¿Cómo pude caer en tus brazos?

Capitulo 16

Jungkook me mira. Es una mirada agresiva pero vacilante.

-¿Porque me preguntas eso?

- No lo sé... Porque yo sólo intentaba ser amable y tú no para de mostrarte grosero conmigo.- Y entonces añado- Y la verdad es que había llegado a pensar que podríamos convertirnos en buenos amigos. - Sé que suena es tan estúpido que me pellizco el puente de la nariz con los dedos mientras espero una respuesta.

-¿Nosotros?¿Amigos?- Se echa a reír y levanta las manos- ¿Acaso no Es evidente porque no podemos ser amigos?

- Para mi no.

- Bien, pues, para empezar, tú eres demasiado arrogante. Seguramente te habrás creado en la típica casita Perfecta de revista idéntica al resto de las viviendas del vecindario. Tus padres te compraban todo lo que querías y nunca tuviste que anhelar nada. Con tus estúpidas camisas.... En serio.¿ Quién se viste así con 18 años?

Me quedo boquiabierto.

-¡No sabes nada de mí, idiota condescendiente!¡Mi vida no ha sido así en absoluto! El alcohólico de mi padre nos abandonó cuando yo tenía 10 años y mi madre tuvo que pensar de lo lindo para que yo pudiera ir a la universidad. Empiezo a trabajar cuando cumplí los 16 años para poder ayudarla a pagar las facturas y resulta que me gusta mi ropa. ¡Lo siento si no visto como una puta, como todas las demás chicas que te rodean!¡Para hacer una persona que se esfuerza tanto en destacar inter diferentes cosas con demasiada ligereza a los que son distintos a ti!- le gritó y siento que las lágrimas inundan mis ojos.

Me volteo para no darle el gusto de verme de esa manera y veo que sus manos forman puños. Como si la enfadara lo que acabo de contarle.

-¿Sabes qué? De todas maneras no quiero ser amigo tuyo Jungkook.- le digo y alargó el brazo hacia el pomo de la puerta.

El vodka que me he tomado también me está haciendo sentir lo triste de esta situación de nuestros gritos.

-¿Adónde vas?- pregunta el entonces. Su carácter es tan impredecible...

- A la parada del autobús Para volver a la residencia y no pienso regresar aquí jamás.

- Es demasiado tarde para coger el autobús sólo.

Me volteo de nuevo para mirarlo.

- No estarás intentando actuar como si te importa se lo más mínimo que pueda pasarme algo, ¿Verdad?- suelto una carcajada. Su tono No para de cambiar.

- Yo no he dicho eso... Sólo que te lo estoy advirtiendo. Es una mala idea.

- Bueno, Jungkook, pues es la única opción que tengo. Todo el mundo está borracho incluido yo.

Y entonces empiezo a derramar lágrimas. Me siento tremendamente humillado de que sea precisamente jungkook, de toda la gente que hay aquí, Quien tenga que estar viéndome llorar. Otra vez.

-¿ Siempre lloras en las fiestas?.- sonríe ligeramente.

- Sólo en las que estás tú. He puesto que son las dos únicas fiestas a las que he ido nunca...- Alargo la mano para agarrar el pomo de nuevo y abro la puerta.

- Taehyung...- dice un tono Tan suave que apenas lo oigo.

Su expresión es difícil de interpretar. La habitación me da vuelta de nuevo y agarró el armario que tengo a mi lado Para no caer.

- ¿ Estás bien?- precio. Asiento, aunque tengo náuseas.- ¿Porque no descansas aquí unos minutos y luego te vas a la parada del autobús?

- Creía que nadie podía pisar tu habitación- digo sentándome en el suelo.