Hazme sentir viva | RinxLen [EN PROCESO DE EDICIÓN]

Capítulo 29

Vivir

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— ¿Aún no tienes nada planeado para tu futuro?

Sonreí.

— Me gusta improvisar.

— Ya falta muy poco para acabar el año. — Comentó Luka, dirigiendo su mirada hacia la ventana, observando el despejado y eterno cielo —. Todos están como locos por terminar y vivir la vida.

— ¿Vivir la vida? — Repetí con un tono socarrón.

— Hacer nuevos amigos, viajar, conocer mundo, ir de fiesta, escribir un libro… — Completó ella para, de nuevo, volver sus ojos hacia mí —. Vivir la vida.

— Con todo respeto sensei: — respondí — la vida es muy jodida como para ponerse a vivirla.

— Rin Kagamine, de nuevo, estás haciendo que todos mis esfuerzos como orientadora se vayan por el retrete. — Suspiró, mostrando una sincera sonrisa, apoyando los codos sobre sus rodillas —. Dime, ¿Qué entiendes cómo vida? ¿Qué concepto tienes de ello? ¿Qué es lo que te hace sentir?

¿Qué es lo que me hace sentir?

Y ahí me quedé, esperando a que una horda de luz me iluminara para poder responder a tantas filosóficas preguntas. Realmente estuve unos cuantos segundos pensando una lógica pero a la vez vacilona respuesta. Algo que no me hiciera quedar muy imbécil pero tampoco demasiado intelectual.

Fue entonces cuando, sin aviso alguno y sin saber la razón, Len apareció ante mí. Su imagen recorrió rápidamente mi mente, como un rayo; cegó por completo a mis pensamientos para después marcharse sin más, dejándome una clara y algo extraña respuesta.

— Digamos…— comencé — que odio a la vida pero amo vivirla.

— Eso es muy contradictorio

Me acomodé en el sofá.

— Odio venir aquí pero amo hacerla quedar mal.

— Y eso es muy cruel. — Susurró ajustándose las gafas —. Entonces, ¿esta es tu nueva filosofía de vida? ¿”Odiar a la vida y amar vivirla”?

— ¿No le parece una frase perfecta para su estado en Tinder?: “Soltera; odiando a la vida pero amando vivirla”. — Ignorando el hecho de que la solterona Luka me estaba fusilando con la mirada, apoyé mi codo en el reposabrazos, soltando un largo suspiro —. Verá, soy incapaz de querer a la vida como lo haría cualquier otra; digamos que tiene una forma de educarme y darme lecciones que no me gusta. — Desvié mi mirada hacia la ventana, abierta de par en par —. Pero…tampoco puedo negar que el simple hecho de vivir me parece un privilegio bastante grande del cual puedo gozar. Amar, llorar, reír…ahora soy capaz de apreciar mis propias emociones y eso me encanta. Me hace sentir bien…viva.

Al observar a Luka, percibí como su mirada me taladraba, pero esta vez de una forma totalmente distinta. Parecía estar mucho más iluminada y animada que antes. Como si algo hubiera pulsado el botón de “activar” en ella.

— ¿Qué? — Pregunté sin entender su expresión.

— Que la Rin que conocí por primera vez me habría mandado a callar y se habría ido por esa puerta desde hace un rato, habría huido sin explicación alguna. Que estoy impresionada de lo mucho que has madurado en tan poco tiempo. Que no sabes lo feliz que me hace verte así. — Amplió su sonrisa —. Que no tienes ni idea de lo realmente orgullosa que estoy de ti, Rin.

Esas últimas palabras.

“Estoy orgullosa de ti”

Aquella sencilla frase se deslizó por mi mente una y otra vez, dando innumerables vueltas, colándose y mezclándose junto a mis pensamientos sin permiso alguno. Recorriendo cada célula de mí ser, haciendo que una involuntaria y gran sonrisa alumbrase mi rostro.