Capítulo 23

916 126 52
                                    

JUNGKOOK

Cuando cierro la puerta, siento de repente su ausencia. Es como si hubiéramos pasado tanto rato que juntos que ya no concibo no estar con él. Niego con la cabeza y me llevo ambas manos a la cara. Por favor, he vivido toda mi vida solo. Taehyung no puede dejar una huella tan profunda en esta casa por pasar una tarde en ella... ¿Verdad?

Regreso a mi cuarto y a mi hermano le falta tiempo para empezar a hablar de mi amigo. No para de contarme lo bien que se lo ha pasado con él y lo mucho que quiere que vuelva pronto. Quiero decirle que yo también quiero que lo haga y que, de hecho, intentaré que sea lo antes posible. Pero bastante sincero estoy siendo conmigo mismo como para serlo también con mi hermano, así que hago como si no fuera para tanto.

-Ya vendrá dentro de un tiempo... - le digo.

-¡Pero...!

-Está ocupado - insisto - y, además, es mi amigo; no el tuyo.

En seguida se queja y empieza a pegarme en la tripa aunque no con mucha fuerza. Yo no puedo evitar reírme hasta el punto de que él se da cuenta de que estoy jugando con él y comienza a pegarme con algo más de fuerza. Yo lo aparto suavemente de mí y le pido perdón, pero sigo riéndome así que se va a su cama murmurando cosas que prefiero no escuchar, aunque sé que van en broma.

Pienso en estudiar pero mi hermano está cansado así que voy a tener que apagar la luz y, aunque siempre me apaño con la lámpara, soy perfectamente consciente de que hoy no va a funcionar. Apago la luz y me voy a la cama yo también. Observo cómo mi hermano se gira hacia la pared, dándome la espalda, y entonces me concentro en la superficie de mi cama. Donde hace un rato estábamos Taehyung y yo. Donde yo estaba dándole la espalda a él. Mientras él me abrazaba.

Suspiro y me cambio de ropa en silencio mientras mis ojos se adaptan a la oscuridad. Me meto entre las sábanas y no puedo evitar suspirar de nuevo. Ha sido un día muy extraño. Pero ha sido genial. Bostezo. Es extraño porque, a pesar de que hemos estado durmiendo antes, me siento agotado. Supongo que es lo normal después de desbordarme de semejante forma...

Pero, por suerte, Taehyung estaba allí. No me puedo imaginar la escena que hubiera tenido lugar en el pasillo si él no me hubiera metido en el baño. Y no sé cómo me hubiera conseguido calmar sin él. Sin su voz, su tacto, su aliento... Todo hubiera sido muy diferente.

Y, probablemente, hubiera acabado mal.

Sé que empiezo a ser pesado. Pero muchas gracias.



TAEHYUNG

Cuando Jungkook cierra la puerta de su casa, siento que no quiero irme nunca. Su familia es tan... ¿familiar? Me río de lo estúpido que soy. Pero es que es cierto. No son una familia perfecta pero tampoco intentan serlo. Y su hogar es... muy acogedor... No tiene nada que ver con mi familia, con mi casa... Es todo muy diferente. Y me hace sentir más cómodo.

Salgo a la calle y el frío me azota las mejillas. Quiero ponerme a cubierto pero tampoco me apetece volver a casa todavía. Se suponía que hoy iba a quedarme fuera hasta las tantas... que iba a pasar la noche con los amigos de siempre... Y todo ha sido tan diferente que no sé ni cómo sentirme.

Camino sin rumbo con las manos en los bolsillos y tratando de no tiritar hasta que me encuentro a mí mismo visitando la cancha. No hay nadie. Supongo que habrán estado por aquí hasta que haya empezado a hacer más frío y hayan decidido ir a casa de alguien. Podría probar en casa de Hoseok o de Jongdae pero creo que voy a pasar. Simplemente daré un paseo y volveré a casa.

Pero acabo perdido de camino a la gasolinera donde trabaja Namjoon. Sin ninguna razón para aparecer por allí, sin nada que decir en el caso de que esté allí, tan sólo con la corazonada de que, a pesar de no trabajar por Chuseok, se encuentre allí tranquilo o... quizá... ¿con el chico de la otra vez?

Nothing like us | libro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora