por la derecha a toda velocidad.

-¿Jungkook? - Pregunta él en respuesta tras parar en seco al oír su nombre .- ¿Siempre vas tan tarde a clase?

-Yo... - ¿Tan tarde es? - No sé... A veces...

-Anda, vamos - dice él tirando de mi brazo, haciéndome caminar a buen ritmo junto a él.

Caminamos en silencio y noto a Taehyung un poco nervioso, aunque supongo que será por el hecho de que llegamos tarde. Y con tarde, obviamente, estamos hablando de que a en punto no estaremos sentados en clase y con la lección aprendida, sino, probablemente, entrando por la puerta principal.

-Imagino que tú sales con tiempo de casa... ¿no? - Digo entonces, rompiendo el silencio.

Asiente. - Sí, de hecho, si no lo he hecho hoy es porque... me he quedado dormido...

-Bueno, le puede pasar a cualquiera - digo encogiéndome de hombros.

-No - dice de inmediato -, a mí no.

Asiento y miro al suelo. Tiene razón. Un estudiante de su categoría no puede permitirse llegar tarde. Tiene que ser un ejemplo para todos, el estudiante modelo... No puede ser que un día llegue tarde y algún compañero diga en casa "Kim Taehyung ha llegado tarde y ha interrumpido al profesor al entrar a clase, qué vergüenza". Ni tan siquiera un sólo día del curso. En cambio, a nadie le importaba si el que tardaba era yo, sería el hazme reír de la clase otro día más y todo seguiría su curso. Nadie lo comentaría, nadie diría mi nombre - si es que acaso lo saben -, no le importaría a nadie.

-Vamos - dice Taehyung agarrando mi antebrazo y tirando de él -, te estás quedando atrás.

Asiento aunque no me mira. Tampoco me suelta. Intento seguir su paso. Sacudo la cabeza para intentar olvidarme de todo, pero librarse de los malos pensamientos no es tan fácil como barrer el polvo.

Nothing like us | libro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora