¿Cómo pude caer en tus brazos?

Capítulo 5

Siento un gran alivio cuando Jungkook se marcha por fin para que Jimin y yo podamos hablar de la fiesta. Necesito más detalles para calmar mis nervios y tenerlo a él cerca no ayuda.

- ¿Dónde es la fiesta? ¿Se puede ir caminando?- le pregunto intentando sonar lo más tranquilo posible mientras coloco mis libros ordenadamente en la estantería.

- Técnicamente, es una fiesta de fraternidad, y acudirá una de las fraternidades más importantes.- Empieza a verse en el espejo y se saca la camiseta. - Se celebra fuera del campus, así que no iremos caminando, pero Namjoon vendrá a recogernos.

Me alegro que no sea Jungkook aunque sé que también ira. La idea de ir en un auto con el me resulta insoportable.¿Porque es tan grosero? En todo caso, debería estar agradecido de que no lo juzgue por la manera en que ha destruido su cuerpo con todos esos piercings y tatuajes. En mi casa los tatuajes y piercings no son bien vistos. Siempre he llevado el pelo peinado, mi ropa limpia y planchada. La verdad es esa.

- ¿Me oyes?- me pregunta Jimin interrumpiendo mis pensamientos.

- Perdona.. ¿Que decías? - No me había dado cuenta que mi mente se había desviado hasta Jungkook.

- He dicho que vamos a prepararnos. Quiero que me ayudes a escoger que ponerme.

Los jeans y camisetas que escoge son tan poco apropiados... Que me cuesta creer que le gusta tanto ese estilo. Hago una mueca de horror al ver su ropa y el se ríe. Al parecer le hace gracia que no me gusten.
El jean negro (más bien el harapo) que elige al final es súper estrecho no digo que no tenga buen cuerpo pero es tan pegado que me da la impresión que quiere lucirse para alguien y la camiseta que se coloca hace juego con su jean es un estilo muy atrevido pero a él le queda bien. Las botas negras de cuero que se pone tienen un pequeño taco como las estrellas de rock que mide como 6 centímetros pero no se porque me llaman la atención. Luego se dirige al espejo para acomodar su cabello rubio y se coloca una fina capa de sombra negra en sus ojos... Al final su estilo es del típico chico atrevido que encontrarias en una discoteca.

- ¿Te dolieron los tatuajes?- pregunto mientras saco una camisa azul pastel del armario es una de mis favoritas.

- El primero que me hicieron si, pero no tanto como la gente cree. Es como un montón de picaduras de abeja- dice quitándole importancia.

- Eso suena horrible- contesto y él se echa a reír.

Entonces pienso que probablemente yo le resulte tan raro como él a mí. Y el hecho de que ambos seamos extraños para el otro me resulta curiosamente reconfortante.
Se queda boquiabierto al ver mi camisa.

- No irás a ponerte eso, ¿Verdad?
Deslizó la mano por la tela. Es una camisa más bonita que tengo y es una de mis preferidas.

- ¿Porque? ¿Que tiene de malo? - pregunto intentando ocultar lo ofendido que me siento.

- Nada... Sólo que ... Es muy formal- dice.

- Es linda y me cubre hasta el cuello- No sé si es consciente de que me ha ofendido. Pero por alguna razón no quiero que lo sepa.

- Es bonita- añade - Es solo que me parece muy formal para una fiesta y encima te pondrás pantalones de vestir... Si quieres te puedo prestar algo mío dice con amabilidad.
Me encojo ante la idea de intentar embutirme en unos de sus jeans ajustados.

- Gracias, Jimin, pero prefiero usar este- digo buscando en lisador de cabello.