Víctima Silenciosa

{Capítulo 11}

Desperté aturdida y recordé que me dormí en el suelo tras la paliza del día anterior.

Lo último que me apetecía era encontrarme con Nathan, así que entré a la habitación y cogí algo de ropa sin apenas hacer ruido.

Cuando estaba a punto de salir y me miré al espejo lo flipé:

Tenía todo el labio inflamado, demasiado. También un corte bastante grande.

No quería ser el centro de atención, así que me puse un fular y lo subí hasta cubrir mis labios.

Llegué tarde al trabajo y entré a la sala de reunión. Ni me acordaba de que nos diría Liam si ganamos o no, y el interés que tenía apenas existía ya.

Por suerte aún no habían empezado, todos conversaban entre ellos y Liam conversaba con Marta. Pretendía no hablar con ellos para evitar por todos los medios que no vieran mi rostro, pero me fue imposible porque se acercaron a mí y lo notaron enseguida:

-Buenos días. -respondí con poco ánimo.

-¿Qué te pasa, por qué llevas eso? -preguntó Marta.

-No es nada... estoy resfriada. -mentí.

-Mientes. -sin previo aviso, me bajó el fular y dejó mi rostro despejado.

Abrió los ojos como platos y Liam también.

-¿¡Qué coño te ha pasado!? -exclamó.

-¡No es nada! -mentí asustada.

-Sí que lo es. -Liam intervino más serio que nunca. Deseaba equivocarme, pero sentí que estaba dándose cuenta de lo que estaba pasando. -Habrás ido al médico a que te lo curen, ¿no?

-Segurísimo que no. ¿Qué has hecho para acabar así? -Marta no lo hacía con ninguna maldad, pero me estaba enervando con tanta pregunta.

-Tranquila. -se refirió a ella. -Cuando acabe la reunión yo me encargo.

Suspiré y tomé asiento como el resto de mis compañeros. La verdad que me dolía mucho todo el cuerpo en general.

-Buenos días chicos. Como os dije, hoy ya tengo el resultado del concurso en el que participasteis ayer. Antes de nada, os felicito a todos; leí cada uno de ellos y me encantaron. Unos más que otros, pero todos son buenos.

Todos estaban ansiosos por saberlo. A mí apenas me importaba.

-Bien, el ganador, que recibirá un premio en la gala anual del New York Times, es... -todo era muy tenso. -Jason, con "Dolor en el pecho". Enhorabuena, has hecho un gran trabajo.

Mientras todos aplaudían y él se hacía el sorprendido, yo me quedé en shock.
No por el hecho de que hubiese ganado, pues tenía potencial para hacerlo, sino porque esa obra era mía, otra de las muchas que me robó. Era la que no presenté por hacer la que hice, y al final resultó ganadora. Era mi idea, no suya.

Pese a ello, me encontraba tan desilusionada con la vida que nada me importaba ya, ni siquiera ganar ese maravilloso concurso.

Jason me sonrió maliciosamente al darse cuenta de mi reacción.

-Bien. -Liam intervino de nuevo. -Como sabéis, hay un segundo premio que permite el lujo de ir a la gala. La ganadora de este premio ha sido... Candice.

Todos aplaudimos y ella puso mala cara. No comprendía por qué.
Esa chica era genial, se lo merecía.

-¿Ocurre algo? -preguntó Liam.

-Sí. Sería todo un sueño para mí poder ir y, de veras que se lo agradezco a todo el que haga ésto posible. -sus ojos brillaban con emoción. -Pero no puedo ir; mi madre está enferma y no puedo irme y dejarla aquí.