Capítulo 22

791 99 109
                                    

¿Amor? Primero piensa en su felicidad y luego hablamos de amor.

~~~


Aquel sentimiento que pensaba olvidado desde hace años, volvió a mis brazos. Aquella soledad, aquel vacío se posó sobre mis hombros, obligándome a soportar otro peso más. Me eché el pelo hacía atrás con pereza y, suspirando, cogí el vaso y di otro trago.

— ¿Ya te estás emborrachando? — Preguntó Kaito de forma socarrona, echándole una ojeada a su reloj mientras se adentraba en la barra y se ponía su delantal. — Pensaba que tu hora feliz no era hasta las diez. — En cuanto estuvo lo suficientemente cerca de mí, su desconfiada mirada me envistió. — Buah, — soltó — tienes unas pintas horribles.

— Vete a la mierda…

— Y eso me lo dice alguien que parece estar precisamente en la mierda.

Fruncí el ceño.

— La…la he perdido. — Mascullé.

Tras rascarse la nuca de forma nerviosa, Kaito se irguió, cruzándose de brazos y mostrando un rostro más serio.

— ¿Te refieres a…

— Sí, Rin. — Le interrumpí.  — Me ha dejado. — Alcé la mirada hacía él. — Me ha dicho que me aleje de ella y que no la vuelva a ver. — Mi tono cada vez se volvía más áspero. — He perdido en mi propio puto juego. — Con furia, dejé el vaso sobre la barra, provocando un ruido sordo que se extendió ligeramente por el local.

Observé a Kaito con detenimiento, se mostraba realmente sorprendido, denotando una pizca de confusión. Estaba actuando más extraño de lo normal. 

— Vaya, — Dijo — eso…te ha tenido que doler.

Sonreí.

—Ni que fuese la primera chica con la que rompo.

— Pero sí la primera chica que realmente te importa, — Apoyó los codos sobre la barra. — ¿o me equivoco?

Mi mano presionó con más fuerza el vaso, a la vez que mi sonrisa se alargaba de forma nerviosa.

— ¿Qué te hace pensar eso?

— ¡Venga ya, Yuma! ¿Es que no te has visto en el espejo? Parece que hayas estado todo el día cortando cebollas. Me preocupas. Tienes que…

Su voz seguía articulando idioteces pero yo no podía escucharlo. Mi mente se había nublado, cubriéndose por un espesor de recuerdos.

Cuanto más pretendía olvidar y pasar página, más imágenes de ella aparecían en mi mente, poniéndome más furioso. Desde el momento en el que me prometió estar a mi lado hasta cuando sin derramar una sola lágrima me ganó, rompiendo conmigo y con todo lo que había formado.

Si no fuera por ese maldito hijo de perra.

Pero algo no me acababa de encajar. La manera en la que Rin se opuso tan firmemente a mí, como de repente había cambiado su comportamiento. Justo cuando ya la tenía entre mis manos, algo la hizo cambiar. No era muy normal en ella.

¿Habrá sido ese rubiales quien la impulsó a romper conmigo? O, ¿puede que hubiera alguien más que le dijera lo que hacer?

Rin había invertido el juego. Consiguió que todo lo que había construido se fuera desmoronando poco a poco sin que me diera cuenta. Era justo como había dicho:

Has perdido. El juego…

—…Se ha acabado. — Finalizó Kaito. Mis ojos se dirigieron directamente a él. — Es hora de que pases página.

Hazme sentir viva | RinxLen [EN PROCESO DE EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora