{Capítulo 15}

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-Despierta

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-Despierta...

-Uhmmm...

-Vamos, arriba...

-Un poco más...

Al siguiente "despierta" que oí respondí con una torta.
Oí un "au" y me desperté sobresaltada:

-¿Qué ha pasado? -pregunté. Al abrir los ojos me encontré con Liam frente a mí.

-Ha pasado que te he despertado porque ya es muy tarde y me he llevado un bofetón. -se quejó alzando una ceja.

-¡Lo siento mucho! ¿Estás bien? -me tapé con la sábana porque me daba vergüenza que me siguiese viendo con las pintas tan horribles que llevaba.

-Sí, no te preocupes. -esbozó una sonrisa. -Tenemos que volver en breve, así que prepara tus cosas y nos iremos. Te dejo tranquila. -se dirigió hacia fuera de mi espacio.

-¡Espera! -le detuve y volvió. -Lo de ayer... fue un error.

-¿De verdad fue solo un error para ti? -Se sentó en el borde de mi cama mientras yo me incorporaba, entre mis sábanas. Noté cierto dolor en su mirada. -¿No significó nada?

-Estamos casados, los dos. Por supuesto que fue un error. -tenía que meterme eso en la cabeza.

-Bueno; si para ti fue eso, tendrá que serlo también para mí.

Se fue y me dejó con un gran nudo en la garganta. No me esperaba para nada esa respuesta.
No podía dejar de darle vueltas a aquello. ¿A qué se refería?

El día pasó rápido.
Cuando partimos de vuelta a York, nos tuvimos que sentar los tres atrás en el coche, por lo que me tocó entre los dos.
Me puse mis auriculares e intenté desconectar. Tenía que borrar todas esas cosas de mi cabeza.

Apenas hablamos Liam y yo.
Supuse que, después de lo ocurrido, sería siempre así.
No me gustaba estar de esa forma con él, pero teníamos que volver a la relación empleada-jefe que tuvimos hacían unas semanas. Era lo mejor para ambos.

Mentí admitiendo que no significó nada.
No era de esas que van de noche en noche con un tío distinto, pero sabía que lo que ocurrió había sido especial para mí, aunque solo fuese un beso apasionado (porque no dio tiempo a más).

Lo que más me preguntaba era si para Liam significó algo. Siempre pensé que me vería como una empleada fácil con la que acostarse un día que te aburres, era lo que Nathan me dijo y seguro que era la verdad.
¿Qué iba a querer sino un tío como Liam de mí?

En vez de llegar a casa feliz de haber ganado ese premio tan valioso, llegué con ganas de encerrarme en la habitación y no salir de allí nunca más.

Pero lo que no me esperaba era lo que me tenía preparado Nathan.

Víctima SilenciosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora