{Capítulo 20}

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Pasé el resto de la tarde junto a Liam.
Hablamos un poco sobre el tema que tanto miedo me daba, pero entendió perfectamente que hoy no era de lo que precisamente me apetecía hablar y lo dejamos para otro momento.

Las horas con él se me pasaban volando. Conseguía sacarme una sonrisa después de todo. Tenía suerte de tenerle a mi lado.

Como nadie podía quedarse a dormir conmigo hoy (y Nathan no respondía a mis llamadas como de costumbre), propuso quedarse conmigo si a mí me apetecía, pero le dije que no era necesario. No quería incomodarle ni molestar.

Se despidió con un tierno beso en la comisura de mis labios y yo me dormí saboreando ese bonito gesto. No sabía lo que teníamos, solo sabía que me encantaba.

***

-Déjeme ver. -el médico joven del otro día me quitó el vendaje para examinarme. -Disculpa un segundo, mejor cierro la puerta.

Así no me vería todo el mundo.

Se levantó de mi lado para cerrar la puerta y bajar las persianas de mi habitación. Examinándole con detenimiento, pude notar que tendría algo menos que mi edad. Era encantador y siempre me trató de buenas maneras; se notaba que ser médico era su vocación.

 Era encantador y siempre me trató de buenas maneras; se notaba que ser médico era su vocación

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-Listo. -tiró el resto los vendajes que me recubrían y examinó mi torso. -Bien; levante los brazos hasta que le duela.

-Ya. -seguí sus indicaciones.

-¡Es estupendo! -sonrió. -Los cirujanos ya me advirtieron que la operación salió genial, pero estas rápidas pruebas que te hice lo garantizan. Le pondré el vendaje nuevo y podrá irse a casa, le daré de alta.

-¡Eso es genial! -salté de alegría y el me detuvo desde el hombro con delicadeza.

-¡Cuidado! -se rio. -Levante los brazos otra vez, voy a ponerle el vendaje nuevo, señorita.

Seguí sus indicaciones y el joven me envolvió con el vendaje desde los pechos al abdomen. Hacía su trabajo con toda la delicadeza y precisión posible. Estaba en muy buenas manos.

-Listo. Puede vestirse y coger sus cosas, en recepción le darán los papeles que haga falta. Muchas gracias por ser tan buena paciente. -iba a darle dos besos pero me  estrechó la mano antes de que lo hiciera. Reí en mis adentros, qué chico tan formal.

-Muchísimas gracias a ti, a usted, por tratarme tan bien. Es un gran médico. -sonreí y me agradeció el cumplido.

Antes de recoger mis cosas, escribí un mensaje a Marta y Nathan para avisarles de que me dieron el alta.
También lo hice para Liam, no le llamé porque me dijo que tenía reunión, pero sabía que le alegraría verlo:

Vicky:
《Me han dado el alta!!!》

Liam:
《Enhorabuena preciosa》
《Dónde estás??? Paso a por ti?》

Vicky:
《No te molestes, cogeré un taxi que me deje en casa, mi coche está allí y, aún así, no debo conducir》

Liam:
《Ni hablar, no pises tu casa, no quiero que Nathan te vuelva a tocar nunca》
《Salgo de la reunión a por ti》

Vicky:
《No!!! No te preocupes, Nathan no llega a casa hasta la noche, estaré bien》

Liam:
《Está bien, a las seis pasaré a por ti y saldremos》

Vicky:
《Genial, me muero de ganas por comer algo que no sea comida de hospital😂》

Liam:
《Comerás como una reina. Cuídate, te quiero😗》

Vicky:
《Y yo❤》

Un "te quiero" suyo, aunque fuera por mensaje, me volvía loca de amor.

Recogí mis cosas, firmé los papeles que hicieron falta y me fui a casa... por fin.

Víctima SilenciosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora