Capítulo 18

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No tengo idea de lo que estoy haciendo pero no puedo evitarlo. Cuando mis labios tocan los de Jungkook siento como el inspira súbitamente atónito. Sus labios sabian tal cual como me lo imaginaba, persivo el sabor a menta de su lengua cuando abre la boca y me besa. Me besa con ganas y su lengua lame la mia y noto el frio metal de su labio en la comisura de la mios. Siento como todo mi cuerpo arde nunca me habia sentido así. Levanta sus manos y siento como toca mis mejillas antes de bajarlas hacia mis caderas entonces de aparta y me  da un leve beso en los labios.

- Tae..- exhala y vuelve a pegar su boca con la mia y vuelvo a sentir su deliciosa lengua.

El sentido común me ha abandonado, la agradable sensación se ha extendido por todo mi cuerpo. Jungkook me agarra de las caderas para acercarme mas a él y nos tumba en la cama sin interrumpir el beso.
Sin saber muy bien que hacer con las manos las coloco en su pecho y dejo asciendan por su torso, su piel esta ardiendo y su pecho sube y baja a gran velocidad.
Aparta su boca y yo hago un quejido por la falta de contacto pero antes de que me de tiempo de protestar su boca llega a mi cuello y deja húmedos besos. Sus dientes se aferran mi clavícula y gimo.  La intensa sensación recorre todo mi cuerpo y comienza a lamerme suavemente y lento. Sentiria pudor si no estuviera tan embriagado por Jungkook y el alcohol. Nunca habia besado de esa manera a nadie ni siquiera a Hoseok.
HOSEOK!

- Jungkook... para- digo pero no reconozco mi propia voz, es demasiado ronca y tengo la boca seca.

No se detiene.

-Jungkook!- repito, esta vez con voz clara y firme y entonces me suelta el cabello, cuando lo miro sus ojos estan más oscuros pero también mas cálidos que antes y sus labios estan más hinchados y rojos ppr habernos besado.
- No podemos hacerlo-. Digo.

En realidad quiero seguir besandolo pero no puedo.
Entonces la calidez de sus ojos desaparece y me aparta hacia un lado de la cama.

- Lo siento, lo siento- le digo pues es lo unico que se me ocurre y mi corazón va a mil por hora.

- Que es lo que sientes?- dice y se acerca a su armario.

Saca una camiseta negra y se la pasa por la cabeza, desvio la mirada hacia su boxer de nuevo y veo que hay un ligero bulto en la parte delantera.
Siento que mis mejillas arden y desvio la vista.

- Haberte besado..- contesto, aunque parte de mi no quiere hacerlo.- No se porque lo he hecho.

- Solo ha sido un beso, la gente se besa sin parar.- me suelta.

Por alguna razón sus palabras me duelen. Ha sido una noche muy larga y el alcohol ha hecho que lo bese. Solo estoy ebrio y el es demasiado atractivo, algo en el fondo se esfuerza por contener unos pensamientos que dicen lo mucho que querían que sucediera.
Pero es que era muy agradable que eso sucediera, bueno al menos para mí.

- Te importaria que esto no saliera de aqui?- pregunto.

Me sentiria muy avergonzado de que todo el mundo supiera. Yo no bebo ni engaño a mi novio en fiestas.

- Creeme yo tampoco quiero que nadie se entere.- me espeta.- Deja de hablar de ello.-

Su arrogancia vuelve a hacer acto de presencia.

- Vaya, creo que vuelves a hacer el de siempre.

- Nunca he sido otra persona nene. No vayas a pensar que por haberme besado, básicamente en contra de mi voluntad ahora tenemos alguna especie de vínculo.

"En contra de su voluntad?" De verdad?
Todavia siento la fuerza con la que su mano me agarraba el cabello, la manera en que tiraba de mi para que me sentara encima de el y como sus labios pronunciaban mi nombre antes de besarme de nuevo.

Me levanto de la cama de inmediato.
- Pudiste haberme detenido.-

- Habría sido difícil.- replica y siento ganas de llorar otra vez.

Me pone los sentimientos a flor de piel, me resulta bastante humillante, demasiado doloroso, oirlo decir que lo he obligado a besarme. Entierro mi rostro entre mis manos por un momento y me dirijo a la puerta.

- Puedes pasar la noche aqui, como no tienes a donde ir.- dice tranquilamente y yo niego con la cabeza.

No quiero estar cerca de él. Todo esto forma parte de su juego. Me ofrece que me quede en si cuarto como una persona decente pero seguro cuando me quede dormido me dibuja alguna estupidez en la frente.

- No, gracias.- replico y me marcho.

Cuando llego a la escalera, me parece oir gritar mi nombre pero sigo avanzando. Ya afuera mi piel parece agradecer el aire fresco. Me siento en el muro de piedra y enciendo el teléfono de nuevo. Son casi mas 4 de la mañana. Deberia despertar en una hora para poder ducharme y empezar a estudiar y en lugar de eso estoy en un muro de una casa de fraternidad.
Sin saber que hacer miro mi teléfono y veo que tengo varios mensajes de Hoseok y de mi madre, por supuesto tenia que contárselo. Muy típico de él...
Sin embargo no puedo reprocharselo. Acabo de ponerle los cuernos, no tengo derecho a enojarme.
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¿Cómo pude caer en tus brazos?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora