~NOMINADA A LOS WATTYS 2019~
{Acabada}
Vicky Collins lleva años siendo víctima de los abusos de su marido, aunque nunca fue capaz de contarlo a nadie.
Pero, cuando su nuevo jefe Liam aparece en su vida, todo cambiará para siempre.
Decidí ignorar los gritos que oí y continué con mi trabajo, pero estos continuaron y me empecé a preocupar.
No pude bajar a ver qué pasaba porque Liam me pidió que no saliera, por mi seguridad.
Cuando pasó un rato alguien pidió permiso para entrar a mi despacho:
-Pasa. -dije.
-Vicky, volvamos a casa ya por favor, es suficiente por hoy. -su voz sonaba apagada y, cuando levanté la cabeza para mirarle, me encontré con un Liam sangrando por la nariz.
-¡Liam! -me levanté de un salto hacia él. -¿Qué demonios te ha pasado?
-Te cuento luego pero, por favor, volvamos ya. -se le veía demasiado mal, así que le hice caso.
Nos montamos en su coche y conducí yo, ya que él no estaba en un estado decente para conducir.
Entramos a su casa y se sentó en el sofá como le ordené:
-¿Dónde tienes un botiquín? -pegunté.
-En el baño, la pared izquierda. -respondió.
Encontré rápidamente lo que necesitaba para curarle y fui de nuevo hacia el salón.
-Ven, acércate. -pedí.
Apenas se estremecía mientras deslizaba el algodón por su nariz.
-Gracias. -acarició mi sien y besé su mejilla con dulzura.
-Bueno, cuéntame qué ha pasado. -dije.
-Nathan entró a buscarte a la oficina, nos peleamos y por ello acabé así, pero ya da igual.
-¡¿Vas en serio?! Sigue buscándome, ¡no da igual, tengo miedo! -me entró un ataque de ansiedad y Liam se acercó más a mí para tranquilizarme. -No eres consciente de lo peligroso que es Nathan, es capaz de matarnos, ¡no le teme a nada!
-Ey, tranquilízate. apartó un mechón de pelo de mi rostro y me quitó una lágrima que viajaba solitaria por mi mejilla. -En unos días Nathan estará en la cárcel, pagará por todo lo que te ha hecho.
-No quiero que te haga daño, Liam. -suspiré con angustia. -Prefiero que me haga lo que sea a mí, pero que a ti ni te toque.
-No me va a pasar nada, y a tí menos. Mientras me tengas a mí me aseguraré de que esté todo bien, te lo prometo. -sus palabras eran tan sinceras que me tranquilizaban.
-Gracias... -cerré los ojos para inhalar su delicioso aroma corporal. Podía quedarme así para siempre. Este hombre me encantaba.
El resto de la tarde-noche fue tranquila.
Pedimos sushi para la cena y mientras vimos Antes de ti, mi película favorita:
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-¡Nunca entenderé este final! -exclamé secando mis lágrimas. -¿Cómo puede hacerle eso a Lou?
Liam me miraba con humor en su rostro, le hacía gracia verme tan afectada por una película.
-Si odias tanto el final... ¿cómo es que es tu película preferida? -preguntó con una sonrisa.
-¡Porque es genial! Pero nunca entenderé por qué Will Traynor decide acabar con su vida estando tan perdidamente enamorado de ella.
-Tú misma lo estás diciendo, está tan enamorado de Lou que no puede aguantar estar con ella en ese estado y no poder darle todo lo que quiere.
-¡Pero ella le quiere, esté inválido o no! -grité.
-Shh, relájate, no puedes cambiar la película. -se acercó aún más a mí y besó mi frente; yo me tumbé sobre él. Se estaba partiendo de risa en el fondo al verme. -Will Traynor también le amaba como a ella, muchísimo. Tanto como yo a ti.
-¿Me quieres mucho? -pregunté adormilada.
-Mucho más de lo que te imaginas. -sus sinceras palabras fueron lo último que oí antes de dormirme en su regazo.
